Hola de nuevo,
compañeros escritores y simpatizantes de Ediciones Atlántis, ¿qué tal? Tengo
que confesaros que a veces me siento mal pensando en el tiempo que dedico a
otros menesteres y no a leer las obras de grandes maestros clásicos que en
ciertos casos me son casi desconocidos, o a los best seller del momento,
recomendados tanto por los medios de comunicación como por mis conocidos. Y una
de las actividades que ocupa parte de mi ocio es enfrascarme en algunos de los
libros publicados por nuestra editorial.
Sin
embargo nunca he considerado que esto sea un tiempo perdido. He leído algunos
libros mediocres, o a mi limitado entender me lo parecieron, que no dejaron de
aportarme ricas vivencias y espléndidas sensaciones, y también he encontrado lo
que podrían considerarse joyas de la literatura contemporánea como es el caso
que nos ocupa.
Conozco a
don Emilio Porta desde hace unos cuantos años y he tenido ocasión de seguirle
en la red e incluso leer algunas de sus obras anteriores y siempre le he clasificado
como filósofo antes que como escritor, y ello siendo un literato en toda regla,
que lo es, pero sobre todo es un gran pensador. Su última obra publicada,
"El amuleto", es en principio una novela aunque calculo, así por
encima, que un cincuenta por ciento o más de ella, viene ocupada por el
desarrollo de sus exquisitos y profundos razonamientos ideológicos y éticos
sobre la vida, el mundo, la sociedad, el universo... Desde ese punto de vista
más parece un ensayo de materia filosófica que otra cosa.
Entonces,
¿y la novela? Pues también se encuentra presente, claro, entre los diversos
capítulos de la obra. Pero hay que precisar que se trata de una novela
vanguardista, equiparable a un cuadro abstracto, donde las vicisitudes de la
vida del protagonista son pinceladas sueltas, y además revueltas, dadas por
aquí y por allá, sin seguir un orden cronológico preciso, que van plasmando
poco a poco la historia contada. Esta manera novedosa de relatar, o quizás ya
no tanto, hay grandes novelistas que han realizado proezas literarias en este
estilo, está pensada para uso del lector inteligente, que en el fondo, quizás,
seamos afortunadamente casi todos los posibles lectores de la obra.
Y la
verdad es que nuestro intelecto acaba agradeciendo el juego propuesto por el
autor, pues tiene la capacidad suficiente, y además le conviene el ejercicio necesario,
como para fundir en su pensamiento todas esos brochazos que nos relatan el
devenir vital del protagonista, mezclados con las reflexiones filosóficas, y
ver al final representada en su imaginación la fotografía instantánea y
atemporal de la historia relatada, enriquecida con el brillante pensamiento de
un sabio.
¡Bravo,
Emilio! Tú si que mereces el sillón Z que otorgas a tu protagonista, a parte de
ser un filósofo, pocos como tú manejan nuestra lengua.
Antonio
Querido Antonio...que un gran escritor y amigo dedique estas palabras a mi novela ( o nivola, como llamó Don Miguel de Unamuno a su maravillosa "Niebla" y a todas las obras narrativas que rompían el "orden" establecido) es un honor. Sí, es cierto, El Amuleto cuenta una historia, pero cuenta, a través de ella, unas cuántas cosas más que, a mi parecer, importan al ser humano. Y pienso yo que sin dogmatismos, con un juego de luces y sombras entre la razón y la emoción que permite que, a través de los sucesos y los hechos, se intercale y se abra el pensamiento. Pero es que yo creo que literatura y pensamiento van muy unidos. Fíjate tú si El Quijote nos dejó pensamiento y valores morales y éticos en sus páginas, por citar la obra que da nacimiento a la novela moderna. Toda obra literaria, incluso las más clásicas, que se precie, abre caminos de conocimiento. Todo autor que no emplee el lenguaje escrito solo como mero divertimento aporta elementos de conocimiento - tú lo haces en Cicle, en tus dos Circle - porque la Historia nos enseña siempre cosas. Y yo intento en mi narrativa - también en los libros anteriores - que las palabras permitan navegar al lector descubriendo y haciendo que él o ella misma descubran cosas fuera y dentro de si mismos. Por otro lado me gustan los contrastes, me encanta el juego lúdico que permite toda obra y, sobre todo, creo que, actualmente, la vida es fusión... y la Literatura y el Arte son una parte fundamental de la vida. Gracias por todo lo que dices.. porque El Amuleto camina mejor después de tus palabras. Y bueno, aunque hay una o dos erratillas que corregiremos en ediciones posteriores - muy poca cosa - estoy contento de la construcción, la forma. Me gusta la síntesis, me gusta poner pocas acotaciones en los diálogos - si es posible que estos se entiendan de forma directa, y como dijo el editor y escritor J, en la presentación, en un magnífico análisis de la obra que también me impactó, en El Amuleto así ocurre - y me gusta aportar un estilo innovador y diferente, que, además, no aburra. Yo creo que un libro puede ser profundo y ameno a la vez, son características que no tienen que se contrapuestas. Y la complejidad, si existe, debe ser sencilla, o fácil de leer. Creo que esta nueva obra hay algo de eso...o al menos así lo estáis viendo los lectores...y no sabes cómo agradezco saber que un intento consciente de no poner en circulación un libro más no se pierde en el viento y es apreciado. Gracias de nuevo y un fuerte abrazo, Antonio.
ResponderEliminarUn buen "mano a mano" de dos escritores que merecen todo reconocimiento.
ResponderEliminarMe ha gustado tu agudo e inteligente artículo sobre Emilio Porta. Enhorabuena, Antonio. Y no se queda corta la reflexión de Emilio.
Desede luego que leeré "El amuleto".