Quizá si tuviéramos una buena base para comprender este tipo de violencia podríamos llegar a conocer sus orígenes y desarrollo, empezando por asumir que procede de la desigualdad con la que la sociedad erróneamente ha sido siempre estructurada en la diferenciación sexual de pensamiento entre hombre y mujer dentro de los ámbitos culturales, sociales, y sobre todo privados: puesto que en la naturaleza de esa misma diferencia radica la ocultación de los abusos/crímenes que ha ocasionado. La violencia de género es indiscutiblemente una lacra que mancha nuestra sociedad de un modo imborrable y lamentable, no es sino la consecuencia de muchos y complicados patrones, adoptados generalmente por el hombre con relación a la mujer, tales como la dominación social y económica procedente de una sociedad controlada desde antiguo por los hombres, donde la mujer ocupó siempre un lugar inferior de sometimiento y obediencia. Y hoy día, para muchos, que no han comprendido y asumido que todo esto ha cambiado radicalmente, (sin diferenciar las clases sociales a las que pertenezcan estos individuos) la forma de mantener esos antecedentes obsoletos es abusar dentro de una relación de la dominación y del poder basándose en la diferencia de género; Por lo que este asunto se convierte en un tema de necesidad y urgencia social donde el papel de la justicia está llamado a proteger a las víctimas de forma eficiente, por una parte, y a castigar, con el endurecimiento de las leyes contra todos los transgresores y asesinos de mujeres, por otra. Partiendo por reconocer esa urgente necesidad con una profunda toma de consciencia social, ya que todo este asunto ha pasado de ser un asunto individual y privado a convertirse un grave problema en la sociedad general que está llamado a ser erradicado por los legisladores a los que concierne, sin diferencia de color, pensamiento o militancia.
Publicado en www.escritoresatlantis.com
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