Hoy es de esos días en los que me levanto con la esperanza de que mis sensaciones no son reales. De esos momentos en los que sé que necesito expulsar sentimientos y que el mundo me diga que no, que estoy equivocado... Pero algo me dice que deberíamos volver muchos años atrás para que las cosas volviesen a ser lo mismo. No, tranquilos... no estoy hablando de política porque aunque a veces parezca cargado de razón, no tengo ni idea de lo que es y con tanta cortina de humo se me han escapado las creencias.
Hablo de los libros. De la lectura. Recuerdo hace cuarenta años, la pasión que tenía por los libros. Esos en los que me zambullía a la espera de encontrarme entre sus líneas. Devoraba todo lo que caía en mis manos y luego atesoraba esas páginas como quien tiene la llave de la cueva de Alí Babá. Libros y libros... me los compraba aunque los fuese a leer mucho tiempo después... y al final no tenía sitio para colocarlos y terminaban en cajas donde su sueño era protegido para siempre. A la vez empezaba yo a escribir... inicialmente eran párrafos inconexos, mundos inverosímiles que para mi tenían toda la lógica del mundo. Y pasaba mis historias a amigos amables, mientras yo me cargaba de rubor y vergüenza....
Pero llegó el siglo XXI y trajo consigo móviles, realities, tablets, millones de cadenas de televisión ávidas de audiencias a toda costa... y los libros siguieron con su sueño eterno, quizás a la espera... quizás desesperados... y es que al final te das cuenta de lo poco que se lee.. de lo poco que leemos... de que hay millones de historias escritas que ni siquiera pasarán por los ojos a los que están destinadas. Millones de mensajes que podrían curar tristezas, anhelos, traumas, pasiones... Esas que acaban en un cajón o en el montón de libros a un euro en los que nadie ya repara. Y me da pena... me da mucha pena que nosotros, los escritores, veamos ese declive aunque nos carguemos de esperanza. Porque en mis paseos por la ciudad veo terrazas repletas de gente absorta en sus móviles última generación, en sus tables que no saben de historias... Juventud preocupada por músculos minúsculos y apariencias falsas que les llevarán a un "Hombres Mujeres y Viceversa" en el que aunque digas "asín" estás más bueno o buena que el supuesto pan y todo se perdona... Pero cómo vamos a echarles la culpa tan sólo a ellos y ellas, si tenemos un presidente que escupe sobre nuestro idioma sin miedo alguno mientras sus discursos se tiñen de "cuidao", "parao", "expresao" y decenas de palabras que se retuercen dentro de su boca... Y los libros, mientras tanto, quedan preciosos en estanterías protegidas por fotos, estatuillas y obstáculos varios que evitan el que podamos coger aquellos que suplican nuestras manos para sentirse vivos.
Y no se lee... pregunto a la gente a mi alrededor qué libro están leyendo ahora y tras un rubor momentáneo cambian de tema y la vida sigue con ese siglo que cada vez sabe menos de mundos de fantasía...
Y seguramente que los que me leéis no estáis dentro de ese grupo... quizás no o quizás si... porque nos buscamos las excusas de "es que termino muy tarde" o "es coger una página y me quedo dormido" o "no, si yo leo muchísimo... pero últimamente no encuentro el momento"... Lo peor es cuando alguien va a un nivel superior y te dice que un libro vale 10, 15, 20 euros... que "menuda barbaridad... " y tú te retuerces en tu sensibilidad de escritor y le quieres decir que es lo mismo que vale una cena de sábado o una copa que irá directamente a su hígado quitándole un segundo de vida... Y querrías decirles que sí... que son 10, 15 euros... 20... pero te están regalando ilusión... te están regalando vida... y que quizás es una excusa más para reconocer que ya no leemos. También, a veces, les recuerdas que hay libros electrónicos... que son más baratos.. (sin ir más lejos mis dos primeras novelas yo las he puesto a la venta en amazon por 2,99 euros en formato digital... menos de lo que vale un paquete de tabaco... ¿aún hay excusas?), y van y te dicen que "No... que no me acostumbro a ese tipo de libro... que prefiero el papel.. que es más romántico... que me gusta olerlo, sentirlo..." Y tú lo ves precioso y le preguntas "qué libro se ha comprado últimamente" y, mientras intenta cambiar de tema, te habla de lo caros que están.. de que no tiene tiempo.. pero eso sí... lo romántico que es poder tocar ese libro que igual nunca compre...
Y me da pena... me da pena el ver que a mi alrededor se lee poco... muy poco... Por contra, os diré que conozco bastante gente que devora libros... y soy afortunado de tenerlos entre mis amigos y amigas... pero quiero pensar que aún hay esperanza... que hay personas que quieren soñar... que quieren encontrar esos mensajes que han sido escritos para ellos y para ellas...
Pero estoy esperanzado... porque aún hay gente que quiere leer... gente que se pierde en librerías y escucha las palabras que vuelan por ese mundo mágico. Aún tengo la ilusión de que hay padres y madres que transmiten ese sano vicio a sus hijos e hijas... que apagan la tele y les pasan un buen libro para que sientan lo que es... que son parte de ellos.. que hay un universo al que pueden huir y aprender... un universo que ha sido creado para ellos y que nunca podrán olvidar...
Porque ayer asistí a la presentación de la nueva novela de mi editor J.D. Alvarez "Diario de a bordo de un padre primerizo" y supe que hay esperanza... Nos habló de ese diario desde el que su hijo habla... un diario que se tiñe de ternura y pasión. Nos impregnó con el amor de un padre hacia su otro yo... un yo que crece cada día y desea ser escritor... imitar a su padre... y alimentarse de la pasión por los libros... y, así, de repente... supe que con un poco de esfuerzo podemos conseguir que las futuras generaciones recuperen nuestros sueños... vuelen más allá de los móviles y tablets que se nutren de sus sueños a través de "pájaros enfadados" y otros juegos táctiles que aspiran sus minutos digitalmente... "J", que así le gusta ser llamado a mi editor, me transmitió su pasión... me dio la esperanza de que aún se puede hacer... de que su Editorial Atlantis ha recuperado la magia de aquella mítica ciudad supuestamente bajo las aguas. De que nos queda mucho por ofrecer y de que con personas como él vamos a hacer que esas aguas se retiren y volemos a Atlantis donde se encuentran guardados los sueños, todos los sueños...
Mientras tanto seguiremos escribiendo... Os aconsejo que os hagáis con una copia de la novela de "J"... porque igual no lo sabéis pero la necesitáis... porque habla desde el alma de ese niño que todos llevamos dentro... desde este "Nunca Jamás" del que me niego a salir y sólo lo hago cuando Peter Pan me pide que os transmita mis sensaciones... Porque aquí en "Nunca Jamás" tenemos un internet que no sabe de ondas malignas y lo usamos para llegar a vuestros corazones... Porque cuando salgo de aquí, miro a la gente e intento transmitirle mi pasión por todo lo que aún no saben que está escrito para ellos y ellas...
Leed... no dejéis que los libros lloren vuestra ausencia, porque sin ellos el mundo no sería mundo... las personas tendrían miradas tristes... sin las letras no habría películas, ni canciones... ni siquiera la luna tendría nombre y sencillamente miraríamos un circulo blanco que nada nos transmitiría... y habrían amantes a la luz de un círculo blanco... y el amor sería diferente...
Así que leed... para que nosotros los malabaristas de las letras, podamos seguir plasmando en palabras todo lo que aún no sabéis que queréis que sea escrito...
Feliz vida...
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