'Diario de a bordo de un padre primerizo": Un libro "íntimo y personal, desconocedor de las censuras, aventurero de la verdad y amante de la realidad"

¡Buenos días!

Hoy queremos compartir con vosotros esta entrevista realizada al editor de Ediciones Atlantis, J.D Álvarez en el programa 'La Buhardilla' de Radio Nacional de España​, que en palabras de la periodista Yolanda Pintor, es un libro "íntimo y personal, desconocedor de las censuras, aventurero de la verdad y amante de la realidad". Un cuaderno de bitácora que se convierte en un viaje por el interior de uno mismo. En un descubrimiento del alma. Es la evidencia de los sentimientos de un padre, de un marido, de un editor, un amigo y un compañero".

Según explica J.D Álvarez, "cuando eres padre, las adversidades cuestan menos y tienes más fuerza para luchar ante lo que venga". "Siempre he estado muy unido a mi hijo, pero desde que empecé con Diario la conexión ha sido mucho mayor".

Durante la entrevista, Jota nos cuenta unos de los recuerdos más entrañables: "Un día llegué a casa enfadado y Raúl me dijo -"Papá, no me gusta esa cara, ¿quieres que te cuente un secreto?...Sea lo que sea lo importante es hacerlo lo mejor posible". Esas palabras grabadas en su memoria, y ahora en la nuestra nos muestran la grandeza de los más pequeños. Un libro capaz de sacarte una sonrisa y agrandarnos el corazón.

Escucha la entrevista completa partir del minuto 14.
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Gabriel Monte Vado, Alonso Holguín F.J., Antonio Castillo e Ignacio Martín Sequeros protagonizan este programa dedicado a la Feria del Libro de Madrid

En este programa hablamos de la 74 edición de la Feria del Libro de Madrid, las casetas y los 50 autores de Ediciones Atlantis que van a estar firmando ejemplares. Además, Gabriel Monte Vado y Alonso Holguín F.J., nos hablan de sus nuevas novelas "En la boca del león" y "Senda de lealtad".

Intervienen también Antonio Castillo e Ignacio Martín Sequeros del grupo Pekenikes comentando los próximos actos de "Pekenikes, su autentica historia". Presenta la sección literaria 'Te doy mi palabra' de Ecos de Actualidad en Radio Inter, Carlos Cué. Colabora el editor de Ediciones Atlantis, J.D. Álvarez.

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El autor de 'El contrabajista del Titanic': "No soy un escritor de método y las ideas me surgen de las situaciones más inesperadas"

Hoy os presentamos a José Manuel Dorrego, autor de 'El contrabajista del Titanic' que se presentó el pasado viernes en Madrid. Un libro de relatos cortos en los que encontraremos ingenio y humor trágico-absurdo que hablan de la vida, del amor y la muerte, sirviéndose de argumentos que contienen ficción, realidad, crítica social y un enfoque muy particular sobre todo lo que nos rodea. El autor ha sido ganador o finalista de concursos de relatos organizados por “El País”, “ABC”, “La Razón”, “Onda Madrid”, “RENFE”, “Augusto Monterroso”, “Museo de la Palabra” o “Relatos en Cadena” de la Cadena Ser, donde ha sido finalista en 8 ocasiones y este año 2015 estará presente en la final anual. 

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?

Este libro, junto con otros dos de microrrelatos que tengo escritos, es una manera de acotar microhistorias que, de otra manera, se acaban quedando en el cajón (o en el disco duro del ordenador, lo cual es aún más triste)

¿Cómo fue el proceso creativo de la misma?

No soy un escritor de método y las ideas me surgen de las situaciones más inesperadas: cruzándome con un vecino al bajar las escaleras de casa (es que no tenemos ascensor...), viajando en el Metro o tomando un botellín en un bar. Y en la prensa, claro: la prensa es el mejor antídoto contra el bloqueo creativo.

¿Quién disfrutará más con su lectura?

Creo que es apto para todas las mentes: para sentimentales, para tipos duros y, en general, para todos aquellos que no se conforman con que, al final, los protagonistas sean siempre felices y coman perdices.

¿Tienes ya en mente algún nuevo trabajo?

Sí, ahora estoy con un libro de relatos ambientados en una mítica sala de cine. Es la memoria del cine contada por uno de sus dueños. Será una mezcla de realismo y fantasía. Una sala de cine donde todo puede pasar.

¿Tienes alguna manía a la hora de trabajar?

La verdad es que no. Escribo en un ordenador de mesa, porque no me agradan mucho los portátiles para escribir, y casi siempre lo hago con la radio puesta, ya sea con música o con gente hablando (Con suerte, puedes cazar alguna idea al vuelo mientras escribes)

Si te pregunto por tu libro favorito…¿Qué título es el primero en el que piensas?

“Historias de famas y cronopios”, de Cortázar
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Santiago Solano: "El protagonista me llamó video telefónicamente hablando desde no sé qué día, mes o año de un futuro más o menos cercano"

Buenos días, 

Hoy se presenta en la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid, 'El yo digital de Elías Quimey y otras historias inverosímiles". Su autor, Santiago Solano Grande nos responde a esta entrevista un tanto surrealista, pero llena de sentido. 

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
Me llamó video telefónicamente hablando el protagonista, Elías Quimey, desde no sé qué día, mes o año de un futuro más o menos cercano. Me llamó y me dijo que estaba harto de que interfiriera en su vida, harto de que los mares digitales se alteraran con lo que él consideraba chorradas sin importancia de mi ínfima e inútil vida de humano afincado en la escritura de principios del siglo XXI. Como podrás comprender me quedé paralizado. Yo estaba por entonces escribiendo mis memorias, las memorias de un recién jubilado, así que, sin tener en cuenta lo que me podría pasar, inconsciente que he sido siempre, pues le dije que se dejara de lamentaciones y que me enviara todo el material que le estaba estorbando en su plácida existencia post humana. Y él va y se descarga con un tocho/archivo de más de seis mil páginas. Así que me pongo a leer y veo que me gusta ese mundo post humano - siempre me han gustado las historias de Ciencia Ficción -; que ese mañana está lleno de referencia al mundo en el que vivimos en la actualidad, que de alguna manera extraña e inconexa lo definen, lleno incluso de referencias a mi propia persona, como si mi yo humano mortal tuviera algún sentido no ya en el total de La Humanidad, que sería pedir lo imposible, si no más allá de la propia puerta de mi propia casa… Y así surgió todo. Lo único que he hecho yo es decidir hasta dónde llega esta primera parte de una novela de Ciencia Ficción que me fue dada de forma impensada y que por su desmedida extensión bien pudiera llegar a una tetralogía de alrededor de las trescientas páginas para cada una de las partes, que es lo que creo quedará legible/comprensible de las seis mil páginas post humanas recibidas.

