Eugenio Piñeiro sobre 'La colonia infernal': "El lector que se atreva a sumergirse en estas páginas, se enfrentará a sus terrores más atávicos"

Ediciones Atlantis presenta este viernes en la localidad coruñesa de Melide 'La colonia infernal', una novela de ciencia ficción escrita por el autor Eugenio Piñeiro Mejuto en la que el lector se enfrentará a sus terrores más atávicos, en una perfecta pesadilla ambientada en una colonia minera del espacio exterior sumergiéndose en una trama muy elaborada y sólida, compuesta por el autor alrededor de unos elementos muy originales y novedosos.

La colonia infernal es el cuarto libro que publicas con Ediciones Atlantis. ¿Hay algún título al que le tengas especial cariño?
La verdad es que no. Son todos como si fueran mis hijos, aunque he intentado escribir sobre diferentes temas en cada uno de ellos. El Heraldo del Caos es una historia épica de desamor. El Observador es una novela negra de alta tecnología. La odisea de Tashiko es una space opera protagonizada por una nini del futuro. Y con La colonia infernal, vuelvo a mis orígenes juveniles como escritor de terror. Y aunque todas se podían enmarcar dentro del género de ciencia ficción, traté de dar a cada obra su propio carácter.

¿Cómo ha sido la evolución de Eugenio Piñeiro como escritor?
Pues estoy intentado escribir relatos más cortos. He detectado ciertos suspiros de pesadez cada vez que intento vender uno de mis libros a un nuevo lector, que reacciona así ante el grosor de mis anteriores trabajos. Así que estoy tratando de contar historias que quepan en una sola libreta gorda, pues sigo trabajando de esta manera. Escribo en libretas durante un año o unos cuantos meses, y luego lo paso al ordenador. Y este método funciona bastante bien, porque me permite reducir el número de las dichosas erratas y me ayuda a estructurar mucho mejor la historia de turno. Además, suelo tardar un mes en pasar el manuscrito a limpio.

¿Qué tienen en común todas tus novelas?
Aparte de que se enmarcan en el género de ciencia ficción, también presentan grandes dosis de acción y aventura, con tiroteos incluidos. Los relatos que escribo están a medio camino entre la ciencia ficción dura y la ciencia ficción blanda. Además, en mis historias, los personajes femeninos son tanto o más importantes que los masculinos. Ya era así en El Heraldo del Caos, mucho antes de que se pusiera de moda que los políticos y las políticas fuesen a protestar a las manifestaciones del 8-M. Y de aquí paso al siguiente rasgo característico, porque estoy obsesionado con todo tipo de prejuicios (sobre la política, la sociedad, el sexo, la religión...). Escribir ciencia ficción me permite criticarlos e ir más allá de las convicciones sociales imperantes. También hay otra constante que se presenta en mi obra, y es la intrincada participación de las inteligencias artificiales en el desarrollo de cada historia. En cierta manera, continúo el trabajo de Isaac Asimov, al mismo tiempo que intento preparar al lector para que se enfrente a los desafíos tecnológicos-filosóficos del futuro próximo que se nos viene encima. Y por último, pero no por ello menos importante, suelo plasmar una revelación trascendental al final de cada historia, que a menudo marca el inicio del tercer acto de la obra. Suele ser una revelación espiritual, basada en los últimos descubrimientos científicos sobre el cosmos o la evolución de los seres vivos. Es mi manera de recompensar al lector que se animó a adquirir uno de mis relatos para pasar el tiempo, para que termine de leerlo siendo un poquito más sabio que cuando empezó.

¿Qué se van a encontrar los lectores en La colonia infernal?
El lector que se atreva a sumergirse en estas páginas, se enfrentará a sus terrores más atávicos, en una perfecta pesadilla ambientada en una colonia minera del espacio exterior. El lector que ya está habituado a estas lides, encontrará enseguida la referencias. Al principio, la novela se parece a Alien, por la mitad, a Dead Space, y por el final, a Doom. Incluso aparece un personaje que se llama Jason Krueger, en homenaje a los dos asesinos slashers más populares del cine de terror. Esta historia es un auténtico horror survivor en formato de libro. Pero los protagonistas no tendrán que vérselas con aliens, necromorfos y demonios, sino contra seres que meten mucho más miedo... Pero no diré aquí contra qué luchan, ya lo leerán ustedes.

Eres ilustrador aficionado y usas tus diseños para promocionar tus libros. ¿Has considerado incluir ilustraciones en tus novelas?
La verdad es que no. Antes de ser escritor, traté de ser dibujante de comics. Y una vez, que intenté mandar una de mis obras ilustradas a través de e-mail, tuve que abortar el mensaje porque el archivo en cuestión era demasiado pesado para ser enviado. Así que al final me dediqué a la literatura, porque es muy difícil trabajar en un comic cuando se realiza en solitario, como hacía yo. No obstante, aunque me resisto a dejar esta puerta cerrada del todo, mis novelas ya se explican bastante bien por sí solas, así que no me importa que se queden tal como están, sin ilustración alguna.

¿Estás en un nuevo proyecto? Si es así... ¿nos puedes adelantar algo?
Después de haber publicado La odisea de Tashiko, mis allegados me están pidiendo una historia que no esté tan estrictamente dirigida a lectores adultos, que sea más para todos los públicos. Ya he redactado una historia así, que además es de temática feminista y ecologista... Y de momento, es todo lo que voy a contar al respecto.

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Entrevista a Tomás Herrero Calleja, autor de 'Desde el agujero', una novela distópica de ciencia ficción

Ediciones Atlantis publica 'Desde el agujero', una novela distópica de ciencia ficción escrita por el autor Tomás Herrero Calleja que destaca por ​​​​​​​la fluidez de la prosa gracias a la alternancia de los episodios en el tiempo, que facilita la lectura y permite al lector adentrarse en la psicología de los personajes.

​​​​​​​- ¿En qué momento comienzas a escribir?
Hacía mucho tiempo que llevaba escribiendo alguna historia ficticia para publicar en blogs, pero no daba el paso definitivo cara a comenzar una novela. Cuando nos fuimos a vivir a Países Bajos, donde disponía de más tiempo, comencé a escribir esta historia. Ya tenía la historia rondando por mi cabeza, así que salió todo más o menos de manera fluida. 

- ¿Hubo algún hecho concreto que te inspirara a la hora de crear tu novela?
No especialmente. Me apetecía escribir y fui pensando en premisas y puntos de partida. Me ayuda mucho hacer deporte para ello, y leer por supuesto.

- ¿Qué se va a encontrar el lector en "Desde el agujero"?
Creo que el lector se va a encontrar una historia fluida, donde vamos pasando por diversos episodios de la vida del protagonista con distinto carácter, algunos duros, algunos más divertidos. Todo encuadrado dentro de un estado autoritario y represivo, aunque se pueden encontrar matices extrapolables a la realidad que vivimos hoy en día. Se hacen presentes temas como el amor, la amistad, el dolor o la esperanza, aunque cada uno podrá ir sacando sus conclusiones de cada escena de la historia.

- ¿Te has inspirado en alguna obra o hay algún autor que te haya influenciado?
No directamente, pero creo que es imposible que la experiencia leída no influya. Me encantan las distopías del siglo XX, como por ejemplo Fahrenheit 451 de Bradbury o Números de Zamiatin, aunque hay muchas más. Sin duda este tipo de novelas han ayudado a crear el marco en el que se sitúa "Desde el agujero". Hay muchos autores que me gustan y he leído con especial ahínco, como por ejemplo Bradbury, Chuck Palahniuk, Don Winslow, Murakami, Puzo o Juan Gómez-Jurado. 

​​​​​​​- ¿Qué género sueles elegir a la hora de escoger lectura?
Voy por momentos y rachas, me imagino que como todo el mundo. Por ejemplo, lo último que he leído es bastante variado: Casa Rusia de Le Carré, La muerte del comendador de Murakami, Ubik de Phillip K. Dick y ahora estoy leyendo 4 3 2 1 de Paul Auster. En definitiva, ciencia ficción, novela negra y narrativa. Me gusta ir a las librerías y escoger con calma. 
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José Batista Richarte: "Noviembre bajo el agua" es la muestra de unos sentimientos desconocidos para la gran mayoría de los mortales

Ediciones Atlantis presenta en la localidad de San Fernando 'Noviembre bajo el agua', una novela de intriga con trasfondo histórico escrita por el autor gaditano, José Batista Richarte en la que pasado y presente se unen para dar forma a esta intrigante historia que invita al lector a viajar por los pasajes más nebulosos de la España franquista.

¿En qué momento comienzas a escribir? 
Recuerdo que en mi juventud me gustaba leer libros de poesía, Machado, Lorca, Miguel Hernández. Y en los noventas escribí para algunas agrupaciones de carnaval. 

¿Hubo algún hecho real que te inspirara a la hora de crear tu novela? 
Sí, pero no fue el hecho en sí, sino el río de opiniones que provocó y sigue provocando la ley de memoria histórica. Entre esas opiniones en contra me duele que se intente blanquear las cuatro décadas de franquismo. Entiendo que se pueda y se deba cuestionar la calidad de nuestra democracia, pero cuando se la pretende comparar con la dictadura, entonces, ahí sólo tengo un color, el color de los que se dejaron la piel luchando por la libertad. Entre otras cosas porque la dictadura la viví hasta los diecinueve años, que no son muchos, pero algo sí que puedo contar de aquella oscura sociedad. Ese fue el hecho principal que me llevó a sentarme frente al teclado del ordenador. Luego la novela fue tomando cuerpo y comenzó a explorar caminos diferentes que no estaban en el guión. Y es que al final de todo, como dice el escritor Juan Marsé, una novela acabada, es la historia de un fracaso, porque casi nunca es lo que el autor había imaginado en un principio. 

¿Cómo fue la elección del título? 
Bueno, en realidad el titulo no es mío. En un principio la titulé con el nombre de “La otra cara de Noviembre”. La autora es la joven que participó en la corrección del manuscrito, Adela Gómez Franco, ella fue la que escogió el definitivo nombre: Me gustó porque guarda una relación más acorde con la trama. 

¿Qué has querido transmitir a los lectores? 
Que la sociedad española tiene vida propia. Que ni las cuatro décadas que representó un paso hacia atrás, pudo con las ansias de libertad del pueblo español. Y que por muchos defectos que se le atribuyan al estado de derechos, que los tiene, y los errores que se pudieron cometer durante la transición, que los tuvo, la realidad es que hoy vivimos infinitamente mejor que antes de la democracia. El aumento de la esperanza de vida es un testigo que lo demuestra. 

Noviembre bajo el agua es una novela policía de intriga… ¿Qué la hace diferente al resto? Bueno, de intriga, ficción y también histórica. ¿Diferente? Para mí, creo que lo que la hace diferente, es la muestra de unos sentimientos desconocidos para la gran mayoría de los mortales. Desde la cuna y en la medida que vamos creciendo, asumimos que, por ley de vida, más tarde o más temprano, nuestros predecesores desaparecerán de nuestro entorno, lo que es inusual es que desaparezca el entorno antes que nuestros predecesores. Este detalle se podría decir que la hace diferente a todas. 

¿Qué título de la narrativa actual consideras imprescindible? 
Imprescindible es una palabra demasiado fuerte. Y de casi obligada lectura, como se suele decir, tampoco es para mí la definición correcta. En mi opinión. cualquier historia que seduzca, que emocione, me sirve para continuar ilusionándome con la escritura. De los actuales, los últimos títulos que me han enamorado, tanto por su literatura como por la trama han sido “Todo esto te daré” de Dolores Redondo y “Patria” de Fernando Aramburu, esta última me sorprendió por la singular manera de narrarla. Y la novela que más me impactó en mi vida, fue la que leí de joven y he vuelto a releer este verano “Crimen y Castigo” de Dostoievski. Sin olvidar la obra literaria de José Saramago.


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Gerardo Centeno, autor de 'La libreta de Andrei': "Un buen contexto histórico y unos escenarios cuidados son el mejor abono para que florezca la imaginación literaria"

Ediciones Atlantis presenta este jueves en la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE) 'La libreta de Andrei', una novela francamente sorprendente escrita por el madrileño Gerardo Centeno en la que el autor se desenvuelve con inusitada facilidad en una obra que combina elementos de thriller, novela histórica, romántica, realista o bélica y en la que el fútbol juega un papel predominante. ​​​​​​​

¿Quién es Gerardo Centeno?

Para contestar a quien soy creo que me falta aún camino por recorrer (RISAS) , pero les puedo contar mientras a qué me dedico.

¿Además de escribir novelas como la que ahora presenta la Editorial Atlantis? 

Aparte de a las historias que intento llevar al papel, dedico mi tiempo a la familia, a mi cargo de funcionario, a la práctica deportiva…

Novelista, letrado del Ayuntamiento de Madrid, competiciones deportivas, hijos... ¿Es posible encajarlo todo?

Sí, con organización y mucho entusiasmo. Más la ayuda de mi mujer, sin la que sería imposible.

¿Podría definirse como autor? 

Apasionado e impaciente. Cuando tengo la idea dentro he de sacarla cuanto antes.

¿Qué cosas captan su atención o consiguen inspirarle a la hora de crear una historia?

La realidad siempre supera a la ficción, así que un buen contexto histórico y unos escenarios cuidados son el mejor abono para que florezca la imaginación literaria.

¿Cómo surgió la idea para escribir La libreta de Andrei?

En 2017 se cumplió un siglo desde la Revolución Rusa, lo que me dio pie a pensar  en lo diferente que serían las vidas de alguien de aquella época y de un hombre contemporáneo con las mismas ambiciones e inquietudes. A eso le acompañas de un enigma histórico y un homenaje al mundo del balón y ya está la idea completa.

En su anterior novela, El ciclista, el deporte tenía igualmente un papel destacado...

Es cierto, tres de mis obras tratan en cierta forma deportes que he practicado y conozco bien, pero lo hacen desde un punto de vista más histórico que del mero enfoque de la novela deportiva. Pienso que el deporte, con independencia de la pasión que se tenga por la especialidad en cuestión, es un termómetro de la sociedad de cada tiempo.

¿Quién cree que disfrutará más de la lectura de La libreta de Andrei?

Lectores de todo tipo. Amantes de la Historia, de las novelas de aventuras, apasionados de las curiosidades del fútbol  e incluso los aficionados a los viajes, pues cada escenario de la novela invita a descubrir un rincón de este mundo lleno de lugares increíbles.

¿Cómo ha sido la creación de los personajes? ¿Qué hay de Gerardo Centeno en ellos?

El libro tiene dos personajes principales, uno por cada tiempo histórico. Ellos fueron los primeros en entrar en mi cabeza, y allí fueron tomando forma y presentándome al resto de actores. Así, puede que del Gerardo consciente no tengan mucho, pero seguro que sí del inconsciente.
Cuestión distinta son los personajes históricos citados, los cuales son tratados con el mayor rigor posible. Precisamente en la obra aparece alguien que tuvo un papel crucial en el S.XX. De él extraigo sus orígenes, lo que puede hacer comprender muchas cosas de sus años posteriores.

¿Se podría decir que la obra tiene algo de didáctica?

La mejor crítica que puedo recibir es oír que alguien ha aprendido algo con la lectura del libro.

Si le pregunto por su libro preferido, ¿cuál es el primero que se le viene a la cabeza?

Son muchos los que me han aportado buenos momentos. “El Ocho” de Katherine Neville, “Pandora en el Congo” de Sánchez Piñol, “La Luz que no puedes ver” de Anthony Doerr… pero ahora mismo me voy a decantar por “El Gran Cuaderno”, de Agota Kristof.

Ya para terminar, ¿podría decirme un momento del fútbol o jugador histórico a destacar?Uff, tendréis que leer el libro para intentar adivinar mis preferencias.

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Entrevista al autor de 'La leyenda del conde Lazarejo y otros relatos': Se puede destacar la importancia de la magia que esconde la vida cotidiana

Ediciones Atlantis presenta este viernes en Madrid 'La leyenda del conde Lazarejo y otros relatos', una colección de doce relatos escritos por Cesare Pría en los que el autor aporta una interesante reflexión cargada de humanismo que invita, al acabar la obra, a una relectura más profunda y pausada, con la cual degustar, ahora sí, los matices que impregnan cada página.

¿Cómo surgió la idea para escribir este libro?
Esta es una colección de relatos que se ha ido creando a lo largo de más de cinco años. Cada relato tiene su motivación y su historia particular. Algunos fueron un encargo para ser publicados en alguna antología y otros los escribí en momentos en los que sentí que necesitaba hacerlo o porque quería experimentar con alguna técnica narrativa.
En este sentido, "Silencio" lo escribí para una antología de Ediciones Atlantis que estaba destinada a denunciar la violencia de género. El desafío narrativo que me planteé fue escribir un relato en el que se mostrara toda la crudeza de esta lacra social pero sin narrar ninguna escena de violencia explícita. Por eso, en este relato la violencia está presente todo el tiempo, pero se muestra de modo implícito tanto en la tensión emocional de las dos protagonistas como en las sensaciones, a veces también físicas, que se sugieren.
"La leyenda del conde Lazarejo" es un relato que reúne quizá las otras dos motivaciones que he citado. Necesitaba escribir y experimentar con un relato fantástico ambientado en el pasado. Me apetecía crear una historia sugerente, en el que hubiera imágenes poderosas, como esa especie de flor metálica compuesta por armas colocadas en el suelo alrededor del conde (que tan brillantemente ha reflejado María S. Ozamiz en la ilustración que sirve de portada al libro), o las descripciones del ejército desplazándose -con el sol reverberando en las corazas o en posición de asedio ante las ciudades -, las travesías por el río Po o por la nieve, o la estancia en el Palacio abandonado y decadente de Venecia.
Por su parte "La sonrisa triste" fue una forma de experimentar con la narración en segunda persona. 
Finalmente, cuando vi que tenía un conjunto de relatos considerable, hice una selección que me llevó a los doce relatos que componen el libro y propuse su publicación a Ediciones Atlantis, a quien siempre estaré agradecido por su compromiso con el libro. Fue muy importante también poder contar con María S. Ozamiz para hacer las ilustraciones, porque es una artista maravillosa y es todo un privilegio que aceptara participar de este proyecto.

