Ediciones Atlantis presenta este viernes en Marbella 'Historias de la Confederación. El augurio de la caída', una novela de ciencia ficción escrita por el joven escritor de esta localidad malagueña, J. P. Sánchez.
¿Qué te impulsa a escribir?
Desde muy joven siempre fui un fan ferviente del cine. Me maravillaba con películas como "El señor de los anillos" o "Star wars". Me quedaba embobado viendo los vastos universos que la gente era capaz de crear, y fantaseaba con yo poder hacer lo mismo. Durante mucho tiempo estuve estudiando en el campo audiovisual, deseando convertirme en director de cine o en guionista. Con el tiempo varié mi dirección hacía la literatura, gracias a autores como Scalzi, Bradbury o Asimov, que me mostraban los mundos que se podían crear entre las hojas de un libro. ¿Qué me impulsa a escribir?
Dos cosas: fascinar a la gente con mis historias, hacerles disfrutar con ellas; y la felicidad que me aporta. Cuando escribo me siento realizado y saber que ello puede acabar encantado a la gente es algo que me hace sentir realizado.
La literatura, la pintura, el cine... El arte en general, es un elemento que ayuda a mover el mundo, ha hacerlo más divertido y nos ayuda a desconectar durante un rato. Y eso es algo que nunca debemos olvidar.
¿Qué se va a encontrar el lector en Historias de la Confederación. El augurio de la caída?
Historias de la Confederación sigue las pautas que yo creo indispensables para cualquier obra, ya sea literaria o de cine, que te haga reír y llorar, pensar y disfrutar. Habrá un poco de todo, como en las grandes historias; como en la vida real. El futuro es brillante pero los engranajes que lo componen no tanto. Edwart Roth es un joven como somos, o hemos sido, cualquiera de nosotros; con sus ideales, sus sueños y con un amor bastante entregado a su familia. Pero se verá forzado a hacer cosas que jamás creyó tener que hacer. Reuniones con peligrosos jefes criminales, ser perseguidos por sicarios que nadie puede reconocer o encontrarse frente a frente con la persona más buscada de todo el sistema. Pero no todo será malo, la gente que conocerá, las aventuras que vivirá... todo le marcará. Y entre todas esas personas que la sociedad tacha de criminales, traidores e inútiles, puede que llegue a hallar a su nueva familia, incluso el amor.
¿Qué tiene de especial el mundo que has creado para tu novela?
Es algo nuevo pero a la vez resulta familiar. Nos encontraremos con todos los elementos que tanto caracterizan a la novela de ciencia ficción: viajes espaciales, alienígenas y nuevos mundos, y los que caracterizan a nuestra sociedad actual. Habrá injusticias raciales, corporaciones comerciales dispuestas a todo con tal de alcanzar su objetivos y el beneficio, políticos corruptos que desean ocultar todo lo que han hecho hasta llegar a su posición... todos podremos ver el reflejo de esta sociedad futura en las cosas que vivimos a día de hoy. Pero creo que el elemento más innovador, o al menos el más llamativo, es que asumo en mi obra como es la vida. No es justa, nadie es intrínsecamente malo ni bondadoso, todos tienen un por qué para hacer lo que hacen; y estar ante el cañón de un arma puede ser lo último que hagas. Mis personajes entran en escena, algunos durante más tiempo que otros, y se van. Unos mueren, otros se apartan... pero siempre se cobra un precio. Intento que sea lo más real posible y que él que lo lea tema por la vida de su personaje favorito; lo siguiente que haga puede ser lo que se cobre su vida, y temerás por él.
¿Cómo ha sido la creación de personajes?
Ha sido lo segundo mas difícil que he tenido que hacer en el libro, lo primero fue la creación del vasto universo que rodea a la obra y que está lleno de matices. Quería que fuesen lo más reales posibles y ello requirió de muchas horas; de crearles un pasado, de saber que les mueve, cuáles son sus deseos, sus miedos... Cosas que no se ven directamente escritas en las paginas pero si reflejadas en los personajes. Cada frase, cada gesto o mueca tienen un por qué y será cosa del lector averiguarla, desentrañar los hilos que componen a ese personaje para ver realmente en su interior.
¿Te has inspirado en alguna obra o hay algún autor que te haya influenciado?
He leído mucho durante toda mi vida, en especial en los últimos ocho años, pero hay dos autores que realmente me han influenciado. Por un lado está John Scalzi. Su humor, la forma que tiene de narrar y la composición de sus tramas han sido mi principal influencia a la hora de crear mi estilo. Y Andrzej Sapkowski, con su saga del brujo Gerald, me ha demostrado que en los buenos no está el interés. Los personajes que realmente llaman la atención son los que se alejan de los caballeros de capa y espada, los buenos que luchan porque es lo que deben hacer. Las personas de verdad son los que tiene miedo, los que no quieren hacerlo pero saben que es necesario. Aquellos que nadie le podría una estatua por su pasado pero su fuero interior le dice que lo haga, aunque nadie se lo reconozca. Eso son los personajes que me gustan, los que están marcados por una larga escala de grises; los que son capaces de ayudar a una ancianita a cruzar la calle pero luego se dedican a hacer cosas nada loables. Seres humanos, nada de héroes de las portadas de comic.
Un libro de tu infancia sería…
Indiscutiblemente: "La guerra de los mundos" de H.G Wells. Me la leí a los quince años y fue la primera novela que fui capaz de terminar. De joven la literatura despertaba en mí una fuerte repulsión, quizás por la obligación de leer que me imponían en mi colegio, pero esa fue diferente para mí; marco un antes y un después. Me mostró que los libros podían ser mucho más de lo que creía y despertó en mi el amor que hoy tengo por el género de la ciencia ficción, aparte de un interés bastante grande por lo que pueden llegar a ocultar las estrellas. Si hoy debo dar gracias a algún escritor por ser lo que soy y haber completado mi obra es a H.G Wells, el despertó en mi algo que nadie había hecho hasta entonces.
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