La Ciudad Vertical, por Javier Torras de Ugarte

Para todos aquellos que aún no habéis leído la novela, quiero exponeros un breve resumen sobre ella, por si pudiera apelar de algún modo a vuestros gustos literarios y encontraseis en "La Ciudad Vertical" un dulce manjar que degustar. Para los que sí la habéis leído, solo desearos que la hayáis disfrutado tanto como yo disfruté escribiéndola.

"La Ciudad Vertical" es una novela mal llamada de ciencia ficción, en realidad es una historia, una aventura, narrada en un futuro muy lejano pero en un lugar muy cercano: Madrid. Tras diversas catástrofes naturales la Tierra no es el lugar que todos conocemos y la población total del planeta ha disminuido considerablemente. La forma de vida ha cambiado: los polos se derritieron cubriendo la práctica totalidad de los continentes. Allí donde el agua no llegó a anegarlo todo se construyeron fastuosas ciudades de edificios kilométricos escapando de una superficie cada vez menos apta para la vida humana. Comenzaba la era de las ciudades verticales.

Pero estas ciudades estaban vedadas a una parte de la población: los mestizos. La sociedad, antes de comenzar a construir la nueva civilización, estaba muy polarizada: por un lado estaban los habitantes autóctonos de cada lugar que procedían de un linaje antiguo y puro, por otro los que tenían distinta piel, distintos rasgos y no se podía determinar de dónde procedían, estos eran los llamados mestizos. Los primeros detentaban todo el poder económico y político, así que construyeron las ciudades verticales, autosuficientes e independientes, y abandonaron a su suerte a los mestizos.

Los mestizos pasaron a ocupar el subsuelo, las antiguas ciudades que habían quedado bajo los cimientos de las nuevas. Los habitantes de las ciudades verticales, en un esfuerzo por olvidar el pasado que les había llevado a un presente catastrófico, dejaron en el subsuelo toda la información que pudieron: libros y bibliotecas principalmente, para poder comenzar de cero. Los mestizos pronto se dividieron entre los que quedaron en ese subsuelo esperando una ocasión para vengarse y los que se lanzaron, tras volver a congelarse los polos, a una naturaleza salvaje hasta entonces desconocida: eran los llamados escindidos. Ellos se llevaron consigo todo el saber de las antiguas ciudades conformando bibliotecas maravillosas en paraísos multicolor del nuevo continente que se había formado tras restituirse los océanos.

La aventura que narra la novela comienza muchos siglos después, cuando las ciudades verticales, habiendo cerrado toda comunicación exterior en sus orígenes, nada saben de lo que hay más allá de sus altos edificios de metal y vidrio. Antonio es un ciudadano puro, pero no se parece el resto de habitantes de la Ciudad Vertical, él tiene curiosidad y quiere saber qué sucedió en el pasado. Dirige el Museo de Historia, totalmente intervenido por el poder político que no permite exhibir objetos antiguos. En la Ciudad Vertical nadie sabe nada, nadie se pregunta nada. Los ciudadanos van a trabajar y regresan a sus casas... pero algo importante va a suceder. Casi un milenio después, se abren las comunicaciones con otra Ciudad Vertical: París, y su presidente planea una visita sin precedentes a Madrid.

Este momento es aprovechado por grupos terroristas de mestizos que traman un ataque para destruir la Ciudad Vertical. Antonio, a la sazón hijo del Jefe de Seguridad de la Ciudad Vertical, queda con un amigo que quiere mostrarle algo, pero cuando va a visitarlo a su casa ha sido asesinado mientras visionaba un vídeo antiguo, algo totalmente prohibido en la Ciudad Vertical. Cuando regresa a su despacho del Museo, dispuesto a visionar ese mismo vídeo, es atacado por los hombres de su padre, pero un grupo de mestizos lo rescata y lo lleva al subsuelo.

Aquí comienza el viaje de Antonio, el protagonista, que accede a un mundo nuevo, olvidado voluntariamente por toda una civilización, y debe enfrentarse a sus miedos, sus temores y sus dudas. Durante su viaje por el nuevo mundo aprenderá multitud de cosas sobre el pasado, se enfrentará a situaciones de acción y riesgo y deberá formar parte de un plan del que dependerá el devenir de la humanidad. Diversos personajes se curzarán en su camino con distintas intenciones, personajes que forman parte principal de la trama.

Mi intención fue construir una historia impactante que hablase de temas muy actuales como la tolerancia, la solidaridad, el respeto entre culturas diferentes... pero dentro de una trama llena de acción, intriga, suspense y misterio. Nada es lo que parece en "La Ciudad Vertical", los ciudadanos deben enfrentarse a la inestabilidad que produce el descubrir que las cosas que damos por sentadas son mentira y que existe un mundo real más allá del que conocemos. El ritmo, toda vez que se presenta el contexto, es trepidante y lleno de giros para conseguir una lectura fluida y dinámica, y existen constantes referencias a la Biblia, Dante, Goethe, Shakespeare o Proust.

Espero que la disfrutéis...




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