¿Qué cosas captan su atención o consiguen inspirarle a la hora de crear una historia?
Los seres transparentes. (María S. Ozamiz) 
En el caso de este libro hay dos líneas claras, por un lado están los relatos fantásticos (entre los que incluyo el relato de terror), y por otro los relatos que se centran en distintos problemas sociales.
Por ejemplo, en el caso de los relatos fantásticos, algunos, como el de "Guido, el increíble" nacen de una imagen, la del caballero medieval que surge de una casa de campo moderna tras una explosión y huye al galope. "Los seres transparentes" lo construí a partir de un recuerdo de mi infancia. Por su parte, "Exterminio" lo creé con la idea de ese ser incorpóreo que llega a la Tierra y que empieza a sentirse atrapado por nuestro mundo físico, pero también es un relato sobre la lucha interna que hay en cada uno de nosotros entre nuestra luz y nuestra sombra.
En cuanto a los relatos sobre problemas sociales, nacen todos ellos de la observación de la realidad, y de cómo funciona nuestra sociedad y nuestra relación con ella. De este modo, "El límite de la imaginación" es un relato sobre el desarraigo pero también una historia bastante positiva sobre la superación, la reinvención de uno mismo y el amor a las cosas sencillas. "La sonrisa triste" se aproxima a la importancia de la afectividad en el mundo de hoy y a las terribles consecuencias de la falta de cariño en la infancia. "Darío" pretende mostrar un semblante más humano y realista de las enfermedades mentales, y contribuir a que se piense más en ellas y se apoye a los enfermos mentales y a sus familias porque, por desgracia, este tipo de enfermedades, a mi juicio, siguen siendo un tabú y no reciben el apoyo ni institucional ni social que merecerían, viviendo estas enfermedades -tanto quienes las padecen, como sus familiares y personas allegadas - con demasiada soledad.
En definitiva, cada relato tiene su peculiaridad en este sentido.

La leyenda del conde Lazarejo.
(María S. Ozamiz )
¿Existió el conde Lazarejo? ¿Por qué lo consideraste como protagonista de uno de tus relatos?
No, no existió el conde Lazarejo. "La leyenda del conde Lazarejo" no es un relato histórico, sino un relato fantástico con el telón de fondo del periodo histórico del Renacimiento, el cual se sugiere al lector sobre todo para crear en él una referencia y un marco estético.
Por otro lado, el nombre de Lazarejo proviene de un arroyo del río Guadarrama que se llama así y lo utilicé por su relación con "lazarillo", ya que el conde Lazarejo pretende ser un guía de las personas que le acompañan.
Lo consideré como protagonista porque para el relato quería una figura heroica, de la forma en la que el conde Lazarejo se comporta como un héroe, con un carácter épico, pero también con todo el misterio que encierran sus capacidades y su comportamiento.

¿Hay algún hilo conductor común a todos ellos?
Nunca más (María S. Ozamiz) 
Cada relato es distinto e independiente, pero me ha sorprendido advertir cómo, relatos escritos en distintos momentos y por causas distintas a lo largo de varios años, parecen tener un espíritu común, por decirlo de algún modo. De este modo, se puede destacar la importancia de la magia que esconde la vida cotidiana y la invitación a apreciarla cada día; o lugares como la Catedral de Saint Paul de Londres, que aparecen en distintos relatos. También se repiten temas como el amor, en distintas aproximaciones. También cabe hacer referencia a la búsqueda de imágenes con fuerza, así, en el caso de "Exterminio" se puede hacer referencia a las visiones del ser incorpóreo cuando observa la Tierra desde las alturas para luego descender a pie de calle como si estuviera tumbado en el suelo y mirar desde allí, o cuando se cuela en las casas del barrio al que acude a cumplir su misión, y, quizá, la que resulta muy potente en el contexto del relato -sobre todo por su sencillez - es el cojín de colores en el sofá.

​​​​​​​Tienes publicaciones de géneros diversos. A la hora de escribir, ¿con qué género te sientes más cómodo?
Me gusta la narrativa, porque llevo ya bastantes años estudiándola y tratando de practicar el oficio. Los aspectos técnicos de la narrativa me han interesado mucho siempre. En este sentido, una novela es menos cómoda, por utilizar la palabra que mencionas, porque requiere un espacio de tiempo muy dilatado, en el que la historia te acompaña cada día, y debes combinar la aplicación de la técnica con la imaginación y, muy importante, la memoria (para tener siempre presente determinados aspectos y detalles). Después están la infinidad de correcciones y repasos, y la diferencia entre lo que concebiste inicialmente y el resultado definitivo, que siempre acaba siendo grande, porque las historias, en cierto modo, parecen tener una especie de vida propia en la que las cosas encajan o se complican a veces de un modo muy sorprendente. Escribir una novela requiere mucho compromiso y constancia.
Los relatos tienen la ventaja de que se dilatan menos en el tiempo. La historia puede concebirse de principio a fin con mayor facilidad, y se controla todo un poco mejor. Sin embargo, en ocasiones los relatos son más difíciles de escribir porque permiten menor margen de error y exigen mayor perfección, quedar más "redondos" (por utilizar una expresión coloquial que sea expresiva de lo que quiero decir). La novela te permite mayor digresión y los errores, a priori, se notan menos. La poeta Ada Salas dice, en relación con la poesía, que los poemas no se pueden escribir a medias, o salen o se quedan frustrados. Con los relatos pasa lo mismo, y eso es un nivel de dificultad añadido.
Los artículos me resultan muy divertidos de escribir, pero es muy difícil alcanzar el nivel de los grandes articulistas que te atrapan con la primera línea y en poco espacio dejan una gran carga de profundidad.
En definitiva, todo depende. Lo importante es seguir esforzándose y no dejar de aprender.

Si le pregunto por su libro preferido… ¿Cuál es el primero que le viene a la cabeza?
La verdad es que se me vienen varios a la vez y no sabría cuál elegir. Prefiero decirte, si me lo permites, autores, como Pavese, Virginia Woolf, D.H. Lawrence, Natalia Ginzburg, Ted Hughes, Ada Salas, Josep M. Rodríguez, Antonio Gamoneda, Juan Ramón Jiménez, María Tena, David Trueba, Peter Cameron, Scott Fitzgerald... podría seguir citándote muchos.
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Marta Adelantado Jaso: al centrarse en el destino, el foco siempre fueron las lecciones aprendidas, las reflexiones morales y la evolución de los personajes


Ediciones Atlantis presenta este miércoles en Zaragoza ‘Memorias de un burlador del fin’, una novela exploradora y valiente, inteligente y definitivamente distinta, escrita por la autora, Marta Adelantado Jaso.

· ¿En qué momento comienzas a escribir? 
Comencé a escribir en cuanto fui capaz de poner palabras sobre el papel con cierta fluidez, e incluso antes ya imaginaba historias para mí misma. 

Siempre ha sido una de mis pasiones, independientemente de la rama. En gran parte creo que fue por influencia de mis padres, quienes cada noche creaban cuentos para mí, y que más tarde me introdujeron en la lectura. 

·¿Cómo ha sido el proceso creativo? 
Ha sido un proceso que ha durado años, ya que el libro ha pasado por múltiples revisiones en las que añadía, quitaba o cambiaba contenido. 
Desde su primer boceto parece casi una obra diferente. 
Lo único que mantuve sin cambios fueron las tramas principales y sus personajes, que planifiqué mucho antes de comenzar a escribir. Esto incluyó aspectos como definir cada personalidad o los mapas del Reino en el que tiene lugar la novela. 
La trama fue avanzando de forma relativamente constante, mientras que muchas de las reflexiones y también parte de los diálogos, surgían gracias a momentos de inspiración que me obligaban a ponerme a escribir en ese mismo instante fuese como fuese, incluso sobre las servilletas de un bar o mi propia mano. 

·¿Cómo surgió el título? ¿Qué has querido transmitir a los lectores? 
Lo cierto es que la idea del título es que trasmita exactamente qué es libro, un guiño al lector una vez lo ha leído. Surgió una vez di por acabado el primer borrador de la novela, que pese a ampliarse con las correcciones, ya contenía lo esencial. 
Curiosamente, al conocer la noticia de la publicación, algunas personas de mi entorno sugirieron que debía optar por “El Burlador del Fin” por ser un título más corto. Sin embargo, yo no considero que Isaac sea el centro de la historia y espero que cuando finalmente lo lean, comprendan esta decisión. 

