¿Quieres saber todos los detalles sobre 'La tasca de los adversarios? No te pierdas la entrevista a su autor, Javier Asenjo Rivas

Ediciones Atlantis publica ‘La tasca de los adversarios’ una novela urbana del autor abulense Javier Asenjo Rivas que sitúa a sus personajes en “La Tasca de Azabache”, un lugar en el que se encontrarán la mejor versión de El Mal con la peor versión de El Bien, poniendo a prueba a sus protagonistas y obligándoles a encarar su imagen en el espejo de La Vida. ¿Quién iba a creer que la tortura, el asesinato y la mentira iban a ser las mejores herramientas con las que una persona normal podría reparar una situación? La presentación tendrá lugar el viernes, 13 de noviembre en la Biblioteca Pública de Ávila. ¡Estás invitado!


¿De dónde surge la idea para escribir ‘La tasca de los adversarios? 
La idea del escribir esta historia surgió una noche, en el bar de unos amigos, escuchando a un grupo de personas hablar con el camarero, comentando una noticia de esas que producen escándalo e indignación; no recuerdo qué noticia era, pero tenía que ver con un asesinato, algo del estilo de Marta Del Castillo. El hecho es que allí todos parecían tener meridianamente claro que ellos “jamás” harían esto, o “cómo podrían no hacer” lo otro. Nadie dudaba de sí mismo, ni se ponía en el lugar del criminal, ni dudaban de que lo primero que se hablaba en la televisión sobre aquellos acontecimientos era la verdad absoluta. Era como si nadie necesitase pensar en otras posibilidades que no fueran las que se presuponían, como si todo fuese de cristal y se pudiera ver desde fuera y a distancia. Y yo siempre he creído que todo tiene vértices, esquinas en las que hay ángulos oscuros que pueden explicar la peor de nuestras reacciones, y que es en esos ángulos oscuros en los que hay que adentrarse, sin juzgarlos, desde un punto de vista crítico, para poder comprendernos mejor a nosotros mismos y poder evitar todas esas situaciones. Escuchándolos, recordaba otro tipo de historias que explicaban situaciones violentas parecidas; no justificaban al malhechor, pero sí explicaban un por qué para tales desenlaces: razones psicológicas, sociales, recorridos vitales… Y esas explicaciones sí que dan consuelo. Pero me di cuenta también de que no me atrevía, allí y en ese instante, a decir en voz alta lo que pensaba. Y allí vi cuánto prejuicio hay, y que aún, en pleno siglo XXI, nos impide llegar a algo más allá que a lo que nos deja llegar el conformismo.     

¿Nos puedes hablar del argumento y la estructura de tu novela?
Argumento: Un joven, víctima en su niñez de la violencia y trastornado por ella, es incapaz de reaccionar ante cualquier escenario de confrontación. Él mismo se reconoce como un cobarde, sin embargo es habitual de un bar, llamado “La Tasca de Azabache”, al que acude un público violento. Él sólo va a ese lugar porque en secreto está enamorado de su dueña, aunque nunca se lo dice. Ella, encantadora y frágil, recibe allí los más gruesos insultos, pero nuestro protagonista es incapaz de hacer nada al respecto… Hasta que alguien llega. Un conato de pelea, en el que un brazo largo termina sin pretenderlo con la vida de un sujeto. Este arranque dispone un círculo de reacciones que amenaza con la estabilidad emocional de nuestro protagonista, quien en el pasado, siendo un crío, decidió dejar de ser él mismo a raíz de un hecho violento. Como él, el resto de los personajes deberán encarar su propia esencia: quizá la dulce camarera no fuese en ningún tiempo tan dulce como pretendía, ni el cobarde lo fue jamás. Y quizá un héroe no fue nunca tan odiado por sí mismo.
En “La Tasca de Azabache” se encontrarán la mejor versión de El Mal con la peor versión de El Bien, poniendo a prueba a sus protagonistas y obligándoles a encarar su imagen en el espejo de La Vida. ¿Quién iba a creer que la tortura, el asesinato y la mentira iban a ser las mejores herramientas con las que una persona normal podría reparar una situación?
Respecto a la estructura, debo decir que nunca he sido una persona organizada, de manera que por desgracia esta novela la escribí casi de memoria, estructurando los capítulos tomando como referencia otras novelas leídas con anterioridad. Suelo decir que esta novela se escribió sola y que yo me limité a darle a la tecla, ya que comenzó como un relato que da nombre a uno de los primeros capítulos (“El Letargo de Jorge”), y en el que vi que la vida continuaba para su protagonista. Si puedo decir algo de la estructura, es que tomé como referencia la novela “El Húsar”, la primera de A. P. Reverte, ya que me encantó ese principio y desarrollo un tanto lento, incidiendo en las ensoñaciones y la forma de asimilar las vivencias del protagonista, llevando de la mano al lector junto con él y haciendo que nos pongamos en su piel, para que sea al final del libro cuando toda la situación estalla por los aires y entonces vivirlo en primera persona.