¿Qué tiene en común con las escritas anteriormente?
Con las dos primeras novelas “Destino Final” (INCIPIT, 1995), y “Lienzos del Pasado” (BmmC 2001), nada en absoluto, ni en temática, ni en estilo. Con “El Autobús 538” (VISION LIBROS, 2010), y con “El último tercio del crepúsculo” (VISION LIBROS, 2011) el ahondamiento en la búsqueda de una voz narradora propia que se define por el uso de grupos temáticos breves, a veces muy breves, que se alternan, que se siguen, se solapan, se complementan, y que son el eje central de la propuesta literaria con la que se van a encontrar el lector. A esto hay que unir el uso arbitrario de diferentes personas narrativas, primera y tercera del singular, preferentemente, pero también primera y segunda del plural, lo que le da sin duda una visión poli estrófica al modo de narrar.

¿Estás trabajando ahora en algo?
Estoy, en relación con este tema y como ya he dicho en la pregunta primera, en reducir a algo comprensible las seis mil páginas que me ha largado mi migo Lilu, digo Elías Quimey. Aunque no desisto en la escritura casi diaria del micro cuento, algún que otro verso unido a otro verso que parece un poema, y que publico en el Primer Diario Literario Global Corporativo de La Red, con dirección electrónica http://www.escritores-en-red.es , del que soy su Director, y del que me siento muy, pero que muy satisfecho. También en levantar y consolidar mi Casa del Escritor, asunto del que daré cuenta en otro lugar. 

¿Nos puedes describir tu sitio de trabajo?
Pues tengo un flexo encendido que ilumina el teclado, la mesa sobre la que escribo, y un poco de la auxiliar en la que están los diccionarios: RAE, María Moliner, Usos del Español, el de dudas, uno enciclopédico, uno inglés español, otro francés español, etc. El resto de la habitación está en penumbra. Los libros leídos que hay que volver a leer siempre, esos que dicen de cabecera, y los de consulta están en la estantería que hay a mi espalda: no sé, unos trescientos o cuatrocientos. Una pantalla de ordenador grande. ¡Ah!, que se me olvidada, y las tres velas perfumadas que arden a mi derecha, más allá del ángulo de visión de mis ojos, frente por frente con la puerta de entrada de la habitación: una huele a naranja, dos a mandarina, para que las Xanas que me dictan todo estén como en casa. Y una estufa, abajo a la izquierda, que soy muy friolero; por eso llevo siempre, en todo tiempo, un jersey de lana de llama baby que me compré en Aguas Calientes, Perú, hace algunos años. Escribir así es realmente fácil. Más si uno está masticando sin parar regaliz de palo, que es mi pasión secreta, y que me traen de forma privada de un lugar que no voy a desvelar aquí.

¿Hay algo que te gustaría hacer y aún no has tenido la oportunidad?
Sí, tomarme una cervecita muy fría sentado arriba del todo del Monte Olimpo, en el Planeta Marte… y ver si es verdad lo de las serpientes carnívoras de las que habla Elías Quimey en esta novela, que no te puedes perder, te lo juro.

Un libro de tu infancia sería…
Primero fue el comic Pantera Negra, luego las veinticuatro entregas de Tarzán que yo conozco, también ese “Cierto olor a podrido” con el que descubrí que había gente que lo estaba pasando realmente mal mientras yo me pasaba las horas muertas leyendo sentado a la lumbre, y con la que se me abrieron unos ojos que no se me han cerrado ya nunca. Ni “La nave” de Tomás Salvador me ha congraciado con el mundo después de aquello, novela éste que estimo de lectura obligada para todo el que quiera entender de qué va esto de la Ciencia Ficción, y que leí en abril de mi año dieciocho.
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Soledad de la Rubia: "La historia de 'El ángel zurdo' surgió a partir de un artículo que leí en Internet sobre genética"

Esta miércoles, 20 de mayo, se presenta en Café La Trocha 'El ángel zurdo', una novela escrita por Soledad de la Rubia en la que viajaremos hacia un reino paralelo en el que ángeles y demonios se disputan la supremacía eterna. Aquí os dejamos esta pequeña entrevista para que conozcáis a su autora.

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela? La idea surgió a partir de un artículo que leí en Internet sobre genética. El artículo explicaba como una persona puede ser zurda o diestra por genética. En la misma página había otro artículo sobre los zurdos en la edad media, donde explicaban que se creía que un zurdo era hijo del demonio. A partir de ese pensamiento antiguo empecé a darle vueltas a unas ideas, y a partir de las ideas del artículo de genética empezaron a sumarse otras ideas, y empecé a escribir sin saber muy bien lo que escribía. Al final salió la historia del ángel zurdo.


¿Estás trabajando ahora en algo? Ahora tengo ideas para una segunda parte del ángel zurdo. He empezado a escribir, pero aún no hay nada claro.


¿Nos puedes describir tu sitio de trabajo? Mi sitio de trabajo puede ser cualquier lugar, ya que las ideas me llegan a la mente en cualquier parte. Pero para escribir, escribo en mi ordenador, en mi habitación, con la radio de fondo.


¿Hay algo que te gustaría hacer y aún no has tenido la oportunidad? Si hay algo que me gustaría hace y no he tenido oportunidad es vivir una temporada en Noruega. Me encanta ese país.


Un libro de tu infancia sería… Ingo y Drago
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Jesús Yébenes: "aquellos a los que les guste la acción y no se amedrenten ante situaciones violentas disfrutarán de esta historia"

Entrevistamos a Jesús Yébenes, autor de ‘La ciudad de las almas grises’ una novela de intriga que nos  envuelve en el conflicto de la antigua Yugoslavia, en la que un joven marine se verá involucrado en una espiral de venganza que le llevará a través de todo Estados Unidos, en busca de sus antiguos compañeros. Esta novela no solo es un viaje por lo más profundo de la nación americana y su forma de vida, sino un viaje interior por la mente y los temores de nuestro protagonista.

