La Atlántida, ¿realidad o ficción?, te lo contamos en el programa cultural de Ediciones Atlantis

La sección Ratones de Biblioteca se estrena con esta interesante historia sobre la Atlántida que nos contaba Teresa Abedul en el primer programa de Planetas y Atlántidas, patrocinado por Ediciones Atlantis.

Nuestros ratones de Biblioteca nos han traído una historia, tal vez, leyenda o por qué no un bonito cuento sobre la desaparecida isla Atlántida.

El ratón Punto y Coma asegura que la Atlántida fue un misterioso continente que ¡desapareció! Aunque tenía una avanzada civilización, unos fantásticos animales, eran agricultores y tenían un ejercito de élite. ¿Todo esto a vosotros os parece realidad a ficción?... Yo me fío de Punto y Coma y de toda su pandilla, ¿qué os parece si leemos lo que nos han preparado con tanta ilusión?

La leyenda de la Atlántida aparece por primera vez en el registro histórico “en los diálogos de Timeo y Critias”, escritos por el filósofo griego Platón allá por el año 360 a. C. 
Critias acoge en su casa a cuatro alumnos de Sócrates, al comentar la clase que han disfrutado con su maestro, Critias, súper entusiasmado les dice: "Escuchad un relato muy extraño, ¡pero absolutamente verdadero! Yo os lo voy a relatar tal y cómo en cierta ocasión lo relató Solón, el más sabio de los siete, que era pariente y muy amigo de mi bisabuelo Drópida. Historia que luego después, nuestro abuelo Critias nos lo relataba a nosotros; eran grandes y admirables hazañas antiguas de esta ciudad que había desaparecido".

Este es el resumen del anciano Critias, según el cuento de Solón:

Un sacerdote muy anciano exclamó ¡Ay!, Solomon, Solomon, ¡los griegos seréis siempre niños! ¡no existe el griego viejo! Vosotros tenéis almas de jóvenes, sin creencias antiguas transmitidas por una larga tradición y carecéis de conocimientos encanecidos por el tiempo. Solomon pidió al sacerdote que le narrase aquella leyenda. El viejo sacerdote hizo sentar a Solomon obligándole a escuchar con atención. 

Los escritos sagrados, establecen la cantidad de ocho mil años para el orden imperante entre nosotros los griegos. Ahora te haré un resumen de las leyes de los ciudadanos de hace nueve mil años y de la hazaña más heroica que realizaron. Sus leyes son muy parecidas a las nuestras, ellos establecieron la casta de los sacerdotes totalmente separada de las otras; después, la de los artesanos, el que cada oficio trabaje individualmente sin mezclarse con el otro, ni tampoco los pastores, los cazadores ni los agricultores. Te habrás dado cuenta de que el estamento de los guerreros, se encuentra separado de los restantes y que solo tiene ocupaciones guerreras que la ley le ordena. La ley se preocupa por instruirlos en sabiduría, tras descubrirlo todo acerca del universo, incluidas la adivinación y la medicina. Los seres divinos les transmitió todo este conocimiento para procurarles cuidados en la salud del cuerpo humano. Después los dioses les armaron con escudos y espadas; siendo los primeros en tenerlas y manejarlas. 

En aquel tiempo, pues, la diosa os impuso a vosotros en primer lugar todo este orden, y disposición, y fundó vuestra ciudad, después de elegir la región en la que nacisteis, por que vio que la buena mezcla de estaciones que se daba en ella, podría llegar a producir los hombres mas prudentes. Como la diosa es amiga de la guerra y de la sabiduría, eligió primero el sitio que daría a los hombres mas adecuados a ella y lo pobló. 

La leyenda sigue diciendo según Cristias: 
Vivíais bajo estas leyes, y lo que es más importante aún, las respetabais y superabais en virtud a todos los hombres, como es lógico ya que erais hijos y alumnos de dioses. Admiramos muchas y grandes hazañas de vuestra ciudad registrada aquí, pero hay una que destaca por importancia y excelencia. 
Nuestros escritos refieren cómo vuestra ciudad detuvo en una ocasión la marcha insolente de un gran imperio, que avanzaba del exterior, desde el Océano Atlántico, sobre toda Europa y Asia. En aquella época, se podía atravesar aquel océano dado que había una isla delante de la desembocadura que vosotros así decís, llamáis Columnas de Heracles. Esta isla era mayor que Libia y Asia juntas y de ellas, los de entonces, podían pasar a las otras islas y de las islas a toda la tierra firme que se encontraba frente a ellas, y rodeaba el océano auténtico. Puesto que lo que quedaba dentro de la desembocadura que mencionamos, parecía una bahía con un ingreso estrecho. 

