Estimados compañeros y seguidores del Blog de Ediciones Atlantis, deseaba comentaros en esta entrada el nuevo título que acabo de terminar “Madrid: Golpe a la violencia de género” (Vol. I)”, como seguramente sabéis, antología de doce autores de nuestra editorial entre los que se encuentra un servidor.
Pongo en antecedentes a aquellos que no están al corriente del tema. Nuestra editorial, lleva tres años organizando una colección llamada “Mayo temático” con la que invita a sus autores más señeros a participar en estas antologías de relatos cortos cuyo fundamento es la denuncia, por medio de la palabra escrita, de los conflictos sociales que nos embargan en el actual momento histórico. Así, el primero se dedicó a la crisis económica, el segundo a la corrupción y en este último hemos tocado el tema de la violencia machista.
Somos tantos los invitados y de lugares tan dispares, que la editorial creyó conveniente repartirnos por comunidades autónomas y aún así hacer varios volúmenes si el número de autores lo recomendaba. Podría ser discutible el reparto, pues tampoco somos cientos sino decenas los convocados, si no tuviéramos en cuenta que el editor nos pide textos que ocupen entre diez y veinte hojas, o más, y no precisamente microrrelatos.
Explicado todo esto, me meto ya en materia.
Para empezar, agradecer a este dinámico editor, al que casi todos llamamos simplemente J, la oportunidad de exponer y difundir nuestros puntos de vista e inquietudes. Y dar la enhorabuena, al tiempo que expresarles mi admiración y orgullo, a mis once compañeros de volumen. Siento no poder hablar de los autores de otras autonomías o del segundo volumen de Madrid pero la falta de tiempo me impide, por el momento, leer unos textos que sin duda serán tan buenos como los que a continuación describo.
De entrada hablaré del prólogo escrito por la pluma precisamente de J. Simplemente, magnífico, magistral y tremendamente dramático, pues en realidad se trata de otro relato, el primero de todos ellos, con evidentes indicios de ser autobiográfico, lo que le da una fuerza inaudita.
Por favor, no penséis que le estoy adulando por ser quien es. Si fuera malo no lo diría, es cierto, como no lo haría con ninguno de mis colegas, pero tampoco lo ensalzaría falsamente, no valgo para ello. Por otro lado es conocido el hecho de que este hombre, antes que editor, ha sido y es escritor, y no precisamente de los malos, sino de los de mucho oficio.
Y pasamos ya a comentar sobre los autores y sus textos.
Algunos de los autores que acudieron a su presentación. De iquierda a derecha: Teresa, Gabriel, Borja, Antonio Castillo, Carlota y Antonio Teruel. |
“A las nueve de la noche”, es el relato de Mara Nefill, breve pero muy intenso.
“En la cara no”, se titula el de Rocío Tizón, una de las mejores escritoras de nuestra editorial. Nos ofrece en esta ocasión un texto magistral en forma de epístola de una mujer maltratada a su hija. Ciertamente Rocío nunca defrauda. ¡Impresionante!
Luego viene el mío, “Contra el maltrato… contra todos los maltratos”. Por supuesto no puedo ser muy objetivo al hablar de él, pero os puedo dar alguna clave sobre mi descuidada forma de escribir, me interesa ante todo exponer claramente mis ideas y tal vez no soy capaz de plasmarlas en el contexto de un lenguaje de gran belleza, me falta tiempo, o quizás talento, para ello. Sin embargo, trato de ofrecer al lector puntos de vista originales que puedan abrirle nuevas perspectivas.
Detrás del mío aparece el de Elisabeth Ledesma, otro peso pesado de Atlantis, titulado “Creando un monstruo”. Estupendo relato en el que la autora nos sitúa en la piel de un maltratador, describiéndonoslo desde su tierna y desgraciada infancia.