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?

Siempre había tenido en mente escribir algo sobre el conflicto de la antigua Yugoslavia. Mi primera idea fue la de escribir un relato que recogiera parte de lo que fue aquel conflicto. Pero una vez sentado frente al teclado las ideas se agolparon en mi mente en forma de una trama mucho más extensa. Decidí profundizar en los personajes y éstos me mostraron el camino de lo que debía ser la novela que hoy es.


¿A quién va dirigida esta obra?

Por la crudeza y la violencia de algunas de las situaciones que se narran en la historia, esta obra va enfocada a un público adulto. Utilizo un lenguaje en ocasiones soez y plagado de palabras malsonantes, pero esto no es gratuito, sino que está hecho con el fin de dar veracidad a la historia. Creo que a aquellos a los que les guste la acción y no se amedrenten ante situaciones violentas disfrutarán de esta historia, y aquellos a los que les guste viajar y descubrir lugares nuevos podrán hacerlo al lado de los personajes de la novela.


¿Sigues escribiendo?


Claro. Además de un hobby la escritura para mí también es algo terapéutico. Desde muy joven he sentido la necesidad de recoger por escrito todo lo que mi imaginación me ofrecía, creando así desde cuentos, obras de teatro, relatos, etc. Todo el mundo debería permitirse unos minutos al día para escribir y verter en la hoja todo aquello que le pase por la cabeza. A mí me queda todavía mucho por contar.


¿Cuál es tu autor de referencia?

Siempre he sido un gran amante de la literatura clásica. Decir un solo autor se me antoja difícil. Crecí leyendo a Poe, Julio Verne, Walter Scott, Stevenson o H.G. Wells. Pero si tuviera que destacar a uno sería a Oscar Wilde.


¿Cuál es el último libro que has regalado?

Han sido dos: Marina, de Carlos Ruiz Zafón, y Manaos, de Alberto Vázquez Figueroa.


En tu caso… ¿el escritor nace…o se hace?

Creo que todos los que disfrutamos escribiendo nacemos con un pequeña semilla que nos impulsa a coger el lápiz y el papel, emborronarlo con nuestras historias y dotarlas de vida. Se pude aprender a escribir, estoy seguro, pero además de técnica las palabras han de tener alma.
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LA AGONIA DE UN LIBRO...



Hoy es de esos días en los que me levanto con la esperanza de que mis sensaciones no son reales. De esos momentos en los que sé que necesito expulsar sentimientos y que el mundo me diga que no, que estoy equivocado... Pero algo me dice que deberíamos volver muchos años atrás para que las cosas volviesen a ser lo mismo. No, tranquilos... no estoy hablando de política porque aunque a veces parezca cargado de razón, no tengo ni idea de lo que es y con tanta cortina de humo se me han escapado las creencias.

Hablo de los libros. De la lectura. Recuerdo hace cuarenta años, la pasión que tenía por los libros. Esos en los que me zambullía a la espera de encontrarme entre sus líneas. Devoraba todo lo que caía en mis manos y luego atesoraba esas páginas como quien tiene la llave de la cueva de Alí Babá. Libros y libros... me los compraba aunque los fuese a leer mucho tiempo después...  y al final no tenía sitio para colocarlos y terminaban en cajas donde su sueño era protegido para siempre. A la vez empezaba yo a escribir... inicialmente eran párrafos inconexos, mundos inverosímiles que para mi tenían toda la lógica del mundo. Y pasaba mis historias a amigos amables, mientras yo me cargaba de rubor y vergüenza....

Pero llegó el siglo XXI y trajo consigo móviles, realities, tablets, millones de cadenas de televisión ávidas de audiencias a toda costa... y los libros siguieron con su sueño eterno, quizás a la espera... quizás desesperados... y es que al final te das cuenta de lo poco que se lee.. de lo poco que leemos... de que hay millones de historias escritas que ni siquiera pasarán por los ojos a los que están destinadas. Millones de mensajes que podrían curar tristezas, anhelos, traumas, pasiones... Esas que acaban en un cajón o en el montón de libros a un euro en los que nadie ya repara. Y me da pena... me da mucha pena que nosotros, los escritores, veamos ese declive aunque nos carguemos de esperanza. Porque en mis paseos por la ciudad veo terrazas repletas de gente absorta en sus móviles última generación, en sus tables que no saben de historias... Juventud preocupada por músculos minúsculos y apariencias falsas que les llevarán a un "Hombres Mujeres y Viceversa" en el que aunque digas "asín" estás más bueno o buena que el supuesto pan y todo se perdona... Pero cómo vamos a echarles la culpa tan sólo a ellos y ellas, si tenemos un presidente que escupe sobre nuestro idioma sin miedo alguno mientras sus discursos se tiñen de "cuidao", "parao", "expresao" y decenas de palabras que se retuercen dentro de su boca... Y los libros, mientras tanto, quedan preciosos en estanterías protegidas por fotos, estatuillas y obstáculos varios que evitan el que podamos coger aquellos que suplican nuestras manos para sentirse vivos. 

Y no se lee... pregunto a la gente a mi alrededor qué libro están leyendo ahora y tras un rubor momentáneo cambian de tema y la vida sigue con ese siglo que cada vez sabe menos de mundos de fantasía... 

Y seguramente que los que me leéis no estáis dentro de ese grupo... quizás no o quizás si... porque nos buscamos las excusas de "es que termino muy tarde" o "es coger una página y me quedo dormido" o "no, si yo leo muchísimo... pero últimamente no encuentro el momento"... Lo peor es cuando alguien va  a un nivel superior y te dice que un libro vale 10, 15, 20 euros... que "menuda barbaridad... " y tú te retuerces en tu sensibilidad de escritor y le quieres decir que es lo mismo que vale una cena de sábado o una copa que irá directamente a su hígado quitándole un segundo de vida... Y querrías decirles que sí... que son 10, 15 euros... 20... pero te están regalando ilusión... te están regalando vida...  y que quizás es una excusa más para reconocer que ya no leemos. También, a veces, les recuerdas que hay libros electrónicos... que son más baratos.. (sin ir más lejos mis dos primeras novelas yo las he puesto a la venta en amazon por 2,99 euros en formato digital...  menos de lo que vale un paquete de tabaco... ¿aún hay excusas?), y van y te dicen que "No... que no me acostumbro a ese tipo de libro... que prefiero el papel.. que es más romántico... que me gusta olerlo, sentirlo..." Y tú lo ves precioso y le preguntas "qué libro se ha comprado últimamente" y, mientras intenta cambiar de tema, te habla de lo caros que están.. de que no tiene tiempo.. pero eso sí... lo romántico que es poder tocar ese libro que igual nunca compre...