·Memorias de un burlador del fin es una novela exploradora y valiente, inteligente y original. ¿Qué crees que hace a tu novela diferente al resto de novelas de fantasía? 

En primer lugar, gracias por esas palabras. 
Respondiendo a la pregunta, aunque la base sea claramente fantasía, al centrarse en el destino, el foco siempre fueron las lecciones aprendidas, las reflexiones morales y la evolución de los personajes. Creo que el enfatizar en estas interacciones y su trasfondo, me permitió alejarme de algunos de los clichés de este tipo de novelas, pasando a un plano más filosófico. 

·Siendo uno de los temas principales del libro, tenemos que preguntar, ¿crees en el destino? 
Sinceramente, no. 
Es un concepto que siempre me ha resultado interesante, pero creo que elegir nuestro futuro está en nuestras manos. Por otra parte, sí que creo que hay factores que inevitablemente favorecen tener ciertas oportunidades, y que la suerte juega un papel importante. 
Parte de los debates del libro plantean estas cuestiones, pues incluso en un mundo en el que los protagonistas saben que el destino es algo real, sus normas y limitaciones pueden cuestionarse, así como hasta dónde justifican el comportamiento humano. 

·Algunos debates que planteas recuerdan a autores y obras clásicas. ¿Es así? ¿Qué obras o autores te han influenciado? 
Gran parte de estos debates se centran en temas clásicos como el destino, las relaciones humanas o el bien y el mal. En ese sentido, creo que es fácil que recuerde a este tipo de obras. Personalmente, aunque disfruto con algunas obras clásicas, no sabría decir hasta qué punto me han influenciado más que otros autores actuales. 
Si hay algún clásico del que tenga clara una influencia directa, es de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, ya que es uno de los libros que más me ha marcado. En especial, creo que se puede ver en cómo Isaac analiza y aprende de las personas que se encuentra en su camino. 
En cuanto a otros libros y autores actuales, me viene a la cabeza un libro de mi infancia, Corazón de Tinta de Cornelia Funke, ya que siempre he adorado las historias que se centran en los propios libros, y El mundo de Sofía de Jostein Gaarder, en parte por la misma razón, pero principalmente por cómo fue capaz de integrar la filosofía. 

·Si pudieras ser la protagonista de un libro… ¿En cuál te encontraríamos? 
Sin ningún lugar a duda, estaría en Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll que, por cierto, me gustaría pensar que también me ha influido. 
Pasearía por todos los parajes observando la magia de cada rincón, porque cada aspecto del libro está envuelto en una fantasía y creatividad que desbordan. También querría conocer a cada uno de los personajes y disfrutar de todo lo que pueden enseñar desde su percepción de la realidad, aunque ello me hiciese perder la cabeza.                                                                                                               


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Entrevista a Lola P. Rincón: "Me gusta que cada lector cree en su mente la imagen de sus propios personajes"

Ediciones Atlantis presenta este sábado en Trebujena 'Mil pedazos de Victoria', una novela de ficción erótica escrita por la autora gaditana Lola P. Rincón en la que el lector encontrará alegría, tristeza, sexo, amor, algo de intriga y una sutil dosis de humor. 

¿Cómo surgió el título?
Nació durante el desarrollo de la historia y refleja el interior del personaje principal.

¿Que has querido transmitir?
Estaba harta de la típica historia de la chica muy joven e inexperta. Necesitaba un personaje femenino inteligente, independiente y con valores. Alguien capaz de hacer lo que se propusiera en cualquier momento.

¿Cómo ha sido el proceso creativo de la novela?
Toda una aventura. Jamás hubiera pensado que yo podía crear algo así, pero desde el principio, me sumergí totalmente en ella; las situaciones, personajes y diálogos iban surgiendo a la misma velocidad con la que iba escribiendo. He disfrutado al máximo de cada palabra, incluso a veces estaba deseando tener tiempo para poder escribir.

¿Que se van a encontrar los lectores en "Mil pedazos de Victoria"?
Una historia amena y fácil de leer, en la que se mezclan, alegría, tristeza, sexo, amor, incluso algo de intriga y una sutil dosis de humor.
Los personajes son reales como la vida misma, y descritos generalmente desde su interior, pero con una descripción física a medias o incluso casi inexistente. Me gusta que cada lector cree en su mente la imagen de sus propios personajes. 

En tu caso el escritor ¿nace o se hace?
No puedo negar que lo principal es saber amar la lectura, bien porque naciste con ello o por el entorno en el que te criaste. Yo en particular, nunca pensé que pudiera ser capaz de escribir una novela, a mí lo que me llevo a hacerlo fue mi propia necesidad literaria, puede que no buscara lo suficiente, pero llegó un momento en el que no encontraba lo que me apetecía de leer, así que me embarque en el proyecto de crear mi propia historia, cosa por la que doy gracias todos los días. Así que puede decirse que en mi caso, se hace.

Si pudieras ser el protagonista de un libro ¿En cuál te encontraríamos?
Lo tengo clarísimo, sería Sinuhe el egipcio, me fascina.
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Interesante entrevista a Ramón Otero, autor de 'Relatos para soñar': "Creo que vomito sobre el teclado lo que llevo dentro, sin filtro alguno"


Ediciones Atlantis presenta este sábado en Alcañiz ‘Relatos para soñar’, un libro escrito por el autor vigués residente en esta localidad, Ramón Otero.

"Somos mucho más que un cuerpo, y esa parte nuestra que va más allá, es la que se conmueve con la música, la que nos sugiere cosas que nunca hemos experimentado". 

¿Quién es Ramón Otero? 
Es una pregunta difícil, cuándo estás acostumbrado a ser una misma persona, pero con muchas variables según el momento. Te puedo decir qué soy simplemente, el proyecto de hombre que quería ser cuándo era pequeño. 
Nací el cinco de julio de mil novecientos ochenta y dos, en Vigo, en pleno Mundial de fútbol. Desde entonces hasta hoy, todo ha pasado en un momento. He vivido en media España por mi trabajo, he conocido gente increíble en todas partes, y he tenido la suerte de cumplir muchos de mis sueños, cómo recorrer el Mediterráneo con un buen amigo en Interrail, o cruzar el Sáhara en todoterreno, con una ONG que me regaló una experiencia increíble, con gente, lugares y vivencias que siempre se quedarán para el recuerdo.

¿Podrías definirte como escritor?
Me resulta tan grande la palabra escritor… Llevo escribiendo toda la vida, la verdad, pero creo que pocas veces he dicho de algo mío, “esto es bueno”. Sin embargo, aquellas personas de mi entorno que leían lo que yo escribía, me animaron a salir a la luz, de ahí que haya dado el paso. Pero creo que debo hacer más para ganarme el término de escritor.
Si tuviera que definirme, te diría que escribo cómo siento. No pienso. Las cosas salen sin más. Creo que vomito sobre el teclado lo que llevo dentro, sin filtro alguno, y no sé sinceramente, si es malo o es bueno. 

¿Qué te impulsa a escribir?
Escribo porque me ayuda a vivir. Es una terapia, sinceramente. Es darle voz a sentimientos que creo que son comunes en todos, pero que a veces, por motivos que yo no comprendo, las personas dejan olvidados, o simplemente prefieren vivir sin ellos. Escribo porque siendo cáncer cómo soy, llevo inherente a mí, una marea de sentimientos, y si no los expreso, reviento. 

Cada capítulo lleva por título una canción. ¿Qué significado tiene para ti? ¿Te han servido estas canciones de inspiración para escribir los relatos?
Cada canción es la llave que dejo, para que la lectora, o el lector, abra las puertas a los momentos que he creado. Escuchando esos temas, una idea, o una imagen es la que acudió a mí, y desde esa imagen, es cómo se concibieron los relatos. Somos mucho más que un cuerpo, y esa parte nuestra que va más allá, es la que se conmueve con la música, la que nos sugiere cosas que nunca hemos experimentado. 

¿Qué nexo de unión podemos encontrar en estos relatos?
Todos tienen en común que son salvajes, para lo bueno y para lo malo. Son cómo cachorros que nunca han sido educados. Unos contienen algo bueno, otros algo malo. El amor también está presente en todos. Ya sea un amor fraternal, o uno enfermizo, un amor eterno o uno que nunca hemos olvidado. En todos los relatos, he tratado de dejar escondido un concepto, una moraleja, algo que podamos sacar en claro. 

