Fernando González Rovira: "Es una historia de redención, de encontrar el perdón por algo que solo el prisma del paso de los años demostrarían que no necesitan de ese perdón."

1. ¿Quién es Fernando González Rovira?

Fernando es ante todo un apasionado de la lectura, no concibo un día sin leer aunque sean un par de párrafos. Mi pequeña y humilde biblioteca es tan parte de mí como para cualquier otro su coche o su hogar. Leer es una pasión adquirida desde muy pequeño, pues en casa de mis padres siempre ha habido libros, y en concreto una colección en pasta rojas, de clásicos de la literatura de aventuras.

De la editorial RBA, aquellos títulos mágicos y tan atractivos como “Los tres mosqueteros”, “La isla del tesoro”, “El príncipe de Zenda” o “El corsario negro”, me hicieron descubrir el mundo de la lectura, donde una vez sumergido, no he vuelto a salir de él.

De la mano de esa pasión, el Cine, mi infancia se cinceló con los clásicos de John Wayne, Errol Flynn, Stewart, Lancaster… crecí viendo a Custer morir rodeado de indios, cargar con la Brigada Ligera, al Capitán Blood surcando los mares o a Gary Cooper caminando solo por un pueblo polvoriento.

Todos esos mimbres, todos esos pilares, me inocularon el gusanillo de contar mis propias historias, mis propias aventuras, y más por entretenimiento que por otro objetivo, siempre he tecleado mis pequeños relatos, mis pinitos en la literatura a un nivel de simple aficionado, mis artículos de cine donde extrapolaba mi devoción por el séptimo arte. Pero jamás creí que pudiera llegar a vivir o hacer realidad el sueño de ver publicada una obra mía.

Hasta hoy.

2. ¿Qué les espera a los lectores de Solo los vivos perdonan

Ante todo confío en que no se aburran, ya que creo que es una obligación, casi un mandamiento de todo contador de historia.

Por otra parte, se encontrarán con una serie de personajes que pululan por la historia con mayúsculas pero dando pasos en minúsculas. Los hechos históricos, el escenario o el telón de fondo es real, con todas sus miserias y sus grandezas, y los personajes de la novela se mueven por ella, tal vez sin ser conscientes del momento que están viviendo, pero participando en ella.

Encontrarán unas vivencias personales que alcanzan hitos heroicos pero que, por extrañas circunstancias, los personajes lo vivirán como algo dramático e incluso nocivo para los suyos.

Es una historia de redención, de encontrar el perdón por algo que solo el prisma del paso de los años demostrarían que no necesitan de ese perdón. Un discurrir vital que deberá cerrar el nieto de la protagonista, responsabilidad que jamás pensó que recaería sobre sus espaldas pero que le obligará a tomar decisiones que cambie por completo su vida y la de los suyos.

3. En tu novela combinas géneros como el drama, las aventuras, la novela histórica, la intriga… y alguno más. ¿Ha sido espontáneo y la historia te ha llevado a ello o premeditado?

Una vez que la idea central de la historia me asaltó y me dí cuenta que tenía una historia que poder contar, en ella misma surgía la necesidad, más que la posibilidad, de combinar géneros. Drama, novela histórica e intriga, era indisoluble a la trama, lo que quería contar necesitaba de un escenario histórico y el tono de la historia alcanzaba por si misma matices dramáticos. La intriga, más secreto que misterio, existía en la idea primigenia. No podíamos desprendernos de ese secreto que marca la historia de la familia y del hogar familiar.

Es cierto que una vez manos a la obra, cuando la novela iba cogiendo forma y cuerpo, me daba la posibilidad de crecer hacia cualquier dirección, pero tampoco quería alargarla o sumar páginas sin sentido alguno, pero vi con claridad que desplazarme años atrás del hecho o el acontecimiento clave  en la novela, podría darle sentido a todo ese instante.

Por ello, al desplazarme al Manaos infectado por la locura del caucho, la novela de aventura caía por su propio peso.

De todos modos, cuando uno trata de contar una historia, es imposible desprenderse de sus propias experiencias o de su particular día a día, y, siendo honestos, en ese discurrir personal, uno combina drama o humor como parte del mismo combinado vital.

4. ¿Cuándo y cómo surge la idea principal de la historia?

Pues volviendo a hablar de cine, recuerdo como el personaje que interpreta Ricardo Darín en “El secreto de sus ojos”, duerme cada noche con un bloc de notas y un bolígrafo en su mesita de noche, por si en sueños le surge una idea genial para su intención de ser novelista.

Salvando las distancias, mi caso es algo parecido o aunque parezca algo irreal. Una mañana me desperté tras haber pasado la noche soñando con el hecho clave de la novela, con el secreto que guarda la casa. Cogí un folio en blanco y rápidamente hice un boceto de esa idea que me había surgido como por arte de magia.

Lo dejé reposar unos días, arrumbado en un cajón, cuando volví al folio, a la página garabateada, me di cuenta de que había una historia, y me puse manos a la obra.

5. A lo largo de la historia sobrevuela la idea del perdón como condición indispensable para la paz interior. ¿Puede ser este el tema central de la novela?

Claro, ya el título de la novela nos hace fijarnos en la idea de la importancia del perdón. Son varios los personajes necesitados de perdonarse, de encontrar esa paz interior que les haga seguir viviendo pero de un modo íntegro, completo. No vivir por vivir, no dejar que los días pasen por inercia, que las hojas del calendario vayan cayendo con monotonía.

La abuela falleció con una necesidad de ser perdonada, su hija necesita perdonar y su nieto buscará el perdón de la familia, como un pilar donde apoyarse para reconstruir la historia de la familia, para soltar un lastre que les impide volar con libertad.

Vivir con el lastre de un mal gesto, de una mala acción, de un mal hecho, puede resultar tan penoso que impida levantar la cabeza o limpiar el corazón. Eso a la larga, afecta y ensucia a todos los que te rodean.

Eso le pasa a la protagonista, y aunque lo curioso es que puede que no tenga nada de lo que pedir perdón, su vida siempre quedará marcada por esa necesidad.

Así que si, el perdón es el motor de la novela, entorno a ella, a esa necesidad de encontrar la paz interior de los personajes, gira gran parte de la historia.

6. Háblanos de tus próximos proyectos.

Bueno, uno siempre tiene cosas o historias que le rondan la cabeza, ideas que uno creo que pueden dar para una historia, para llevar a cabo un relato que resulte atractivo, donde uno como narrador se pueda mover a gusto y disfrutar de ir juntando letras. Pero hasta que realmente no nos ponemos frente al teclado y el folio en blanco, no podemos saber si surgirá algo que valga la pena o algo que adquiera la categoría de novela, por lo menos decente.

Sou un gran aficionado a la novela negra, a la que le tengo un gran respeto como para lanzarme a ella, pero alguna historia sobre ello me ronda la cabeza. Todo ello sin olvidar, que mi afición a la historia, me invita a moverme muy a gusto sobre esos derroteros.

Sea como sea, lo que surja espero que guste y que, sobre todo, entretenga.


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