Y me da pena... me da pena el ver que a mi alrededor se lee poco... muy poco... Por contra, os diré que conozco bastante gente que devora libros... y soy afortunado de tenerlos entre mis amigos y amigas... pero quiero pensar que aún hay esperanza... que hay personas que quieren soñar... que quieren encontrar esos mensajes que han sido escritos para ellos y para ellas... 

Pero estoy esperanzado... porque aún hay gente que quiere leer... gente que se pierde en librerías y escucha las palabras que vuelan por ese mundo mágico. Aún tengo la ilusión de que hay padres y madres que transmiten ese sano vicio a sus hijos e hijas... que apagan la tele y les pasan un buen libro para que sientan lo que es... que son parte de ellos.. que hay un universo al que pueden huir y aprender... un universo que ha sido creado para ellos y que nunca podrán olvidar...

Porque ayer asistí a la presentación de la nueva novela de mi editor J.D. Alvarez  "Diario de a bordo de un padre primerizo" y supe que hay esperanza... Nos habló de ese diario desde el que su hijo habla... un diario que se tiñe de ternura y pasión. Nos impregnó con el amor de un padre hacia su otro yo... un yo que crece cada día y desea ser escritor... imitar a su padre... y alimentarse de la pasión por los libros...  y, así, de repente... supe que con un poco de esfuerzo podemos conseguir que las futuras generaciones recuperen nuestros sueños... vuelen más allá de los móviles y tablets que se nutren de sus sueños a través de "pájaros enfadados" y otros juegos táctiles que aspiran sus minutos digitalmente... "J", que así le gusta ser llamado a mi editor, me transmitió su pasión... me dio la esperanza de que aún se puede hacer... de que su Editorial Atlantis ha recuperado la magia de aquella mítica ciudad supuestamente bajo las aguas. De que nos queda mucho por ofrecer y de que con personas como él vamos a hacer que esas aguas se retiren y volemos a Atlantis donde se encuentran guardados los sueños, todos los sueños...

Mientras tanto seguiremos escribiendo... Os aconsejo que os hagáis con una copia de la novela de "J"... porque igual no lo sabéis pero la necesitáis... porque habla desde el alma de ese niño que todos llevamos dentro... desde este "Nunca Jamás" del que me niego a salir y sólo lo hago cuando Peter Pan me pide que os transmita mis sensaciones... Porque aquí en "Nunca Jamás" tenemos un internet que no sabe de ondas malignas y lo usamos para llegar a vuestros corazones... Porque cuando salgo de aquí, miro a la gente e intento transmitirle mi pasión por todo lo que aún no saben que está escrito para ellos y ellas...

Leed... no dejéis que los libros lloren vuestra ausencia, porque sin ellos el mundo no sería mundo... las personas tendrían miradas tristes... sin las letras no habría películas, ni canciones... ni siquiera la luna tendría nombre y sencillamente miraríamos un circulo blanco que nada nos transmitiría... y habrían amantes a la luz de un círculo blanco... y el amor sería diferente... 

Así que leed... para que nosotros los malabaristas de las letras, podamos seguir plasmando en palabras todo lo que aún no sabéis que queréis que sea escrito...

Feliz vida...




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El autor de 'Castillos de naipes': "Las crisis personales son uno de los principales motivos por los que una persona decide lanzarse a escribir, y este fue mi caso"

Hoy conoceremos más a fondo a Francisco Martínez Martí, autor de la novela 'Castillos de naipes' que se presenta este martes, 19 de mayo. En ella encontraremos una historia de amistad, el valor de saber ser diferente frente a los convencionalismos y de la búsqueda de la felicidad, por encima de todo, que como nos cuenta Francisco en esta entrevista, nació con una pregunta muy simple: ¿Qué me pasa?

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
Muchas personas, a lo largo de su vida, sienten el deseo de escribir una novela, pero lo normal es que quede sencillamente en eso, en un deseo. Yo tampoco hubiese escrito nada si no me hubiese visto en un callejón sin salida. Varios escritores han dicho que las crisis personales son uno de los principales motivos por los que una persona decide lanzarse a escribir, y este fue mi caso. Aunque no es un trámite agradable, las malas rachas son parte de la vida y en definitiva, lo que hay que hacer cuando atraviesas una, es superarla. En una de aquellas tardes presididas por la tristeza, me senté frente al ordenador, abrí un documento de Word y escribí la pregunta “¿Qué me pasa?”. Y, aunque cuando comienzas a escribir una novela lo deseable es conocer el final antes de escribir siquiera la primera palabra, decidí que utilizaría la escritura para tratar de descubrir qué me pasaba. Castillos de naipes es una búsqueda en sí misma.