¿Qué sentimientos esperas provocar en el lector? ¿Cuál es para ti el sentimiento o emoción más complicada de transmitir?
Me gustaría que la lectora o el lector, que cruce las páginas de “Relatos para Soñar”, llegue a cruzar esa puerta que le muestro, y que se pueda sumergir en ese lado de las cosas que yo he encontrado. Creo que no hay nada más bonito en la lectura, que el sumergirte en una historia de tal manera, que quieras volver a ese momento una y otra vez. Si consigo que quién lea estos relatos, se sumerja en ellos, creo que habré triunfado. 
El sentimiento más complicado de transmitir…quizás me resulta complicado transmitir estados de ánimo que nunca haya experimentado. Creo que los personajes de estos relatos, son todos personajes movidos por la pasión. No soy capaz de concebir un mundo sin pasión, sin fuerza en lo que hagamos. Creo que las emociones grises, ambiguas, no soy capaz de transmitirlas porque nunca las he manejado.

¿Por qué la primera obra de Ramón Otero es una colección de relatos?
Porque es el género literario quizás menos valorado. Hoy en día, percibo que se tiende a despreciar el relato corto. A la hora de publicar, las editoriales convencionales, pueden apreciar tu trabajo, pero te responderán “lo siento, no trabajamos con relatos porque no tienen salida”. Me parece un error extraordinario. 
Tengo en mi memoria relatos cortos de Isabel Allende, en Cuentos de Eva Luna, que nunca he olvidado. Otros de Isaac Asimov, increíbles. Hay canciones que en dos minutos nos pueden hacer llorar de la emoción, o llevarnos a lugares lejanos. Creo más en las emociones que en otra cosa, y para provocar una emoción no necesitas más o menos tiempo, sino hacerlo del modo adecuado. 
A veces conocemos personas que sólo veremos un día en nuestra vida, pero que nos aportan más, que otros que tendremos a nuestro lado durante años. Creo que sucede lo mismo con los relatos. 

¿Relatos para Soñar es un libro para estar en la estantería o en la mesilla?
En la mesilla, definitivamente. En la maleta de viaje, o en la playa en verano. Es un libro concebido para que el lector lea en pequeñas porciones, para que asimile lo que está escondido en cada relato, y para que vuelva las veces que quiera a experimentar lo que se vive en cada momento creado.

¿Qué género sueles escoger a la hora de elegir lectura?
Te diré mejor cuál no escojo jamás. La autoayuda. Los libros de autoayuda me dan pánico. Veo personas que buscan en ciertos “gurús” soluciones a sus problemas, cuando en realidad las soluciones las tienen en su interior, al alcance de la mano. 
Leo de todo, mis últimas lecturas están siendo cosas de George Orwell, David Icke, y cómo no, Carlos Castaneda.

¿Hay algún título que te haya marcado especialmente? ¿Por qué?
Varios. De pequeño Momo, un libro precioso que espero que en los colegios sigan recomendando. A mi padre le robaba libros de Sven Hassel, Batallón de Castigo, me trasladó a la miseria de la guerra que sufrían los personajes de sus novelas y de cómo él, preso político de Dinamarca, no tuvo más remedio que luchar y al final, sobrevivir para contarlo. El Club de la Lucha, un amigo me lo regaló hace quince años y desde entonces, lo leo una vez al año. Me cambió la forma de ver las cosas, lo superfluo, lo hipócrita de la sociedad en tantos ámbitos.

¿Algún nuevo proyecto literario? 
Uno que comienzo a escribir ahora, una idea a la que llevaba dando forma desde hace un par de años. Una novela, por el momento ya no habrá más relatos, a no ser que la gente pida, que vuelva a crear más de esas puertas a momentos imaginarios, que con “Relatos para Soñar” y con la ayuda de Ediciones Atlantis, he creado.
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El empresario José Manuel Muriel regresa a la literatura con su nueva obra 'Los lobos y otros relatos'

Ediciones Atlantis presenta este viernes en Madrid ‘Los Lobos y otros relatos’, una colección de relatos de suspense, misterio y terror escritos por el autor jienense José Manuel Muriel. Esto es lo que nos cuenta en la entrevista que le hemos realizado desde Ediciones Atlantis.

¿Cómo surgió la idea para escribir este libro? 
Este libro es una continuación de una colección que empezó hace más de 40 años, con Relatos en la noche, continúo con Pesadillas y sigue ahora con este Los Lobos.
Es un tipo de literatura que me gusta mucho, tanto escribir como leerla.

¿Qué se va a encontrar el lector en Los Lobos y otros relatos?
El lector se va a encontrar con una serie de relatos, que a veces le sobrecogerán, otras lo asustaran, otras lo inquietaran, pero en todos los casos estoy seguro que les entretendrán.

¿Qué destacarías de este libro sobre los escritos anteriormente?
Destacaría lo novedoso de los relatos y me gustaría llamar la atención sobre Almas en el Purgatorio, en sus dos partes, porque se mezclan lo fantástico con lo real, de una forma muy natural.

¿Por qué has elegido el relato de Los Lobos para dar título al libro?
Los lobos es casi una novela corta y representa quizás mejor que ningún otro relato el sentido y lo que he pretendido al escribir estas historias. De ahí que sea muy lógico que de título al libro.

¿Hay algún autor u obra que te haya influenciado?
Muchos, antes que escritor soy un lector permanente, pero quizás destacaría, por elegir a uno solo a POE.

¿Qué situaciones o hechos te motivan a escribir?
Cualquier situación del día a día, por muy simple que pueda parecer, me inspira una historia. Casi todas ellas parten de una vivencia real, como El perrito, El viejo del paraguas, etc.


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J. P. Sánchez sobre los personajes de 'Historias de la Confederación': "Cada frase, cada gesto o mueca tienen un por qué y será cosa del lector averiguarla"

Ediciones Atlantis presenta este viernes en Marbella 'Historias de la Confederación. El augurio de la caída', una novela de ciencia ficción escrita por el joven escritor de esta localidad malagueña, J. P. Sánchez.

¿Qué te impulsa a escribir?
Desde muy joven siempre fui un fan ferviente del cine. Me maravillaba con películas como "El señor de los anillos" o "Star wars". Me quedaba embobado viendo los vastos universos que la gente era capaz de crear, y fantaseaba con yo poder hacer lo mismo. Durante mucho tiempo estuve estudiando en el campo audiovisual, deseando convertirme en director de cine o en guionista. Con el tiempo varié mi dirección hacía la literatura, gracias a autores como Scalzi, Bradbury o Asimov, que me mostraban los mundos que se podían crear entre las hojas de un libro. ​​¿Qué me impulsa a escribir?
Dos cosas: fascinar a la gente con mis historias, hacerles disfrutar con ellas; y la felicidad que me aporta. Cuando escribo me siento realizado y saber que ello puede acabar encantado a la gente es algo que me hace sentir realizado.
La literatura, la pintura, el cine... El arte en general, es un elemento que ayuda a mover el mundo, ha hacerlo más divertido y nos ayuda a desconectar durante un rato. Y eso es algo que nunca debemos olvidar.

¿Qué se va a encontrar el lector en Historias de la Confederación. El augurio de la caída?
Historias de la Confederación sigue las pautas que yo creo indispensables para cualquier obra, ya sea literaria o de cine, que te haga reír y llorar, pensar y disfrutar. Habrá un poco de todo, como en las grandes historias; como en la vida real. El futuro es brillante pero los engranajes que lo componen no tanto. Edwart Roth es un joven como somos, o hemos sido, cualquiera de nosotros; con sus ideales, sus sueños y con un amor bastante entregado a su familia. Pero se verá forzado a hacer cosas que jamás creyó tener que hacer. Reuniones con peligrosos jefes criminales, ser perseguidos por sicarios que nadie puede reconocer o encontrarse frente a frente con la persona más buscada de todo el sistema. Pero no todo será malo, la gente que conocerá, las aventuras que vivirá... todo le marcará. Y entre todas esas personas que la sociedad tacha de criminales, traidores e inútiles, puede que llegue a hallar a su nueva familia, incluso el amor.

¿Qué tiene de especial el mundo que has creado para tu novela?
Es algo nuevo pero a la vez resulta familiar. Nos encontraremos con todos los elementos que tanto caracterizan a la novela de ciencia ficción: viajes espaciales, alienígenas y nuevos mundos, y los que caracterizan a nuestra sociedad actual. Habrá injusticias raciales, corporaciones comerciales dispuestas a todo con tal de alcanzar su objetivos y el beneficio, políticos corruptos que desean ocultar todo lo que han hecho hasta llegar a su posición... todos podremos ver el reflejo de esta sociedad futura en las cosas que vivimos a día de hoy. Pero creo que el elemento más innovador, o al menos el más llamativo, es que asumo en mi obra como es la vida. No es justa, nadie es intrínsecamente malo ni bondadoso, todos tienen un por qué para hacer lo que hacen; y estar ante el cañón de un arma puede ser lo último que hagas. Mis personajes entran en escena, algunos durante más tiempo que otros, y se van. Unos mueren, otros se apartan... pero siempre se cobra un precio. Intento que sea lo más real posible y que él que lo lea tema por la vida de su personaje favorito; lo siguiente que haga puede ser lo que se cobre su vida, y temerás por él.

