1.- La novela utiliza el recurso del relato enmarcado con una historia que es narrada desde el balcón durante la pandemia. ¿Qué te llevó a elegir esta estructura y cómo crees que influye en la experiencia del lector?
Durante el confinamiento por la pandemia de COVID 19, Rosario y Elena se conocen a través de sus balcones contiguos. En estos momento de incertidumbre, miedo y soledad, las dos mujeres se apoyan mutuamente, naciendo entre ellas un vínculo que las unirá para siempre. Rosario, la protagonista de esta novela, cuenta toda su vida, de manera lineal, a su vecina.
Elegí esta estructura porque me ofrecía la posibilidad de introducir una historia secundaria que, sin restar fuerza a la protagonista, fuera el hilo conductor. Alternar dos personajes diferentes permite que la narración sea más dinámica y, por tanto, la lectura resulte más amena y ágil.
2.- Rosario es un personaje profundamente humano, con luces y sombras, fuerza y vulnerabilidad. ¿Cómo fue el proceso de construcción de su voz y personalidad?
A la hora de escribir esta novela, primero construí la historia y luego el personaje.
La historia de Rosario la tuve clara desde hace bastante tiempo, de principio a fin. Sin embargo su personalidad se ha ido definiendo a medida que la narración avanzaba. Se trata de una mujer sencilla, entrañable, a la que le he cogido mucho cariño. Vemos a una niña feliz, inocente, que disfruta con pequeñas cosas. A una adolescente despreocupada y a una persona que madura de golpe cuando se enftenta a circunstancias adversas. Es alguien muy humana porque podría ser real, con matices, con luces y sombras. Unas veces se comporta con arrojo y fuerza y otras con cobardía, puede sentirse orgullosa de us actos, y también avergonzarse de su comportamiento.
3.- El linaje de Rosario pasa de la prosperidad a la decadencia, reflejando cambios sociales y económicos en España. ¿Cuánto de este proceso está inspirado en historias reales o en tu propia visión de la evolución del país?
La historia de los antepasados de Rosario, es el punto de partida de la novela. La mayoría de estos personajes estan basados en mi propia familia y las circunstancias que vivieron y de alguna manera representan el fin de un modelo social que poco a poco fue desapareciendo. Sin tratarse de un relato costumbrista, a lo largo de las páginasy a través de los protagonistas, podemos ver la evolución de la sociedad españoña a lo largo del siglo xx. El papel de la mujer, las rígidas normas sociales, el acceso a la educación...
4.- Uno de los temas más potentes de la novela es el derecho a decidir sobre la propia vida, algo que Rosario reivindica con orgullo. ¿Dirías que este mensaje es el eje central de la obra?
Rosario es una mujer muy inteligente, me atrevería a decir que si hubiera nacido en la actualidad, hubiera sido una niña con Altas Capacidades. Estaba lo suficientemente preparada para, desde muy joven, tomar las riendas de su vida. Sin embargo tardó mucho tiempo en poder hacerlo, pues estaba condicionada, como todas las mujeres de su época, a que los demás decidieran por ellas. Debía obedecer a las normas sociales, a las leyes y hasta las normas impuestas por su propia familia. Ser una mujer lista, independiente y dedicarse a una profesión poco convencional, no estaba bien visto en aquel momento.
No sé si reivindicar el derecho a decidir sobre la propia vida es el eje central de la novela, pero desde luego, la lucha por conseguir alcanzar sus metas y sus sueños es una constante en la vida de Rosario.
5.- El secreto de Rosario sobre el hijo que dio en adopción es un punto clave en su historia. ¿Siempre estuvo presente en la trama o surgió durante la escritura?
El tema del hijo estuvo presente desde el momento en que concebí la historia de Rosario. El nacimiento de ese niño es una pieza fundamental y la trama más importante de toda la novela. Hay un antes y un después tras este acontecimiento, la vida de nuestra protgonista da un vuelco y el recuerdo de esa criatura va a estar siempre presente en su corazón. Ya nunca volverá a ser la misma, su forma de ser ha cambiado tanto que ni ella misma se reconoce.
6.- La novela está impregnada de melancolía, pero también de autoafirmación y fortaleza. ¿Cómo lograste equilibrar estos tonos sin caer en la nostalgia excesiva o el dramatismo?
El equilibrio se consigue introduciendo elementos de la vida cotidiana. En la novela hay momentos tristes e incluso dramáticos, pero Rosario no puede permitirse dejarse llevar por la melancolía. Tiene que trabajar, asistir a la boda de su prima, ayudar a su madre...Todas estas situaciones corrientes ayudan a rebajar el tono y a retomar el ritmo tranquilo de la narración.
7.- En tu opinión, ¿qué enseñanza o reflexión te gustaría que los lectores se llevaran después de conocer la historia de Rosario?
La marquesa del pequinés cuenta una historia de relaciones humanas, de silencios, de acontecimientos que pueden cambiarnos para siempre. Habla de amistad, de amor, de relaciones familiares, de la pérdida de seres queridos, de trabajo. En algún momento el lector puede sentirse identificado con Rosario y con Elena. A lo largo de la vida, los seres humanos nos enfrentamos a las mismas situaciones independientemente de la época en que hayamos nacido. Y es que todos gozamos y sufrimos con las mismas cosas.
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