¿Cómo fue el proceso creativo de la misma?
 Me acerqué a una librería y me compré los dos libros de estilo que tenían, un diccionario, un libro de ortografía y otro de gramática. Mi formación era de ciencias puras y el proceso de desempolvar los conocimientos de ortografía y gramática no fue algo de lo que disfrutase, pero debía volver a estudiarlo si quería siquiera empezar a escribir algo que en un futuro se convirtiese en una novela bien escrita. Lo que sí me resultó más entretenido fue la lectura completa del diccionario, y donde de veras disfruté mucho fue con la lectura de los dos libros de estilo. Ahí estaban las reglas que debía aplicar para crear una novela, y lo entendía todo de manera cristalina. Los dos libros contaban más o menos lo mismo y no había mucho más truco que el de aprender cuatro o cinco cosas y sentarse a escribir.
La ilusión regresó a mi vida, aunque de momento tuviese que conformarme con vivirla en la pantalla de un ordenador. Decidí que no aceptaría para crearla nada que no saliese libremente de mi interior, excepto lo que pudiese aprender en aquellos dos libros de estilo. Nada de recibir clases de escritura; no quería que nadie me impusiese reglas en aquella parcela de libertad que había encontrado y que, aunque ficticia, era mía. Nada de comentar con nadie que estaba escribiendo una novela, no quería sentirme cohibido cuando por las tardes regresara a la habitación y me sentase frente al ordenador.
Y pasó el tiempo y comencé a compaginar mi vida normal con una especie de vida clandestina donde me iba descubriendo a mí mismo a través de la reflexión y la escritura. Ya que estaba decidido a aventurarme en aquel proyecto, quise al mismo tiempo crear algo que resultase entretenido, que pudiese gustar a un hipotético lector, que sin ánimo de sentar cátedra ni dar lecciones de ningún tipo, sí transmitiese alguna opinión que pueda llevar al lector a la reflexión y, por encima de todo, que me devolviese la capacidad de volver a empezar y de vivir mirando hacia delante.
Como escenario para la primera parte de la novela, elegí la tierra que me vio crecer: Cartagena, La Manga y Cabo de Palos. Para recrear la segunda parte de la novela, me apoyé en el diario que escribí años atrás en el viaje que realicé a la Antártida a bordo del Hespérides, y me inventé un viaje en velero al continente helado. La historia está enmarcada en la época actual. Comienza en la infancia de los personajes principales, pasa por la adolescencia y la juventud, y finaliza en los años en los que comienza la madurez.
Una vez tuve definidos la estructura, el escenario y los personajes, relegué la novela a un segundo plano, ya que había cosas importantes del día a día que requerían de mi dedicación y, aunque la novela seguía presente en mi mente, apenas le dedicaba algunos ratos sueltos cada mes. Y transcurrieron algunos años hasta que, poco a poco, aquellas páginas fueron tomando forma, pasaron a ser lo más importante en mi vida y comenzaron a parecerse a la novela que es hoy pero, aunque disponía de tiempo más que de sobra para escribir, no me encontraba con la mentalidad libre de ataduras que es necesaria para meditar, y son precisamente las meditaciones los pilares sobre los que está construida Castillos de naipes. Aquella doble vida era insostenible; la novela se convirtió en una obsesión y me estaba pasando factura, y decidí que debía acelerar la maniobra. La novela estaba muy avanzada pero los capítulos clave, aunque colocados correctamente en su sitio dentro de la estructura, estaban sin desarrollar. Eran enormes nudos imposibles de deshacer si no dedicaba a ello todos mis esfuerzos, y fue cuando decidí pedir la excedencia en mi trabajo. Fue una decisión muy difícil, pero había llegado a un punto en el que era verdadera necesidad. Ya que daba este paso un tanto radical, no había motivo para darlo a medias y decidí irme a un sitio donde tuviese la tranquilidad necesaria para rematar la novela. Cogí el petate y me fui a Lanzarote durante un año.
Me había liberado de todas las ataduras y me encontraba en la situación idónea para tirar del hilo y deshacer aquellos nudos que tenía hechos con los capítulos clave, y desde el primer día me dediqué a escribir con disciplina militar. Me levantaba a las siete de la mañana de lunes a domingo, durante cuatro o cinco horas me dedicaba a revisar y pulir aquella estructura que ya estaba escrita de principio a fin. Cuando las baterías se me acababan, bajaba a la playa con novelas de diferentes estilos y las analizaba con papel y lápiz durante dos o tres horas, y aprendía cómo otros autores escribían sus novelas. Volvía a casa, comía y me echaba una siesta y, por las tardes, me bajaba de nuevo a la playa y dedicaba las horas a meditar sobre la vida. Volvía a casa y pasaba a limpio las notas que había tomado durante las meditaciones de la tarde y con las que, poco a poco, iba rellenando aquellos capítulos clave. A la hora del telediario paraba, cenaba, veía alguna película y me iba a dormir. Una vida al más puro estilo opositor.
La novela estaba casi terminada, y sólo entonces me apunté a un curso de escritura en Arrecife que duraba dos semanas. Yo ya no era capaz de escribir algo mejor de lo que había escrito y me apunté con cierto temor, ya que después de todo lo que había hecho, no quería ni pensar en la posibilidad de que me descubriesen que todo había estado mal enfocado. Resoplé de alivio cuando descubrí que lo que allí nos explicaban ya lo había descubierto yo por mí mismo y que mi novela era correcta. Ya sólo me quedaba terminar de definir los mensajes que quería transmitir en aquellos capítulos clave. Sin embargo y por mucho que meditase, eran como un tornillo sin fin al que podía seguir dando vueltas y más vueltas eternamente. Era necesario que metiese el palo entre los radios de la rueda y la frenase y, de entre las tres o cuatro opciones que tenían cabida en estos capítulos y que todas hubiesen sido válidas para lograr una novela verosímil, elegí la que me da a mí mismo una respuesta satisfactoria para ser capaz de pasar página y que, además, facilita un desenlace de la novela que considero el mejor de los que barajaba.

¿Quién disfrutará más con su lectura?
Creo que puede gustar a mucha gente, porque hablo de problemas cotidianos en los que muchos lectores pueden verse reflejados. Me interesan la amistad, el amor, el trabajo, la familia... Además, la novela incluye un viaje en velero a la Antártida en busca de un navío hundido, así que también tiene grandes dosis de aventura.
A veces pienso que los asuntos que trato en la novela son una frivolidad y que los que vivimos en esta sociedad donde lo tenemos todo no tenemos motivos para estar tristes, pero es precisamente el hecho de tener la posibilidad de dedicar nuestro tiempo y esfuerzos a trivialidades la trampa donde muchas personas yerran el camino. En esto me apoyo para decir que Castillos de naipes no es una novela frívola, sino una reivindicación de la sencillez en una sociedad demasiado acomodada. Desde que el hombre es hombre, le han acompañado en su vida los problemas, ya fueran externos o los creados por él mismo en su interior. Castillos de naipes es una búsqueda de la serenidad, un canto a alejarse de todo y de todos para, de esa manera, encontrar esa paz interior tan difícil de encontrar cuando estás dentro del huracán de la vida diaria. Del mismo modo, es un canto a la fortaleza humana y a la esperanza, a percibir la vida como dadora de nuevas oportunidades en la confianza de que lo que nos deparará es mejor que lo anterior.

