Ediciones Atlantis publica ‘El Sello Reditum. Sueños de la vida eterna’, escrita por Carlos María Martínez de la Torre. Una novela terrorífica, cargada de intriga y sucesos paranormales, en la que sus diferentes protagonistas tendrán que enfrentarse a fantasmas, sociedades secretas, brujería, posesiones, exorcismos en una trama de suspense que comenzó hace siglos.
¿Cómo ha sido el proceso creativo de ‘El Sello Reditum’?
Cuando me planteé escribir el libro, era para mí todo un reto poder hacer una historia que tuviese una trama tan larga. Nunca antes lo había hecho. Empecé a hacerme preguntas como; ¿cuántas hojas debía de escribir en el ordenador para que aquello se pudiese considerar un libro? Eso empezó un poco a obsesionarme. Según iba avanzando en la escritura, la preocupación se fue relajando. Me basé en la estructura clásica de tres partes; presentación – nudo – desenlace. A partir de ahí me propuse escribir un mínimo de cien páginas por parte, y cuando me di cuenta, en todas las partes sobrepasé con creces el reto de las cien hojas. Yo tenía trazada una trama general, a grandes rasgos, cómo iba a empezar, y acabar el libro. Y cuando me puse manos a la obra, cuál fue mi sorpresa, que según escribía y lo desarrollaba, iba añadiendo nuevas ideas que se me ocurrían para que la historia fuese más completa e interesante. Fui acrecentando a los personajes, sus acciones y las relaciones. Se formaron nuevos personajes y subtramas, que enriquecieron extraordinariamente al libro.
Después, sobre el argumento, tenía muy claro cuál sería la historia y la mayoría de personajes, pero según iba desarrollando, me afloraban nuevas subtramas que enriquecían a la general, al igual que la creación y relevancia de nuevos personajes con los que en un principio no contaba.
¿Qué se va a encontrar el lector en esta obra?
Espero que mucho entretenimiento. El libro está lleno de suspense, sujeto a fenómenos paranormales, intrigas, brujería, secretos, lugares imposibles, acción, etc. Está ambientado en su mayoría, en la época actual, y la trama parte de las investigaciones paranormales que realizan algunos de sus protagonistas. Con una ágil lectura, en una estructura de capítulos cortos, pretendo dar un respiro al lector cuando quiera dejar de leer, o la posibilidad de continuar leyendo un capítulo más, si le ha picado la curiosidad por esclarecer la intriga de la última página leída.
¿De dónde nació ese afán de escritura?
Desde muy pequeño. Cuando era un niño, ser escritor, era para mí una profesión idealizada, igual que otros chicos quieren ser futbolistas, astronautas, pilotos… Esa era mi sueño, ser escritor. Al final, el ir madurando me volvió un poco tonto, porque me fui distanciando de esa profesión idealizada como si fuese una “infantilada”. Y cuando llegué a los cuarenta (bendita crisis de los cuarenta), en vez de comprarme una “Harley”, me dije; ¿Y por qué?, ¿por qué no puedo yo escribir un libro y hacerme escritor?
¿Cuál es tu autor de referencia?
De joven era Stephen King, flipaba con él. Aquellos libros los cogía con cierto respeto preguntándome; “¿qué monstruos me encontraré?”. Hacía un esfuerzo de valentía al meterme en las páginas de sus libros. El suspense y el terror siempre me han encantado, tanto en libros, cómo en el cine y la televisión. A mí, ver y leer este género me ayudó a superar algunos terrores nocturnos que padecía de pequeño, desmitificando el miedo, al analizar con un sentido bastante crítico, las novelas y films.
Si pudieseis ser un libro… ¿Qué libro serías?
Seguramente “El Código Da Vinci” porque soy bastante rebuscado. Aunque creo que también tengo un puntito de humor. Cuando me mandaron a leer en el instituto “La Tesis de Nancy” me lo pasé bastante bien. Y si buscamos un lado romántico, mi romanticismo es tirando a agamberrado, no soy un romántico empalagoso ni trágico, aunque sí detallista y original. Usaría alguna de “Las Rimas” de Becker para conseguir el objetivo.
ESCRITOR CERCANO E INGENIOSO.
ResponderEliminarUN PLACER HABER ASISTIDO A LA PRESENTACIÓN DE SU ÓPERA PRIMA. UN ZURDO CON MANO DIESTRA PARA EL MISTERIO.