¿Cómo ha sido la creación de personajes?
Ha sido lo segundo mas difícil que he tenido que hacer en el libro, lo primero fue la creación del vasto universo que rodea a la obra y que está lleno de matices. Quería que fuesen lo más reales posibles y ello requirió de muchas horas; de crearles un pasado, de saber que les mueve, cuáles son sus deseos, sus miedos... Cosas que no se ven directamente escritas en las paginas pero si reflejadas en los personajes. Cada frase, cada gesto o mueca tienen un por qué y será cosa del lector averiguarla, desentrañar los hilos que componen a ese personaje para ver realmente en su interior. 

¿Te has inspirado en alguna obra o hay algún autor que te haya influenciado?
He leído mucho durante toda mi vida, en especial en los últimos ocho años, pero hay dos autores que realmente me han influenciado. Por un lado está John Scalzi. Su humor, la forma que tiene de narrar y la composición de sus tramas han sido mi principal influencia a la hora de crear mi estilo. Y Andrzej Sapkowski, con su saga del brujo Gerald, me ha demostrado que en los buenos no está el interés. Los personajes que realmente llaman la atención son los que se alejan de los caballeros de capa y espada, los buenos que luchan porque es lo que deben hacer. Las personas de verdad son los que tiene miedo, los que no quieren hacerlo pero saben que es necesario. Aquellos que nadie le podría una estatua por su pasado pero su fuero interior le dice que lo haga, aunque nadie se lo reconozca. Eso son los personajes que me gustan, los que están marcados por una larga escala de grises; los que son capaces de ayudar a una ancianita a cruzar la calle pero luego se dedican a hacer cosas nada loables. Seres humanos, nada de héroes de las portadas de comic.

Un libro de tu infancia sería…
Indiscutiblemente: "La guerra de los mundos" de H.G Wells. Me la leí a los quince años y fue la primera novela que fui capaz de terminar. De joven la literatura despertaba en mí una fuerte repulsión, quizás por la obligación de leer que me imponían en mi colegio, pero esa fue diferente para mí; marco un antes y un después. Me mostró que los libros podían ser mucho más de lo que creía y despertó en mi el amor que hoy tengo por el género de la ciencia ficción, aparte de un interés bastante grande por lo que pueden llegar a ocultar las estrellas. Si hoy debo dar gracias a algún escritor por ser lo que soy y haber completado mi obra es a H.G Wells, el despertó en mi algo que nadie había hecho hasta entonces.​
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Rafael Andarias: Reina Victoria Hotel, "podría considerarse como una modesta aportación contra la indeferencia y olvido de nuestro pasado"

Ediciones Atlantis presenta este jueves en Jávea Reina Victoria Hotel’, una novela de ficción histórica escrita por el médico y escritor alicantino Rafael Andarias Estevan que combina suspense, acción y amor con la Guerra Civil española como telón de fondo. Descubre más sobre esta novela en esta interesante entrevista a su autor.

¿Quién es Rafael Andarias? ¿Podría definirse como autor? 
Nací en Alicante, pero desde hace más de treinta años resido en Jávea. Estoy felizmente casado y tengo dos hijos. Soy médico en ejercicio y desde siempre he compaginado mi profesión con la escritura en los más diversos ámbitos: columnista del diario Información de Alicante, crítico de arte de la revista de la Consejería de Cultura de la Generalidad Valenciana Papers y colaborador en medios escritos locales. 

En su día me formé en el mundo del guión, teniendo escritos un par de largos (que están guardados en un cajón), un cortometraje y un documental, proyectados ambos en un festival de cine y en un acto cultural, respectivamente. También, escribí una sinopsis de serie documental televisiva que fue finalista en unos Premios Tirant convocados por el diario Levante de Valencia. 

En 1996, promoví una iniciativa innovadora en el mundo del teatro que es el Ajedrez Viviente de Jávea, galardonada con el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional, aunque en realidad es un evento teatral singular y diferenciado. Soy su director desde la primera edición, habiendo escrito la mayoría de los libretos entre los que yo destacaría El último neandertal de Cova Foradada y E pur si muove (una historia de la ciencia) y las adaptaciones teatrales de Romeo y Julieta y Harry Potter y la Piedra Filosofal que conté con la autorización expresa de su autora y de la productora Warner Bros. (relatar los pormenores de esta autorización requeriría una entrevista para eso solo). 

Y hace unos años decidí dar el salto a la novela y surgió Reina Victoria Hotel

¿Qué cosas captan su atención o consiguen inspirarte para crear historias? 
Me gusta estar al tanto de la actualidad cotidiana, principalmente, a través de los medios escritos, donde las noticias están reposadas y ordenadas fuera de la inmediatez y el maremágnum digital. Y es en estos medios escritos donde uno, si sabe buscar, encuentra historias que pueden inspirarte. De todos modos, no hay que olvidar que la cultura y las convicciones personales, así como la reflexión que uno realiza sobre los más diversos asuntos de la vida, influyen decisivamente en la creación final de una obra. 

¿Por qué Reina Victoria Hotel? ¿Qué relevancia tiene este lugar en su historia? 
Es una respuesta que me gustaría que el lector descubriese por sí mismo y no realizar destripe, pero hay tantos elementos sorprendentes en la novela que este no tiene importancia… Así, que adelante… Hace referencia al desaparecido hotel alicantino que estuvo ubicado en el conocido paseo de la Explanada, donde transcurre parte de la trama, y su tachado se debe a que con la llegada de la República se eliminó la primera palabra. Existen imágenes con el tachado (en realidad, es doble tachado) que podrían ser esas etiquetas con cordel que se colocan en los equipajes. Imagino que, al principio, las guardarían y empezaron a usar las nuevas sin “Reina”, pero luego con la llegada de la guerra y con la carestía de papel y de otros suministros de impresión, supongo que decidieron rescatarlas y proceder a su tachado que es un proceso más sencillo… Es una simple conjetura y no deja de ser una licencia creativa que, sin duda, debe de llamar la atención del lector. 

En cuanto a la relevancia del Hotel Victoria en la novela, se sabe que fue un nido de espías durante toda la Guerra Civil con relevantes sucesos que ahora sería prolijo contar; y en las últimas semanas de la guerra, posiblemente, acudieron, tanto en calidad de huéspedes como asiduos del restorán-cafetería, republicanos de toda condición a la espera de exiliarse embarcando en los buques que se suponía que iban a enviar las democracias europeas… Como es sabido, eso, desgraciadamente, no fue así. Debo señalar que la atmósfera de ese restorán-cafetería tiene ecos de una obra maestra de la ficción del pasado siglo que todos tenemos en la mente, y en su interior los personajes de la novela se ven inmersos en el ambiente de intriga e incertidumbre que reina en el último reducto republicano. 

¿Cree que su libro es importante y consigue cubrir un vacío existente en los libros de historia sobre cómo se desarrolló la Guerra Civil en Alicante? ¿Cómo ha sido el proceso de documentación? 
Voy a responderle a estas dos preguntas a la vez, porque sus respuestas están relacionadas. Le diré que el libro es, sobre todo, una ficción: una combinación de suspense, acción e historia de amor con un telón de fondo histórico. Cuando tenía la semilla de la historia en mi mente empecé a documentarme y, poco a poco, me di cuenta de que nuestra Guerra Civil, incluyendo la República y los años previos, es un periodo desconocido para la mayoría. En este sentido, quiero decir que la trama cardinal de la novela, que se me ocurrió leyendo un reportaje en prensa y que luego amplié con bibliografía de peso y con la colaboración de especialistas e historiadores, es totalmente verosímil y que podría haber sucedido en realidad, pero fruto de este desconocimiento general de nuestra historia, a más de un lector le puede dar la impresión de lo contrario. 

Con respecto a la novela, como se desarrolla en tres días de la última semana de la Guerra Civil, me percaté enseguida de que, para que se comprendiese, debía explicar lo que había sucedido en las semanas anteriores; pero como es un periodo intrincado, difícil de entender e ignoto, como he dicho, para la mayoría, me vi en la imperiosa necesidad de realizar una “labor pedagógica” durante el curso de la narración, sin perder el pulso de la trama. Creo que hay hechos que se cuentan en la novela de ese período que sorprenderán a más de un lector, pese a ser conocidos. 

En relación a lo que menciona de que la novela pueda cubrir un vacío existente en los libros de historia sobre cómo se desarrolló la Guerra Civil en Alicante, he de decir que los hechos históricos que sirven de telón de fondo son también consabidos, pero desconocidos para la mayoría… No sé… Da la impresión de que a nadie le importa saber nuestro pasado… Y creo que los alicantinos, hablo en general, tenemos parte de culpa, porque no hemos sabido divulgar nuestra historia, sobre todo lo acontecido en esas últimas semanas de nuestra guerra, pues no es periodo meramente localista, sino que adquiere una trascendencia nacional, incluso internacional. 