¿Tienes ya en mente algún nuevo trabajo?
 Antes de terminar 'Castillos de naipes' comencé una segunda novela y un libro de relatos. Supongo que algún día los retomaré, pero son proyectos que hoy en día tengo parados. Considero que escribir Castillos de naipes era necesario para retomar el camino, pero soy consciente de que los sacrificios han sido muchos por el tiempo que he invertido en escribirla y por la actitud que he tenido durante estos años. Por el camino han quedado cosas muy importantes como mi trabajo, al que vuelvo ahora con fuerzas renovadas, y tantas personas que son muy importantes para mí y junto a las que dejé de caminar porque la novela copaba todos mis desvelos. Si vuelvo a escribir algo, sólo el tiempo lo dirá.

¿Tienes alguna manía a la hora de trabajar?
Necesito silencio y comenzar a escribir temprano, no más tarde de las siete. Café y, aunque he logrado escribir sin fumar durante algunas temporadas, he de reconocer que el cigarrillo ha sido un gran compañero de escritura.

Si te pregunto por tu libro favorito… ¿Qué título es el primero en el que piensas?
Son varios, y tienen en común que mientras los he leído han logrado hacerme sentir y que al terminarlos me han hecho soltar una carcajada al tener la certeza de que lo que tenía entre mis manos era magia en forma de libro: “La isla del tesoro”, de Robert Louis Stevenson, “Travesuras de la niña mala”, de Mario Vargas Llosa, “El mundo”, de Juan José Millás, “El buscador de oro”, de J.M.G Le Clezio, “Los renglones torcidos de Dios”, de Torcuato Luca de Tena, y “Océano”, de Alberto Vázquez-Figueroa, por citar los principales.

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¿La crisis financiera se pudo prever? En este programa de Ecos de Actualidad, Julio Holgado, autor de Brokermaniac, nos habla de su libro

¿La crisis financiera se pudo prever? En este programa de Ecos de Actualidad, Julio Holgado, autor de Brokermaniac, una novela de suspense, en el que la crisis es un mero escenario, nos habla de las especulaciones, los falsos rumores en bolsa el inicio de la crisis financiera y la teoría del caos, entre otras cosas.

Presenta la sección literaria 'Te damos la palabra' Carlos Cué. Colabora J.D. Álvarez, editor de Ediciones Atlantis.

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La autora de ‘Ghistyn: El sueño de Kairi’: "Poco a poco fui enganchándome a la historia yo misma y no pude parar de escribir"

Este viernes 15 de mayo se presenta en la Biblioteca Azorín de Alicante ‘Ghistyn: El sueño de Kairi’, una divertida novela de fantasía escrita por Carolina Rodríguez Pereira que nos hará disfrutar de las aventuras de Kairi en su lucha contra Sordel y sus hordas de seres malvados. os dejamos la entrevista a su autora.

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela? Si he de ser sincera al principio no tenía ni idea de que acabaría siendo una novela. Desde siempre me ha gustado muchísimo escribir dada mi pasión por leer, es algo que me relaja mucho. Me pongo delante del ordenador o ¿por qué no? como se hacía antaño con un bolígrafo y un cuaderno y dejo que fluyan las palabras. Y esto mismo me pasó con Kairi, comencé a escribir para olvidar algún problema que tuviera esa tarde y poco a poco fui enganchándome a la historia yo misma y no pude parar.

¿Seguiremos disfrutando de las aventuras de Kairi? Me temo que no, la novela tiene un final completamente cerrado pero si os sirve de consuelo he pensado ya en un una pre cuela además de estar trabajando en mi siguiente novela.

¿Nos puedes describir tu sitio de trabajo? No tengo un lugar preferido la verdad, la mayoría de veces suelo estar en el estudio pero si me viene la inspiración en cualquier otro lugar, enciendo el ordenador y me pongo a ello, eso sí esté donde esté escribiendo no puede faltar la música.

¿Hay algo que te gustaría hacer y aún no has tenido la oportunidad? Muchísimas cosas la verdad, mi principal objetivo era conseguir que mi novela fuese publicada y eso gracias a Ediciones Atlantis se está cumpliendo, pero supongo que al igual que a todo el mundo aun me quedan muchas metas que alcanzar y muchos sueños que cumplir.

Un libro de tu infancia sería… Esta es la pregunta más difícil jeje he leído tantísimos libros de pequeña y de tantos tipos que no sabría por cual decantarme. He aprendido con Teo y con los Leo Leo, me he ido de aventura con los cinco de Enid Blyton, he cursado Magia y Hechicería en Hogwarts , viajado a Narnia...pero me quedaré con mi cuento favorito que creo que me marcó bastante respecto a personalidad, Peter Pan.
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El autor de 'La hora de las sonámbulas': "La influencia de Miguel Delibes está detrás de ciertos aspectos de la obra"

¡Hola de nuevo!

Hoy os presentamos a Elías Fernández Jaime, autor de 'La hora de las sonámbulas' que se presenta esta tarde en Restaurante Casa Gades en Madrid y en la Biblioteca Pública de Ciudad Real el próximo 18 de mayo. En esta novela el autor nos invita a reflexionar sobre el (des)amor y los reveses del destino bajo la perspectiva ingeniosa y desenfadada su protagonista, una joven inteligente y diferente que siempre va cargada de respuestas ingeniosas con las que enfrentarse al mundo. Aquí os dejamos la entrevista. 

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela? Con frecuencia, en el momento de enfrentarme a un nuevo trabajo creativo, procuro recurrir a ideas llamativas que haya tenido previamente. Suelen aparecer en los momentos más inesperados. A partir de ahí, conecto los conceptos que más me gusten y que encajen mejor. En concreto, esta novela nace a partir de un proyecto que iba a ser audiovisual. Consistía en mostrar una fiesta de pijamas como si fuese una película musical. En ella, aparecían unos personajes adolescentes que, dentro de sus cabezas, cambiaban la letra de las canciones del karaoke con el que jugaban, en base a lo que sintieran a cada momento. A día de hoy, no sé si se trataba de una idea tan buena, pero esa fue realmente la semilla de la novela.

