Entrevista al autor de 'La leyenda del conde Lazarejo y otros relatos': Se puede destacar la importancia de la magia que esconde la vida cotidiana

Ediciones Atlantis presenta este viernes en Madrid 'La leyenda del conde Lazarejo y otros relatos', una colección de doce relatos escritos por Cesare Pría en los que el autor aporta una interesante reflexión cargada de humanismo que invita, al acabar la obra, a una relectura más profunda y pausada, con la cual degustar, ahora sí, los matices que impregnan cada página.

¿Cómo surgió la idea para escribir este libro?
Esta es una colección de relatos que se ha ido creando a lo largo de más de cinco años. Cada relato tiene su motivación y su historia particular. Algunos fueron un encargo para ser publicados en alguna antología y otros los escribí en momentos en los que sentí que necesitaba hacerlo o porque quería experimentar con alguna técnica narrativa.
En este sentido, "Silencio" lo escribí para una antología de Ediciones Atlantis que estaba destinada a denunciar la violencia de género. El desafío narrativo que me planteé fue escribir un relato en el que se mostrara toda la crudeza de esta lacra social pero sin narrar ninguna escena de violencia explícita. Por eso, en este relato la violencia está presente todo el tiempo, pero se muestra de modo implícito tanto en la tensión emocional de las dos protagonistas como en las sensaciones, a veces también físicas, que se sugieren.
"La leyenda del conde Lazarejo" es un relato que reúne quizá las otras dos motivaciones que he citado. Necesitaba escribir y experimentar con un relato fantástico ambientado en el pasado. Me apetecía crear una historia sugerente, en el que hubiera imágenes poderosas, como esa especie de flor metálica compuesta por armas colocadas en el suelo alrededor del conde (que tan brillantemente ha reflejado María S. Ozamiz en la ilustración que sirve de portada al libro), o las descripciones del ejército desplazándose -con el sol reverberando en las corazas o en posición de asedio ante las ciudades -, las travesías por el río Po o por la nieve, o la estancia en el Palacio abandonado y decadente de Venecia.
Por su parte "La sonrisa triste" fue una forma de experimentar con la narración en segunda persona. 
Finalmente, cuando vi que tenía un conjunto de relatos considerable, hice una selección que me llevó a los doce relatos que componen el libro y propuse su publicación a Ediciones Atlantis, a quien siempre estaré agradecido por su compromiso con el libro. Fue muy importante también poder contar con María S. Ozamiz para hacer las ilustraciones, porque es una artista maravillosa y es todo un privilegio que aceptara participar de este proyecto.

¿Qué cosas captan su atención o consiguen inspirarle a la hora de crear una historia?
Los seres transparentes. (María S. Ozamiz) 
En el caso de este libro hay dos líneas claras, por un lado están los relatos fantásticos (entre los que incluyo el relato de terror), y por otro los relatos que se centran en distintos problemas sociales.
Por ejemplo, en el caso de los relatos fantásticos, algunos, como el de "Guido, el increíble" nacen de una imagen, la del caballero medieval que surge de una casa de campo moderna tras una explosión y huye al galope. "Los seres transparentes" lo construí a partir de un recuerdo de mi infancia. Por su parte, "Exterminio" lo creé con la idea de ese ser incorpóreo que llega a la Tierra y que empieza a sentirse atrapado por nuestro mundo físico, pero también es un relato sobre la lucha interna que hay en cada uno de nosotros entre nuestra luz y nuestra sombra.
En cuanto a los relatos sobre problemas sociales, nacen todos ellos de la observación de la realidad, y de cómo funciona nuestra sociedad y nuestra relación con ella. De este modo, "El límite de la imaginación" es un relato sobre el desarraigo pero también una historia bastante positiva sobre la superación, la reinvención de uno mismo y el amor a las cosas sencillas. "La sonrisa triste" se aproxima a la importancia de la afectividad en el mundo de hoy y a las terribles consecuencias de la falta de cariño en la infancia. "Darío" pretende mostrar un semblante más humano y realista de las enfermedades mentales, y contribuir a que se piense más en ellas y se apoye a los enfermos mentales y a sus familias porque, por desgracia, este tipo de enfermedades, a mi juicio, siguen siendo un tabú y no reciben el apoyo ni institucional ni social que merecerían, viviendo estas enfermedades -tanto quienes las padecen, como sus familiares y personas allegadas - con demasiada soledad.
En definitiva, cada relato tiene su peculiaridad en este sentido.