¿Nos podrías hablar de los personajes y del perfil psicológico de cada uno de ellos?
JORGE: Es el narrador y protagonista, y se define a sí mismo como un ser atorado por el miedo. Los episodios violentos de su infancia han hecho de él una persona solitaria y pesimista, que lucha a diario por comprenderse mejor a sí mismo. Sin embargo, a pesar de que psicológicamente está “atascado” por su aversión a una violencia que en su cabeza revive continuamente, es habitual de un bar en el que la violencia es una constante. Esta paradoja es lo que hace de él un pequeño héroe, que lucha consigo mismo buscando un lugar en el mundo, que debido precisamente a esta paradoja, cree no tener.
MARTA: Es la Dulcinea de Jorge, aquella en la que él vuelca sus ideales de paz, bondad, hermosura… y el aguante ante los embates. Marta es la dueña de “La Tasca de Azabache”, y es la persona que se sitúa en el ojo del huracán de la violencia, como en el pasado lo estuvo Jorge. Y aguanta sin protestar, como en su infancia tuvo que hacerlo él. Sin embargo la forma afable y bondadosa de Marta cambia con el tiempo y el sufrimiento, para desembocar en una Marta que nada tiene que ver con la persona que todo el mundo cree que es. Su fortaleza es mucho mayor de lo que todo el que la conoce ha logrado ver, su determinación es consecuente. Ella sí que logra tomar decisiones frente a la situación que todos los protagonistas están viviendo.
DAMIAN: Es el antihéroe de la historia. Solitario y triste como Jorge, bebedor y fumador compulsivo, se odia a sí mismo. Verdaderamente no le importa nada de lo que sí le importa al común de las personas que le rodean. Su vida se limita a emborracharse y observar. Sin embargo, es lo que Jorge desea ser, por un motivo concreto: hay algo que por alguna razón que nadie conoce, Damián no perdona, y enfrenta sin ninguna duda: la falta de consecuencia en los actos de los villanos. En esa situación es donde un Damián que nadie espera surge y se levanta, capaz de todo para darle un orden y una consecuencia, a costa de su propia vida si es necesario, a lo que los villanos han comenzado. 
ALFREDO: Es la antítesis de Damián: atractivo y triunfador, valiente hasta la inconsciencia. Donde Damián se enfrenta arriesgándolo todo por coherencia, él es capaz de enfrentarse a lo imposible por lucir sus valores y principios. Sin embargo él piensa que su moral es la moral adecuada, y es incapaz de asumir que otras personas actúen en contra de esa “rectitud universal”.
MARIO VAZQUEZ DE ALCALÁ: Es el comisario de policía, duro, honesto, valiente y determinado. Su honestidad es la que le lleva a avergonzarse de los actos que decide llevar a cabo para terminar con lo que él mismo ha sembrado, el Mal que ha permitido que ocurra por cariño hacia su ahijado… Pero paradójicamente, esa vergüenza es la que le da el hecho de traicionar su honestidad; son su dureza y su determinación las que vencen a lo mejor de sí, en su busca de una venganza.
MONTES: Es el villano. Es malo, y él no se plantea un cambio de vida o de mentalidad, de vida, ni nada parecido. Se conoce, y es consecuente con sus actos. Es el reverso de Damián: rodeado de sus secuaces Ricardo y Muro, pero ajeno a ellos. Borracho, amoral. Pero tan consecuente como él, determinado a muerte a que nadie le arrebate el mando del grupo. Él no sufre por lo que ha ocurrido. A él le subleva el hecho de que quien le desafía pueda no arrepentirse de hacerlo.
MURO: Es el cerebro de Montes. Tranquilo, pero tan peligroso, o más, que él. Sin embargo, le teme. 
JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ: Es honesto, ordenado, crítico e inteligente. Pero ante todo, es leal. Él es el  punto de orden que su contexto necesita. Pero el devenir de la situación le pone en el brete de elegir entre ser honesto y leal con quienes le rodean, o serlo consigo mismo. Las órdenes están claras para él, pero la vida ya le ha enseñado lo que pasa cuando uno no es capaz de anteponer las consecuencias de los actos libres a las consecuencias de las órdenes que se deben cumplir.    

¿A qué público va dirigida tu novela?
Creo que “La Tasca de Los Adversarios” va dirigida a un público que sea un tanto analítico con el texto. No distinguiría entre franjas de edad, sino en la intencionalidad de su lectura. Creo que le gustaría a cualquiera que haya sufrido episodios de violencia y desee entenderse, o comprenderlos desde un punto de vista más interno que le pueda ayudar a darles un contexto más amplio. A quien quiera superar esos miedos, o al menos mirarlos a los ojos. Y desde luego, cualquiera que sea habitual de la noche y de los bares podrá verse reflejado en lo que esta novela narra.   

¿Qué autores han influido en su escritura?
Benito Pérez Galdós y Arturo Pérez Reverte
¿Tienes ya en mente algún nuevo trabajo? Llevo más de doscientas páginas de una nueva novela, de un argumento más fantástico y de acción como reflejo de un tema profundo como es la Fe en lo que verdaderamente somos.

¿Tienes alguna manía a la hora de trabajar? 
Suelo escuchar música. Y no música tranquila, sino Hard rock.

Si te pregunto por tu novela favorita…¿Cuál es el primer título en el que piensas? 
No podría decir una sola, ni de un solo estilo. Citaría “El Maestro de Esgrima”, de Arturo Pérez Reverte, los “Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós, particularmente el de “Bailén”, “Inteligencia Emocional”, de Daniel Colleman, y “Drácula”, de Bram Stocker. Como ves, variado.

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1 comentario:

  1. La presentación de la novela, una verdadera gozada y un éxito rotundo de público y ventas:
    http://jandro-perez.blogspot.com.es/2015/11/la-tasca-de-los-adversarios.html
    Enhorabuena al autor y a Editorial Atlantis por acceder a su publicación.

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