¿A quién va dirigida esta obra? Supongo que, sobre todo, es un libro que está enfocado a un público joven. Que rocen los veinte años, aproximadamente. Los temas que se abordan tienen que ver con algunos problemas comunes de la etapa que va desde la adolescencia al inicio de la fase adulta. Aunque, si he de ser sincero, tampoco pienso que sea exclusivamente para este sector. 

¿Sigues escribiendo? Sí, recientemente he estado dándole vueltas a varias ideas que me parecían curiosas. En las últimas semanas, me he decantado por una que me gusta más que las otras. Puede que dé de sí lo suficiente y me permita escribir una nueva novela.

¿Cual es tu autor de referencia? Cuando escribo, me propongo alejarme de cualquier artefacto que pueda influenciarme de una manera consciente. Sin embargo, durante el proceso de escritura de esta novela estuve leyendo algunas cosas de Miguel Delibes. Quizá, de algún modo, su influencia esté detrás de ciertos aspectos de la obra.

¿Cuál es el último libro que has regalado? El último libro que regalé fue “Cuentos completos”, de Truman Capote.

En tu caso…¿El escritor nace…o se hace? Lo cierto es que de pequeño tenía clarísimo que mi futuro debía estar relacionado con el hecho de contar historias. Yo decía que quería ser cuentista. Aunque, por supuesto, sé que esto no siempre puede llevarse al territorio profesional.



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El día del libro protagoniza esta sección literaria de Ecos de Actualidad con las firmas en Zaragoza de J.D Álvarez, editor de Ediciones Atlantis y Carlos Cué

Hoy os traemos un nuevo programa de Ecos de actualidad en el que hablamos del día del libro, celebrado el pasado 23 de abril en Zaragoza y la firma de ejemplares en la que participaron el editor de Ediciones Atlantis, J.D Álvarez, con su libro "Diario a bordo de un padre primerizo" y Carlos Cué, presentador de esta sección literaria y autor de "Una luz del más allá". Hacemos también un repaso de estadísticas de ventas de libros en España y publicaciones anuales.

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La forense Carmen Baena Salamanca: "Quien intenta destruir Ediciones Atlantis intenta destruirnos un poco a todos sus autores"

Nunca imaginé que escribiría un libro y menos que sería publicado. En un momento de mi vida en el que se me acumularon las cosas que contar, me lancé y, junto a mí, la Editorial Atlantis. La experiencia ha superado con creces todas mis expectativas y agradezco la oportunidad que la Editorial me brindó de hacer pública mi obra siendo, como la mayoría de los que publicamos en Atlantis, una autora novel y desconocida. Sé que en el complicado mundo de la literatura y la edición nunca hubiera tenido cabida de otro modo y por eso Ediciones Atlantis ha pasado a formar una pequeña parte de mi vida.

Entiendo que la crítica es sana siempre que sea constructiva y surja de hechos reales, contrastables y ajustados a la verdad. Algo diferente es el intento obsesivo de destrucción, quizás como una forma desacertada de disipar las propias frustraciones y fracasos, lanzando afirmaciones que bien pudieran surgir de la ideación delirante de una mente torturada antes que de la mera observación de la realidad.

Quien intenta destruir Ediciones Atlantis intenta destruirnos un poco a todos sus autores. Y digo todo esto porque Ediciones Atlantis ha pasado a formar una pequeña parte de mi vida, y me duele.

Publicado en www.escritoresatlantis.com
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Ignacio Arruego, autor de 'El medallón de Santiago' nos habla del esoterismo y el ocultismo en la II Guerra Mundial

En esta sección literaria "Te doy mi palabra", de radio Inter (Intereconomía), Ignacio Arruego nos habla del esoterismo y el ocultismo en la Segunda Guerra Mundial entre los altos mandos, la sociedad Thule y la Operación Dynamo... todo ello relacionado en su novela "El medallón de Santiago". 

Dirige este programa de Ecos de Actualidad Alexia Cué, presenta Carlos Cué y colabora J.D. Álvarez, editor de ediciones Atlantis.
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Multitudinaria presentación del libro 'Pekenikes. Su auténtica historia' de Ignacio Martín Sequeros

MADRID (Por Pepe Machado).- Con la madrileña Sala Clamores llena a rebosar, Ignacio Martín Sequeros, bajista y armonicista fundacional del grupo musical Los Pekenikes, presentó este sábado su libro “Los Pekenikes. Su auténtica historia” (Ediciones Atlantis). Hacía mucho que esperábamos este libro y nadie mejor que uno de los componentes de Los Pekenikes para que contara desde dentro la ‘auténtica historia’ de este gran grupo pionero del rock-pop en España. Durante dos décadas acapararon las listas de éxito, la prensa y la radio y crearon buenas canciones instrumentales. 
Los orígenes 
Si el origen del grupo data de 1958, fue al año siguiente cuando se le bautizó oficialmente, hecho que tuvo lugar en el auditorio de Radio Intercontinental, emisora que dirigía Alberto Domper. Él junto a Ángel de Echenique y Enrique Maristani, les sugirieron el nombre de Los Pequeniques, que los músicos transformaron posteriormente cambiando las “q” por las “k”. Una actuación en directo (en un programa ‘cara al público’ como se decía entonces) en aquella emisora fue su rampa de lanzamiento. El embrión del grupo lo constituyeron Lucas Sainz, guitarra solista; Alfonso Sainz al saxo; Eddie Guzmán, guitarra rítmica e Ignacio Martín Sequeros al bajo. 
Deserciones, incorporaciones y los que se fueron 
Posteriormente se produjeron las inevitables deserciones e incorporaciones ya que en el seno de grupo se forjaron músicos de gran inquietud y valía que dieron lugar a diferentes trayectorias artísticas como Pepe Nieto, Pepe Barranco..., las incorporaciones de Junior, Juan Pardo, Tony Luz, Félix Arribas... y los que fallecieron como Eddie Guzmán, Pablo Argote, Jorge Matey, Junior y Alfonso Sainz, entre otros.  
La trayectoria de Los Pekenikes ha sido imparable. Sería imposible reseñar aquí una carrera tan espectacular y tan repleta de actividades. Para salvar esta laguna, Ignacio Martín Sequeros ha escrito este libro con la “auténtica historia” de Los Pekenikes, un poco harto, también, de las falsas leyendas que han atribuido al mítico grupo: «Estoy cansado de leer memeces en Internet, están destrozando la historia. La gente cuando ve las cosas en letras de molde, se lo traga todo, y estoy viendo artículos en la red sobre Los Pekenikes que no son verdad. Ahora que tengo uso de razón, he querido contar lo que pasó».