La leyenda del conde Lazarejo.
(María S. Ozamiz )
¿Existió el conde Lazarejo? ¿Por qué lo consideraste como protagonista de uno de tus relatos?
No, no existió el conde Lazarejo. "La leyenda del conde Lazarejo" no es un relato histórico, sino un relato fantástico con el telón de fondo del periodo histórico del Renacimiento, el cual se sugiere al lector sobre todo para crear en él una referencia y un marco estético.
Por otro lado, el nombre de Lazarejo proviene de un arroyo del río Guadarrama que se llama así y lo utilicé por su relación con "lazarillo", ya que el conde Lazarejo pretende ser un guía de las personas que le acompañan.
Lo consideré como protagonista porque para el relato quería una figura heroica, de la forma en la que el conde Lazarejo se comporta como un héroe, con un carácter épico, pero también con todo el misterio que encierran sus capacidades y su comportamiento.

¿Hay algún hilo conductor común a todos ellos?
Nunca más (María S. Ozamiz) 
Cada relato es distinto e independiente, pero me ha sorprendido advertir cómo, relatos escritos en distintos momentos y por causas distintas a lo largo de varios años, parecen tener un espíritu común, por decirlo de algún modo. De este modo, se puede destacar la importancia de la magia que esconde la vida cotidiana y la invitación a apreciarla cada día; o lugares como la Catedral de Saint Paul de Londres, que aparecen en distintos relatos. También se repiten temas como el amor, en distintas aproximaciones. También cabe hacer referencia a la búsqueda de imágenes con fuerza, así, en el caso de "Exterminio" se puede hacer referencia a las visiones del ser incorpóreo cuando observa la Tierra desde las alturas para luego descender a pie de calle como si estuviera tumbado en el suelo y mirar desde allí, o cuando se cuela en las casas del barrio al que acude a cumplir su misión, y, quizá, la que resulta muy potente en el contexto del relato -sobre todo por su sencillez - es el cojín de colores en el sofá.

​​​​​​​Tienes publicaciones de géneros diversos. A la hora de escribir, ¿con qué género te sientes más cómodo?
Me gusta la narrativa, porque llevo ya bastantes años estudiándola y tratando de practicar el oficio. Los aspectos técnicos de la narrativa me han interesado mucho siempre. En este sentido, una novela es menos cómoda, por utilizar la palabra que mencionas, porque requiere un espacio de tiempo muy dilatado, en el que la historia te acompaña cada día, y debes combinar la aplicación de la técnica con la imaginación y, muy importante, la memoria (para tener siempre presente determinados aspectos y detalles). Después están la infinidad de correcciones y repasos, y la diferencia entre lo que concebiste inicialmente y el resultado definitivo, que siempre acaba siendo grande, porque las historias, en cierto modo, parecen tener una especie de vida propia en la que las cosas encajan o se complican a veces de un modo muy sorprendente. Escribir una novela requiere mucho compromiso y constancia.
Los relatos tienen la ventaja de que se dilatan menos en el tiempo. La historia puede concebirse de principio a fin con mayor facilidad, y se controla todo un poco mejor. Sin embargo, en ocasiones los relatos son más difíciles de escribir porque permiten menor margen de error y exigen mayor perfección, quedar más "redondos" (por utilizar una expresión coloquial que sea expresiva de lo que quiero decir). La novela te permite mayor digresión y los errores, a priori, se notan menos. La poeta Ada Salas dice, en relación con la poesía, que los poemas no se pueden escribir a medias, o salen o se quedan frustrados. Con los relatos pasa lo mismo, y eso es un nivel de dificultad añadido.
Los artículos me resultan muy divertidos de escribir, pero es muy difícil alcanzar el nivel de los grandes articulistas que te atrapan con la primera línea y en poco espacio dejan una gran carga de profundidad.
En definitiva, todo depende. Lo importante es seguir esforzándose y no dejar de aprender.

Si le pregunto por su libro preferido… ¿Cuál es el primero que le viene a la cabeza?
La verdad es que se me vienen varios a la vez y no sabría cuál elegir. Prefiero decirte, si me lo permites, autores, como Pavese, Virginia Woolf, D.H. Lawrence, Natalia Ginzburg, Ted Hughes, Ada Salas, Josep M. Rodríguez, Antonio Gamoneda, Juan Ramón Jiménez, María Tena, David Trueba, Peter Cameron, Scott Fitzgerald... podría seguir citándote muchos.
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