En cierto modo, la novela podría considerarse como una modesta aportación contra la indeferencia y olvido de nuestro pasado. Le voy a dar unos ejemplos: ¿Cuánta gente sabe que el bombardeo del mercado por la aviación italiana causó más de trescientos muertos y centenares de heridos, muchos más que el de Guernica? (Lo que sucede es que ningún artista famoso se interesó por el tema). ¿Y que el último Gobierno presidido por Negrín estuvo en el pueblo de Petrel? ¿Y la odisea del Stanbrook? (Últimamente con lo del Aquarius se ha sacado del olvido). ¿Y que Miguel Hernández, que aparece en la novela, estuvo el 28 de marzo de 1939 en Alicante? (Según parece no trató de embarcar en este buque por no abandonar a su familia y no disponer de pasaporte; aunque al final sabemos que muchos embarcaron sin pasaporte) ¿Y que Alicante no fue tomada por Franco, sino que fue ocupada por tropas italianas que marcharon por las avenidas y calles principales de la ciudad hasta que días después llegaron las franquistas por mar?... Y hay muchos más ejemplos. 

¿Qué clásico de la literatura considera un imprescindible? 
En primer lugar, quiero hacer la salvedad de que no me considero una autoridad para ir dando consejos como si fuera un crítico avezado o un escritor consagrado, pero como usted me lo pregunta, mencionaré dos obras, según mis gustos y a mi modesto entender: La montaña mágica de Thomas Mann; y más reciente, pero para mí ya un clásico, El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura, y que además guarda cierta relación histórica con el tema de mi novela. Aconsejo su lectura fervientemente a quien no la haya hecho. 

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Sylvia Blixen: "Pájaros en la cabeza soy yo. Son dudas, obsesiones, deseos impronunciables, incógnitas, temores, que picotean continuamente mi pensamiento"

Ediciones Atlantis publica ‘Pájaros en la cabeza’ de Sylvia Blixen, una novela urbana que destaca por la gran originalidad y calidad literaria de esta escritora, que es también diseñadora y que ha realizado el dibujo de portada y las páginas interiores que acompañan el libro. Los trazos de las alas de sus pájaros, precisos e inconcretos a la vez, solitarios y unidos, envuelven gráficamente las palabras de una historia que llega a la mente y al corazón. A la mente, por la cultura que trasluce, sus reflexiones, la superposición de personajes que unen sus vivencias a través de biografía y experiencias, sus diálogos concretos, que siempre sugieren más de lo que delimitan, así como sus espléndidas citas y referencias. Y al corazón, porque es difícil encontrar una narración donde la emoción se entremezcle de tal modo con la historia a desarrollar, concluyendo en un final sorprendente, de una sensibilidad y, al mismo tiempo, un impacto brutal.



¿Qué es Pájaros en la cabeza? 
Pájaros en la cabeza soy yo, una parte fundamental de mí. Son dudas, obsesiones, deseos impronunciables, incógnitas, temores, que picotean continuamente mi pensamiento. Son el resultado de la falta de respuestas a preguntas que todos nos hacemos y que, a menudo, me inmoviliza. Son, por tanto, unos pájaros muy íntimos, pero, a la vez, comunes, en esencia, a todos nosotros. Por eso digo que Pájaros en la cabeza soy yo, y lo afirmo con toda la gratitud de que soy capaz porque Ediciones Atlantis, y J. D. Álvarez como responsable último de la editorial, me han dado tal libertad en cuanto a la idea estética, han captado tan bien el concepto de la novela en todas sus dimensiones y han respetado de manera impecable esa visión de conjunto que yo tenía, de contenido y forma, que han logrado que el libro exprese todo esto.  

¿Crees que en la novela actual no basta con contar una historia? 
La penosa realidad, y no hay más que acudir a cualquier lugar en el que se vendan libros, es que sí basta, basta para mucha gente. Hay maestros de la técnica, verdaderos profesionales del oficio, pero que hacen una literatura demasiado amable, exclusivamente lúdica. Me parece respetable, aunque, personalmente, no me aporta nada, me cansa. Prefiero leer cosas más valientes, que me hagan pensar, prefiero escritores más divergentes, que me incomoden, no que me entretengan.

El libro está lleno de citas. De autores clásicos y de otros menos conocidos. ¿Cuál es, para ti, la función de las citas? 
Hay un archivo en mi ordenador que contiene mi colección de citas y es, quizá, de las pertenencias que más valoro, más incluso que la mayoría de los libros que poseo. Es fruto de algo que practico desde niña y que denomino «espeleología literaria». No son solo citas de escritores, algunas proceden de canciones, de películas, etc. Da igual la forma en que una idea llega a nosotros, cuando nos toca dentro, nos conmueve, nos afecta, nos duele, nos empuja a pensar, se convierte en parte de quienes somos, de los pájaros que todos tenemos en la cabeza. No todos mis pájaros son autóctonos, pero son pájaros, esa es su función en la novela, hacernos pensar y, de algún modo, hacernos comprender que, a lo largo de la historia, las preguntas que todos nos formulamos han sido las mismas, aunque hayan sido expresadas con distintas palabras  y originadas por diferentes circunstancias.

¿Puedes señalar algunos narradores que te hayan influido o, al menos, que pienses que son importantes, diferentes a la media, en su concepción y expresión literaria?
Eso sí que es difícil. Siempre me conmueve Marguerite Duras. A veces me asombra Coetzee, el primer Kundera o la primera Almudena Grandes. Me enternece Benedetti. Me dan envidia Nada de Laforet, Dublineses de Joyce o Primera memoria de Ana María Matute, las primeras novelas de Paolo Giordano, la imaginación de Martín Gaite o los cuentos de Unamuno. Algunas narraciones de Onetti, Leonard Michaels, Luis Landero, Cormac McCarthy o Juan Marsé. Me deslumbra la maestría con que manejan las técnicas Borges o Nabokov, y la desfachatez respecto a las normas de Cortázar o Baricco. Me hace sonreír Sam Savage, que siempre se sale con la suya. Me duelen Pessoa, Virginia Wolf, Sylvia Plath, Idea Vilariño o Alejandra Pizarnik. Me calma Isak Dinesen. Me incomodan con mucha sutileza Jeffrey Eugenides, Hiromi Kawakami, Sábato, Camus o Ishiguro. Hace poco me sorprendió Sam Shepard y nunca me canso de Philip Roth o de Herta Müller. Soy un ratón de biblioteca, como Firmin, el personaje de Savage, no acabaría nunca de enumerar.

¿Qué crees que puede aportar la literatura a la vida? ¿Y la vida a la literatura?
Para mí es indisociable, no podría explicarlo, tendrán que leer ustedes Pájaros en la cabeza si de verdad les interesa mi respuesta. La primera cita de la novela, de Alejandro Baricco, dice: «Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan las historias. Así funciona. Desde hace siglos.» 

¿Cómo podríamos acercarnos, más allá de la lectura del libro, o con ella, al vuelo de estos pájaros?
Escuchando, con la emoción y pensamiento que encierra, algo que aparece en la novela: el Adagio de Albinoni. 

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Estrevista a Mandy Melody, autora de 'Imagínate conmigo': Tanto leer como escribir te dan la oportunidad de viajar a mundos y vivir vidas lejanas a la tuya


Ediciones Atlantis presenta este viernes en Madrid 'Imaginate conmigo', una novela romántica juvenil escrita, por la autora madrileña de 15 años, Mandy Mélody. En sus páginas nos narra, con frescura e inteligencia, la historia de dos amigos que tras separarse llegan a dudar y a no saber diferenciar sus verdaderos sentimientos. Un clásico que la autora resuelve generando una historia bien estructurada e hilvanada, escrita con oficio, coherente y sólida.

· ¿Hubo algún hecho o situación real que te inspiró para escribir la novela?
Todo autor siempre refleja algo de su propia vida en sus novelas. En este caso, mi familia y mis amigos han sido mi principal fuente de inspiración.

· ¿Qué hay de Mandy Melody en la protagonista de ‘Imagínate conmigo’?
Tanto Megan como yo tenemos pasiones similares: románticas empedernidas, devoradoras de libros sin remedio, amantes de los musicales, de las buenas canciones, de las fiestas de disfraces… Creo que si Megan y yo pudiéramos conocernos seríamos muy buenas amigas.

· Tienes 15 años y ya vas a ver publicada tu primera novela… ¿Cuándo comenzaste a escribir? ¿Qué te impulsa a hacerlo?
Comencé a escribir cuando tenía unos diez años más o menos. Siempre había sido una lectora voraz y además de tener un gran amor por la literatura tenía y tengo muchas historias que contar. Así que empecé escribiendo sólo para mí, y al poco tiempo comencé a publicar en la plataforma de Wattpad. Crecí entre mis lectores gracias a mi FanFic de la conocida saga de “Percy Jackson.” Sin esos libros… no hubiera aprendido a escribir jamás.
Ahora escribo a diario, todos los días al menos un par de páginas para no perder la costumbre. Es algo casi mecánico pero igual de reconfortante que al principio.