A continuación, es Borja Castellano el que nos obsequia con su texto “Estadísticas de Virgo”. Una narración de altura, en el que se ha utilizado un nivel léxico y sintáctico extraordinarios para el desarrollo de tan original argumentación y de su novedosa trama. Otro autor fuera de serie, con el que tenemos la suerte de contar entre nosotros.
“La puerta de al lado” es el relato de Ainara del Olmo y Abedul, escritora que promete, superándose día a día y que me atrevo a vaticinar que llegará muy lejos. Y es que Ainara maneja el lenguaje a la perfección, pero, por si fuera poco, es dueña de una imaginación desbordante capaz de desarrollar las tramas más complejas.
“El Ford Fiesta” es el texto que sigue después, firmado por Antonio Teruel Fernández, el ganador del premio “Isla de las letras”, en la modalidad de novela histórica, del año 2014. Es un relato muy digno, al que solo puedo achacar una brevedad que quizás le resta profundidad, como le pasaba al primero de todos, según mi opinión, aunque la idea original es bastante acertada.
El siguiente es “Muy personal” de Gabriel Monte Vado, el gran escritor de novela negra en ciernes. Maestro consumado en el uso de las palabras precisas, sobresaliente sintaxis, un argumento que produce desasosiego y lo peor, o lo mejor, la sospecha de que nos esté contando historias reales solo ligeramente modificadas. ¡Deslumbrante!
Carlota Lama nos propone un original texto titulado “Papá” en el que plasma el diálogo entre dos hermanos a lo largo de un periodo temporal, y mediante el cual nos enteramos de una terrible historia, la de las víctimas más inocentes de la violencia de género, los hijos de una de esas parejas marcadas por la desdicha. ¡Tremendo!
“Ella. Ejecución de peón negro”, es el relato de Alonso Holguín, un maestro de la intriga. Mejor no os cuento nada para no estropear la sorpresa, pero sí os digo que me parece excelente e impactante.
Maria Teresa Abedul es la mamá de Ainara, como seguramente sabéis o imagináis; menuda saga de escritoras aunque nada tienen que ver la una con la otra. El texto de la madre, “¡Si las paredes hablasen!”, el que viene ahora, es otra cosa. En el puro estilo de esta mujer, amable, romántico, detallista, hasta puntilloso, pero sobre todos amoroso, nos ofrece un surtido de situaciones violentas de variada índole todas retratadas con una comprensión y ternura que desbordan al lector. Pues sí, pese a que se aparte de los cánones esperados y te produzca cierto embeleso su lectura, me ha gustado mucho. Esta original pluma solo puede decir lo que dice y como lo cuenta por que está sostenida por la mano de un ser angelical, ¡yo me quito el sombrero!
Bueno, llegamos a la última, y tengo que confesaros que para mí es la mejor entre las mejores, sin quitar un ápice de valor a los cuatro o cinco sobresalientes relatos de la antología. “Silencio”, de Javier Rodríguez Alcayna. Es magistral, lo reúne todo, originalidad del argumento, desarrollo de la trama, perfección sintáctica, riqueza semántica… Consigue sumergirte por completo en el ambiente dramático de la acción.
Este Javier es sin duda uno de los mejores literatos alistados en Atlantis, y eso contando nuestra editorial, no cabe duda, con un elenco de excelentes creadores capaces de acaparar su atención, hacer gozar y lograr la admiración de los lectores del mundo entero, si los mercados literarios lo permitiesen.
Y yo me siento dichoso de jugar en el mismo equipo que todos ellos. Creo que tienen, que tenemos, un prometedor futuro por delante. No penséis en dinero o fama, lo primero cada vez estará en menos manos, lo sospecho, y en cuanto a lo segundo, solo obtendréis esa fama si le sirve a los que mandan para algún fin. Pero al menos tendréis la enorme satisfacción de regalar la belleza de vuestras palabras y la profundidad de vuestros pensamientos a toda aquella persona a la que le alcance alguno de vuestros escritos.
Gracias por vuestra atención, disculpad que me haya extendido y mis mejores deseos para todos.
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