Muchos y grandes amigos
Volviendo al acto de presentación del libro, compartieron la mesa junto a Ignacio Martín Sequeros, el director de televisión y escritor Alfonso Arteseros; José Domingo Álvarez, escritor y editor de Ediciones Atlantis; Carlos Cué (periodista y presentador de Radio Inter); y Claudio de Miguel, periodista y director del programa 'El Guateque'). La presentación fue animada con dos interpretaciones de Ignacio con su armónica y un tercer tema, un blues improvisado junto a otro armonicista, el editor J. D. Álvarez, temas que disfrutamos los dos centenares de personas que asistimos. 
Ignacio se vio rodeado de grandes amigos como Félix Arribas, Tony Luz, ambos miembros de Los Pekenikes en diferentes épocas, Joaquín Torres (de Los Diablos Rojos, Los Pasos y Robin Hood), Alberto Novo (de Los Flaps), Phil Trim (de Los Poptops) Javier Navarro (de Almas Humildes y Robin Hood), Vicente Figaredo (de Los Charcos y Robin Hood), Pedro Chicano (de Los Peckes), J. M. González Sánchez (de Los Stukas), José Ramón Pardo (de Los Teleco), y el actor y humorista Manolo Royo entre otros. Ignacio no dio abasto para saludar a tantos amigos y firmar tanto libro tras una cola interminable. 

Este verano, reaparición de Los Pekenikes

Ignacio Martín, Tony Luz, Pepe Barranco y Félix Arribas será la formación que ofrezca un único concierto en Madrid el próximo 2 de julio de 2015 con motivo de la celebración de cincuentenario del concierto de The Beatles en Madrid, en la Plaza de Toros de Las Ventas, en el que fueron teloneros de los de Liverpool. En esta ocasión Los Pekenikes será la gran atracción de esta esperada velada en la que The Beatles serán recordados por la banda inglesa The Bootleg Beatles.
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Opinión de Juan Tena sobre Ediciones Atlantis: "Un hallazgo inesperado"

Supongo que todos los escritores comenzamos nuestra particular novela personal con el mismo o parecido párrafo: «Comencé a buscar una editorial que quisiera publicar…». Pasado el tiempo, largo por lo general, damos paso al segundo párrafo: «…lo sigo intentando, como el encontrar un agente literario, pero de momento nada: ni una cosa ni la otra…», Y así una vez y otra y otra. Después pensamos en la autoedición, pero inmediatamente surge una pregunta muy difícil de responder: ¿De qué modo, si acudo a la autoedición, puedo saber si mi obra tiene calidad o no. Si puede o no interesar a los lectores? Me dije que con la autoedición no, desde luego. Es necesario tener un referente, alguien dedicado profesionalismo al mundo del libro y a la literatura que puede enjuiciar tu obra e indicar, de acuerdo a su opinión experta, si ese manuscrito es o no bueno, y eso solo se logra cuando la obra es leída por un editor o un agente. Así pues en mi caso, como en muchos otros, supongo, seguí buscando y buscando. Eso sí, nunca hay que rendirse.
Recibí ofertas de coedición de algunas editoriales, pero aún así preferí seguir el camino clásico de buscar editorial y agente literario.

Hasta que conocí a Atlantis. Fue un autor de la editorial el que me habló de ella. y cómo él había publicado su novela. Uno de los días que tenía que acercarse a la editorial para hablar con el editor le acompañé, previamente y por si surgía la ocasión, me eche al bolsillo mi último manuscrito. Y así fue como conocí a Atlantis. Su editor se prestó a leer mi manuscrito, y yo agradecido quedé a la espera. Pensé en tres, cuatro meses para recibir respuesta, o en no volver a saber nada de mi modesta obra. Sin embargo no pasaron más de quince días cuando recibí una carta en la que Atlantis se mostraba interesada en mi obra. A dicha carta le acompañaba una valoración de la obra, la cual me llenó de satisfacción: «Alguien se había molestado en leer mi manuscrito con criterio literario-profesional». A partir de este momento todo fue rápido, la primera edición, la presentación y mi paso por la Feria del Libro de Madrid. Otra cosa distinta son las ventas. Eso es harina de otro costal. Algunos autores que me han antecedido en este blog ya lo han apuntado: se lee poco, la gente no lee, solo lee aquellos libros que van acompañados de enormes campañas de publicidad y promoción, que por lo general suele coincidir con obra que difícilmente podrían catalogarse de obras literarias de nivel. Esa es otra guerra que hay que abordar con igual paciencia y tesón como cuando se buscaba editor: las ventas De lo que sí he desistido ha sido de buscar agente literario. Ahora pienso que quizá en algún momento alguno me busque a mí, y si no, seguiremos cada uno nuestro camino.
Así pues, Atlantis ha sido para mí un verdadero hallazgo. No hace mucho, su editor decía y con razón, que pese al tamaño pequeño de la editorial, en su catálogo hay autores y obras que nada tienen que envidiar a otros autores con mayor renombre de editoriales más grandes. Es cierto, solo nos diferencia el número de ejemplares vendidos. Pero eso no nos debe desanimar, por cuanto todos conocemos a un buen número de autores que están fuera de las listas de libros más vendidos, pero tienen lectores incondicionales, son autores de culto, y ahí están permanentemente presentes y con las mismas editoriales que no renuncian a ellos. No venden miles y miles de golpe, pero venden muchos pocos, que es, tal vez, algo que preferimos aquellos autores que intentamos encuadrarnos en la Literatura con mayúsculas. Y en esta batalla, en contra muchas veces de lo mediocre, hay editoriales como Atlantis que intentan –en la medida de sus posibilidades– ayudar a autores noveles con enorme proyección literaria.

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