¿Quién es Rafael M. Medina?
Un lector. Ante todo un lector. Hay lectores que no escriben, sin embargo, el ejercicio a la inversa no funciona. No hay escritor que no sea lector.
¿Qué te impulsa a escribir?
Los personajes. Yo no creo los personajes, se forman solos en la imaginación y conviven allí hasta que se vuelven molestos. Entonces tengo que “extirpármelos”. Para ello, busco contextos donde puedan moverse, ambientes donde estos personajes puedan actuar, vivir, sufrir, morir y matar. A ese contexto lo llamo novela. Una vez que esos personajes (creados a través de mis experiencias) logran habitar una novela o un relato, e incluso un poema, me abandonan, se marchan. Y se largan justo en el momento en que otros personajes vienen a poblar mi cabeza de nuevo, de modo que el proceso creativo es continuo y una forma de alivio a esa presencia constante que provocan estos personajes. En fin. Uno es así de raro.
¿Qué hay de ficción y de historia en la novela Bestia Kum?
El contexto histórico me ha servido como entorno para poner en movimiento a los personajes, y para crear una situación sin salida que provoca muchas escenas bélicas. Para ello, me he apoyado en el libro “La guerra de las Galias” donde Julio César describe algunas de sus conquistas en el siglo I a.c. Toda referencia a la vida castrense y a lo militar, ha sido extraído de ese texto.
Por otro lado, la naturaleza fantástica de una parte de la novela, es pura ficción, obviamente. Sin embargo, hay algo de humano en esa personalidad dañina que representa el personaje Kum, algo que nos lleva a nuestro lado instintivo, cavernícola, que nos conduce a ese punto donde la civilización aún no ha conseguido extirpar del todo nuestra parte animal. Puedo afirmar que he conocido personas que serían unos buenos Kum. Actualmente estoy trabajando en una novela donde indago sobre ese aspecto.
También hay otra parte en el texto que comenzó siendo ficción y que, sin proponérmelo, se ha convertido en realidad. Se trata de aquellas escenas donde la corrupción política y la falta de consenso político provocan que el Imperio se vea comprometido a causa de intereses partidistas y privados.
¿Cómo es la evolución de la trama y de los personajes?
Debido al tipo de novela que es, tanto los personajes como la trama, son muy sencillos. La trama es lineal, sin recursos del tipo flash forward/back. Los personajes que en ella se mueven, son de una psicología básica, sin profundizar en aspectos que alejarían al lector del verdadero objetivo de la narración. Me interesaba más el sentido bélico, instintivo y animal del texto que enredarme en el diseño de personajes complejos, cuyos diálogos podrían llegar a ser incongruentes con la vida castrense descrita en casi toda la novela.
Aun así, he evitado en lo posible el maniqueísmo del que adolece gran parte del género fantástico.
En cuanto al ritmo, el texto tiene “dos velocidades”: en la primera parte los hechos y los personajes van presentándose en escena de forma mensurada; en la segunda parte todo se precipita, especialmente en las últimas ciento ochenta páginas que son las más trepidantes de toda la novela.
¿Para quién es apta la novela?
El contenido no es prohibitivo para adolescentes, así que es una novela apta para todo aquel lector/a que quiera conocer cómo sufrían y luchaban las legiones romanas, o cómo una mujer podía manipular al Senado desde la sombra.
Esta novela, como casi cualquier novela, es un viaje hacia fuera, es un salirse de uno, un ejercicio de abandono, para que el lector pueda meterse entre la formación en testudo, empuñar un gladio o un pilum y experimentar la vida castrense de la legiones romanas.
En definitiva, es una novela apta para cualquier lector.
¿Qué obra has leído, releído y volverías a leer?
Cajas de luz, de Shane Jones. Son cien páginas que me parecieron brillantes.
Hay otros muchos libros que volveré a releer, sin embargo, lo más esperanzador es que aún quedan muchos otros libros geniales por descubrir.
A mí me gusta pensar eso, que aún no he leído el libro que cambiará mi vida. Como ya he dicho, soy así de raro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario