Iván Albarracín, autor de Las crónicas de la ciudad en llamas: "Es una novela escrita desde la rabia"

Ediciones Atlantis presenta este jueves ‘Las crónicas de la ciudad en llamas. Volumen I. El Universo dormido’, una novela de intriga del escritor Iván Albarracín, que representa una auténtica crítica social. 

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
La idea surgió a raíz de años de ver como una sociedad se iba hundiendo sin remedio y nadie hacia nada para solucionar la situación. Gente sin casa, despidos masivos, la clase media hecha añicos… los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres…Veía como gente sin recursos se quedaba sin nada y que los corruptos salían impunes de todos los procesos. Entonces, hace ya cerca de cinco años pensé en varias posibilidades aterradoras… ¿y si la situación empeorara todavía más? ¿Podría llegar a gobernar de nuevo la extrema derecha? ¿y si llegara un momento en que el viejo mundo que nos ha visto crecer se derrumbara sin remedio? Creo que es una novela escrita desde la rabia. Es más sano descargar tu ira en una novela que hacer alguna locura en la calle…

¿Cómo es la evolución de la trama y los personajes?
La novela se centra en un antihéroe, el detective Mario Barroso. Alguien de cierta edad, con una infancia conflictiva y una vida familiar y amorosa bastante caótica. En un principio es algo reacio a investigar el suicidio de su sobrino Adrián porque sentía un gran cariño por él. No quiere reabrir viejas heridas pero su sobrino Xavi, un idealista con ansias de justicia por su hermano fallecido, le convence. A partir de ese momento, recupera parte de la ilusión de antaño y junto a su amante, Laia (con la que vive una intensa relación de amor-odio) y su amigo Manel Miret intentará descubrir la verdad. Para ello deberán destapar un caso de corrupción política que puede cambiarlo todo. Lo que no saben es que La Hermandad, un peligroso grupo de extrema derecha con vínculos con el poder, los vigila muy de cerca. Cada personaje, al descubrir la verdad, cambiará para siempre la concepción de lo que está bien y lo que está mal.

¿Quién crees que disfrutará más con su lectura?
Creo que gustará a todas las personas que, en algún momento en estos últimos años, ha sentido vergüenza por lo que estaba ocurriendo en nuestro país. Creo que los fans de la novela negra y de aventuras disfrutarán, aunque pretendo dar un tono social evidente (la novela negra en algunas ocasiones puede describir mejor la realidad social que algunas novelas “realistas”). Sería muy feliz si el lector, aunque sea solo durante varios segundos, recapacitara un poco. Solo eso, me conformo con un poco.

¿Tienes algún nuevo reto en mente?
Y tanto. Lo primero acabar con la trilogía de “Las crónicas de la ciudad en llamas”. Ya estoy acabando el tercer volumen donde pienso dar un final coherente a la trama (el segundo, “Las cicatrices del diablo está acabado” y el tercero, “La luz oscura” está a punto de caramelo). Tengo varias novelas escritas y no presentadas en ningún sitio, entre ellas la que realmente ha sido mi primera novela “La canción de cuna”, una novela muy personal ambientada entre la posguerra y la actualidad. A la mayoría de lectores les ha gustado mucho, así que pienso moverla, a ver si hay suerte. Y muchas más cosas que rondan por mi cabeza, como por ejemplo seguir colaborando con la asociación de escritores noveles que hemos fundado (PAE: Plataforma de adictos a la escritura).

¿Qué te gusta más escribir o leer?
Creo que son dos actividades que están muy relacionadas. No podría escribir si antes no hubiera leído antes. Me encanta imaginar cosas y plasmarlas en el papel y leer historias que me digan algo. No pido más. Creo que el objetivo de cualquier escritor (el único de hecho) es que la gente que esté leyendo en ese momento quiera seguir haciéndolo. (De hecho, si consiguiera que se pasara de su estación de metro por mi lectura, sería la bomba jejeje).

¿Cuál es el último libro que has regalado?
He regalado una antología de cuentos antinavideños en la que he participado  (“Navidad blancaoscuracasinegra”)y “Guerra Mundial Z” de Max Brooks a una amigo.

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