En realidad, era mar, y la región que lo rodeaba totalmente podría ser llamada con absoluta corrección tierra firme. En dicha isla Atlántida, había surgido una confederación de reyes grande y maravillosa, que gobernaba sobre ella y muchas otras islas, así como parte de tierra firme. En este continente, dominaban también los pueblos de Libia, hasta Egipto, y Europa hasta Tirrenia. Toda esta potencia unida, intentó una vez, esclavizar en un ataque a toda vuestra región, la nuestra Egipto, y el interior de la desembocadura del Nilo. Entonces Solón, el poderío de vuestra ciudad se hizo famoso entre todos los hombres por su excelencia y fuerza, pues superó a todos en valentía y en artes guerreras, condujo en un momento de la lucha a los griegos, luego se vió obligada a combatir sola cuando los otros se separaron, corrió los peligros más extremos y dominó a los que nos atacaban. En su victoria impidió que los Atalantas nos esclavizaran. 

Posteriormente, tras un violento terremoto y un diluvio extraordinario, en un día y una noche terribles, la clase guerrera vuestra se hundió toda a la vez bajo la tierra, y la isla de Atlántida desapareció de la misma manera, hundiéndose en el mar. Por ello, aún ahora el océano es allí intransitable e inescrutable, porque lo impide la arcilla que produjo la isla asentada en ese lugar, y que se encuentra a muy poca profundidad. 

Con estas palabras el bisabuelo Drópida, de una forma oral, pasó la primera referencia recogida en la historia sobre la leyenda de la isla Atlántida, a su bisnieto Cristias y éste a su nieto Cristias y gracias a todos ellos, nuestros ratones de biblioteca a nosotros “Los Planetas y Atlántidas”. 

¿Os ha gustado este cuento escrito por el filósofo Platón, allá por el año 360 a. C.? 

La verdad que la historia que se mantiene a lo largo del tiempo es la que habla de Atlántida como una isla continente, dividida en diez reinos, cada uno bajo el dominio de un rey diferente, siguiendo la ley Atlante. Esa ley obligaba a los diez reyes a ayudarse los unos a los otros en lugar de perder el tiempo en guerras y combates inútiles. Esta excelente convivencia condujo al pueblo Atlanta a una paz y una prosperidad en su isla desconocida hasta ese momento. Pero la sabiduría que Poseidón, dios de la isla, les había dado a los gobernantes, comenzó a diluirse, y la avaricia comenzó a apoderarse de sus corazones. En su humana arrogancia, se lanzaron a la conquista del mundo desconocido, llegaron a esclavizar a todos los habitantes de los territorios del norte de África y parte de Europa; consiguiendo el dominio de un territorio similar al del Imperio Romano, a excepción del de las costas orientales mediterráneas. 
Hasta que los Atlantes conquistadores llegaron a las puertas de Atenas, donde les detuvieron y debido a su mala conducta, los dioses les castigaron con una catástrofe tal, que su memoria, incluso desapareciera. 

En el siglo XIX los arqueólogos e historiadores se lanzan a la aventura de encontrar esta leyenda, o esta isla hundida, o perdida. La Atlántida habría sido quien llevó la civilización a todos los rincones de Europa y del Occidente asiático, permitiendo el origen de las civilizaciones posteriores. 

La situación geográfica de la Atlántida es tan incierta como la verdad de su leyenda, Platón la sitúa al oriente de las columnas de Hércules, en lo que hoy sería el Océano Atlántico, llamado así por este sub continente, cerca de las costas portuguesas. 

Otros historiadores la sitúan en Cádiz o en Cartagena, incluso piensan que fueron los primeros pobladores de la actual américa del sur. El pensar es libre, yo os pregunto ¿existió la Isla Continente Atlántida? Es un mito o una leyenda…

La Atlántida siempre se mantuvo viva en las historias que nos contaban nuestras abuelas. En mi caso, mi abuela que era una excelente cuenta historias, con su gracia y acento del sur. Cuando elegía contarnos la historia de: ¡la Atlántida! con sus secretos, sus guerreros, su dios Poseidón y cuantos personajes ella se inventaba, conseguía impregnar a esta leyenda un halo de misterio empolvado, adornaba con una incógnita que daba mucho juego a la hora de dar rienda suelta a nuestra imaginación infantil.      

Puedes escuchar el contenido íntegro de este programa en el siguiente post:








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