· ¿Quién crees que podrá disfrutar más de tu novela?
Gente soñadora con ganas de pasar un buen rato ya sea en el metro o en el sillón de su casa. Creo que es una historia que puede llegar a todos ya que trata temas cotidianos que cualquiera ha podido vivir: las relaciones a distancia, la amistad entre hombre y mujer, los desengaños amorosos, la traición de la confianza, el cariño de los verdaderos amigos…

· ¿Qué te gusta más leer o escribir? ¿Por qué género te decantas a la hora de elegir lectura?
¡Qué pregunta mas difícil! No sabría que decir. Tanto leer como escribir te dan la oportunidad de viajar a mundos y vivir vidas lejanas a la tuya.
Leer es tan sencillo como agarrar el libro y sumergirte sin más en la historia. Puede resultar más aburrido pero desde luego te causa menos dolores de cabeza.
Escribir requiere inspiración, ganas de sentarte delante de la hoja en blanco y una autocrítica controlada. Ambas son magníficas, ya es cuestión de gustos.
Sobre el género literario… Puedo leerme todo lo que me des; tanto libros de misterio, como de aventura, de fantasía, novela histórica… Leo rápido y suelo disfrutar mucho con los libros que selecciono.
Aunque, con el paso de los años y después de torres de libros acumulados por todo mi cuarto me he dado cuenta de que para que un libro tenga más oportunidades de triunfar conmigo tiene que tener una gran historia de amor entre líneas.
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· ¿Tienes algún autor de referencia?
Sin lugar a duda ese pedestal lo comparten Rick Riordan, el conocido escritor BestSeller de la saga de Percy Jackson, y Andrea Smith (Andrea Herrero), la escritora en Wattpad que publicó su novela “Mi Plan D” hace relativamente poco tiempo.
Rick Riordan me acompañó en tardes lluviosas y me enseñó a escribir y a querer a cada uno de mis personajes. Andrea, con su vitalidad y sus ganas de contarnos sus grandes historias, me demostró que nada es imposible.
Por supuesto ha habido muchos otros escritores como Laura Gallego, A.G. Howard, Rainbow Rowell, Katja Millay…

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Interesante entrevista a Manuel Murillo, autor de 'Relatos y otros enseres de estar por casa': "Un buen antídoto para volver a acercarse a la lectura pueden ser los cuentos cortos"


¿Quién es Manuel Murillo de las Heras? ¿Podrías definirte como autor?
​​​​​​​Bueno, pues soy un almeriense graduado en Psicología al que siempre le ha gustado crear. Principalmente, por el medio escrito. Ocasionalmente, con música o cortometrajes (esto último es casi anecdótico). Como autor, aún no me puedo definir, ya que ésta es la primera obra completa que publico. Hasta ahora siempre he publicado por otros medios, y siempre cosas pequeñas; ganando concursos de radio, participando en antologías, en periódicos, en revistas, etc. Hace ya tiempo que, como lector, han dejado de importarme las historias en sí y me siento más atraído por cómo están contadas. Si me encuentro con una historia trepidante y un argumento muy jugoso, pero está contada sin jugar con los recursos que ofrece el género o con el lenguaje, sin desafiarte aunque sea mínimamente con su forma o con sus voces, normalmente me aburro y la dejo, por mucha enjundia que pueda tener la historia. Ahora bien, no puedo afirmar que yo escriba así, pero como en los últimos años ésa es mi tendencia como lector, también estoy intentando ser así a la hora de escribir. Evidentemente, no lo consigo en todos los cuentos, ni siquiera en la mayoría, porque algunos de estos cuentos llevan escritos bastante tiempo, desde antes de empezar a pensar de este modo. Pero bueno, en muchos de ellos sí se aprecia esta tendencia. Hay relatos que, si resumimos la historia, es impensable que alguien se interese por ella: un paquete de pañuelos que se va gastando; una llave que se mella al caer al suelo y deja de funcionar correctamente; un teclado de ordenador al que sustituyen; una mosca que muere ahogada. Lo que traté fue precisamente contar esas historias de manera que pudiesen ser interesantes y hasta sorprender. También hay otros cuentos que invitan a leer los párrafos en un orden u otro, a ser leídos de forma infinita sin que pierdan su sentido o su lógica, que hablan sobre algo sin mencionarlo, que juegan con el punto de vista o el tiempo verbal, etc. Pero que realmente lo haya conseguido y resulten interesantes, no es a mí a quien corresponde decirlo. Lo único que puedo asegurar es que, al menos, lo he intentado.
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¿Qué cosas captan su atención o consiguen que se inspire para crear historias?
Ninguna, o casi ninguna. Ante esta pregunta, quedaría muy bien decir que la lluvia, o la música, o las historias que me contaba mi abuelo, o cosas así, pero la realidad es mucho menos poética. La realidad es que simplemente me digo “me apetece escribir algo” y enciendo el ordenador y abro un Word y me quedo mirando la página en blanco durante mucho rato hasta que al final se me ocurre alguna idea o alguna frase interesante por la que empezar. La mayoría de veces nunca se me ocurre nada y termino sin escribir, y entonces lo que hago, en el mejor de los casos, es releer otras cosas que tengo escritas y corregirlas. Otras veces me vienen ideas sin buscarlas, por así decirlo, pero nunca o casi nunca ha sido por ver o sentir algo inspirador. A lo mejor no me puedo dormir y empiezo a darle vueltas a ideas y se me termina ocurriendo algo, o cuando estoy en la ducha o en el autobús. El problema es que en el noventa por ciento de los casos lo termino olvidando, precisamente porque confío en que la idea es tan buena que la voy a recordar. 

¿Qué significan para ti tus historias?
Cada una significa algo en mayor o menor medida, malo sería lo contrario; al fin y al cabo son historias y algo tienen que contar. En algunas es menos evidente que en otras. Por ejemplo, el cuento “Carta en el salón” trata sobre algo que en ningún momento se menciona. Luego hay otros cuentos que no tienen más significado que el argumento que cuentan, como “besos con escorbuto”, “soledad compartida”, etc. Pero, para mí, mis historias en general no tienen un gran significado profundo ni nada por el estilo. Ya dije que la historia en sí es lo que menos me importa. Me importa, si acaso, el proceso de escribirlas, de llevar una idea a algo tangible. La mayoría de veces, cuando me siento a escribir, no busco expresar grandes cosas o transmitir sentimientos. Más bien, trato de poner por escrito algo que en ese momento me apetecería encontrarme ya escrito por otra persona para poder leerlo. En algunos momentos me apetecen unas cosas y en otros, pues otras. Por eso hay cuentos muy variados en este libro, porque en cada momento en el que me he sentado a escribir me han apetecido cosas distintas. Y creo que, a fin de cuentas, es sólo eso. Simplemente trato de escribir lo que me gustaría leer. 

¿Tienes alguna obra olvidada en un cajón a la espera de salir a la luz?
Muchas, aunque gran parte de ellas las escribí hace tiempo y ya no creo que las intente publicar, porque tenía otro estilo y a día de hoy no me agradan. Lo último que he escrito ha sido una novela que sí me gustaría publicar, pero lo veo difícil. El motivo es que, en ella, sí intenté, de principio a fin, llevar a cabo todo lo que he dicho anteriormente acerca de jugar con la estructura, con el lector, con las voces, etc, y me salió algo tan extraño que no creo que ninguna editorial me la quiera publicar, y con razón. No diré su título, que ya forma parte de su juego, porque ahora mismo la novela está pendiente de fallo en un concurso de literatura multigénero experimental y se supone que no puedo publicar nada acerca de ella hasta que finalice el concurso. Pero creo que, aunque nunca la publique, siempre la voy a defender y siempre voy a pensar en ella con mucho cariño y como una obra en la que realmente logré escribir justo lo que pretendía y como pretendía, y de la cual me siento orgulloso, cosa que casi nunca me ocurre con lo que escribo.

Si pudieras cambiar algo en este mundo a través de tus relatos, ¿qué sería?
Devolverle el hábito de la lectura a quien lo haya perdido o dárselo a quien nunca lo tuvo del todo. Quien haya perdido o no tenga el hábito de leer, no lo va a agarrar intentando leer una gran novela, por muy interesante que sea, porque la mayor parte de la gente que ha dejado de leer con asiduidad lo ha hecho por falta de tiempo. En este caso, un buen antídoto para volver a acercarse a la lectura pueden ser los cuentos cortos. Muchos de ellos, en este libro, no pasan de las dos páginas, no creo que sean pretenciosos ni sobrecargados y se pueden leer de principio a fin antes de ir a dormir, en un viaje de autobús, en una sala de espera o incluso en el baño (para quien guste de hacerlo). No espero que estos cuentos cambien nada en el mundo, porque no lo pretenden. Con que una sola persona los lea y se entretenga y sienta que se ha divertido haciéndolo, ya sea porque alguno le hizo reír o porque otro le sorprendió, yo ya estaría más que satisfecho.
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