Al equipo que forma la Editorial Atlantis, les doy las gracias. Gracias porque de niños, les enseñaron a leer. Aprendieron a comprender, lo que las palabras y las frase, les querían decir. Se hicieron adultos, que gracias a la compresión escrita desarrollada desde su infancia. Les hizo amar a los libros, e incluso, se despertó en ellos un interés por las personas que escribían esas historias.
Un día, un grupo de intelectuales, deciden unir sus fuerzas y sus ilusiones, de las que crean Ediciones Atlantis.
En muy opinión, fue una apuesta muy valiente, cuando empiezan su andadura editorial, no nos encontramos con una buena salud económica. Pero Atlantis, desea cumplir su sueño, dar voz a personas que escriben. Personas que necesitamos expresar nuestros sentimientos por medio de la palabra. Pero, queremos contar lo poco o mucho de nuestro conocimiento, compartir lo escrito con personas que no nos conocen, ni tan siquiera saben que existimos.
Escribir, es fácil, incluso de pequeños hemos llevado diarios, donde recogíamos lo vivido día a día, !Ah! Pero no queríamos que nadie supiera de su existencia, era nuestro mayor secreto.
Ahora de mayores,ocurre todo lo contrario, nos gustaría, que nos leyesen cuántas más personas mejor. Pero es en ese momento, cuando nos encontramos con el problema !seguimos siendo desconocidos!
La editorial Atlantis, en mi caso fueron los magos, que hicieron realidad mi sueño. Aun me emociono al recordar el día, en el que al abrir el buzón de la correspondencia. Un sobre de la Editorial Atlantis, llevaba mi nombre. En el jardín la abrí, la ilusión o desilusión que me traía aquel sobre, no podía esperar a entrar en casa. Mi comprensión lectora es buena, pero os aseguro que tuve que leer la carta tres veces, no podía dar crédito. Mi aprendiz de libro, pasaba de manuscrito a libro, con portada y contra portada. Incluso en los anaqueles de la Biblioteca Nacional de Madrid, iba a estar un ejemplar.
Cuando recibí puntualmente la caja con “mis” libros, la abrí de inmediato, cogí un libro, estaba tan emocionada, la portada era preciosa, el olor a tinta, el rugir de las páginas. La presentación del aprendiz de libro, se realizaba en dos días. Recordé una frase que habréis escuchado muchas veces“ten cuidado con lo que deseas, que las ilusiones se pueden llegar a cumplir”. Y ese era mi caso, gracias a Guttemberg que inventó la imprenta y sobre todo al equipo de la Editorial Atlantis que me dio la oportunidad de publicar mi manuscrito.
No solo dedicaron su tiempo a leerlo, sino que me enviaron un análisis crítico detallado del mismo. El equipo Atlantis, siempre esta dispuesto a escuchar, aunque tu idea sea surrealista, siempre dispuestos a trabajar, ayudar y colaborar,en lo que los aprendices con aspiraciones a escritores necesitemos.
Yo sólo puedo decir un gracias en letras capitales a Ediciones Atlantis, gracias por vuestro excelente trabajo, gracias por vuestro tesón, gracias por hacer posible que mis sentimientos expresados por palabras, se conviertan en un libro, libro que podrán comprar y disfrutar ,personas tan anónimas como yo.
Os ánimo a seguir, en esta dura batalla que es la cultura y la vida.
María Teresa Abedul
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