Ediciones Atlantis presenta 'Domus. Luna Citrino', la segunda parte de la trilogía escrita por el profesor Guillermo Pérez-Tomé en la que los jugadores del deporte electrónico más famoso del siglo XXII están obligados a concluir el juego en los términos que demanda la inteligencia artificial, que ha secuestrado el famoso estadio de la isla de Atlantis.
Estamos ante la segunda parte de Domus. ¿Qué se va a encontrar el lector en Luna Citrino?
Superados los cinco primeros días de la luna anterior (esmeralda), nos encontramos el estadio secuestrado por una inteligencia artificial y asediado por las fuerzas del orden, que mantienen un pulso con el ejército de androides que vigila los movimientos de todos los que se encuentran allí. Los jugadores de Domus -el deporte electrónico y virtual más famoso del siglo XXII- están obligados a concluir el juego en los términos que demanda dicha inteligencia artificial, sin saber del todo por qué. Y esta vez, se ven obligados a dar un buen juego, sobre todo a dar una buena historia, ya que sus vidas reales están ligadas a las vidas de sus avatares dentro del mundo de Domus. Esto supone el encuentro con perfiles antes no conocidos (guionistas, escuderos de roles, seguridad o mantenimiento) que trabajan en el estadio y el desarrollo del evento, y que tendrán que proporcionarles la mayor información posible para llevar a término la historia, cobrando así más protagonismo. Todos deben coordinarse bien para lograr ganarle la partida a la extraña IA, no solo en los mundos virtuales, sino también en el mundo real. Ambos mundos llenos de dilemas, aventuras, eventos épicos y giros de esos que hacen al estómago tener cosquillas.
¿Cómo es la evolución de los personajes?
¡Uff, da vértigo solo de pensarlo! Sobre todo por la cantidad de personajes que son. En general podemos decir que uno de los aspectos más agradecidos dentro del descubrimiento del arco argumental de los personajes de Domus es que el peligro y la amenaza al que se exponen les hace aflorar sus verdaderas esencias, y con ello sus afinidades e incompatibilidades entre ellos. Sus luchas, sus traumas y sus anhelos se ven expuestos bajo el brillo de la luna citrino y la constante amenaza de la IA. En cuanto a los protagonistas más destacados (Ruth y Álex) aprenden que los papeles de adalides o villanos no son tan estáticos o sencillos de imponer, de llevar o de juzgar. La historia y sus personajes comienzan a ganar un tono más maduro por las circunstancias, acompañando al lector que los conoció por vez primera en la parte anterior.
¿Y la tuya como escritor?
La he notado bastante. Cada año me voy notando más suelto, más confiado y con más facilidad de encontrar la forma de contar buenas historias. La línea que me marqué me ha dado más de lo esperado y estoy feliz de seguir descubriendo y aprendiendo cosas nuevas.
¿Estas escribiendo la tercera parte? ¿Tienes claro cómo va a terminar la trilogía o crees que el final puede cambiar según vaya avanzando la historia?
La tercera parte (DOMUS - Luna Rubí) está ya escrita. Le estamos igualando las puntas al manuscrito pero tenemos la intención de no demorarnos mucho en su publicación -proyectada para 2019- y que así los lectores tengan un rápido acceso a la trilogía completa. Mi extraordinario equipo y yo hemos logrado crear una historia cuyo final no dejará indiferente a nadie. La tercera parte fue concebida para que el lector, tras finalizar la última línea, cierre el libro y asienta plenamente satisfecho.
Pero de momento, toca disfrutar del nudo de la historia.
¿Acabaría el universo de Domus con esta trilogía?
La historia que hemos querido contar sí. Tiene su final. En cuanto a utilizar el universo de Domus para nuevas tramas, no lo descarto. Pero antes me gustaría dar vida a otros proyectos que tengo en mente.
¿Hay algún libro o autor que te haya influido en el proceso creativo de esta novela?
Lo que de verdad he notado es que empiezo a soltar lineas con un estilo cada vez más propio. Me gustan esos autores que se ponen al lado del lector en escenas que poseen detalles muy cotidianos, y que logran que éste haga pie dentro del universo de la obra. Stephen King, por ejemplo, a pesar de ser un autor de terror más que de ciencia-ficción, consigue también ese efecto peculiar.
¿Crees que se va cumpliendo tu objetivo de poner la Ciencia Ficción en la cima de las tendencias?
Acabamos de empezar, pero la hoja de ruta de ese objetivo es bastante prometedora. Es difícil quitarle el podio en España a la novela histórica, y más con los pedazo de autores consagrados que tenemos aún agarrando la pluma con ganas. Pero desde la ciencia ficción vamos a trabajar con muchísima pasión. Estoy seguro de que la gente descubrirá en este género una fuente de historias capaz de atraparte y ofrecerte lecturas inolvidables.
Ya que tienes escrita toda la trilogía, ¿sobre qué piensas escribir después?
Estoy estructurando un proyecto orientado a más audiencias. Dando forma a unas ideas pendientes que creo que desembocarán en nuevas novelas.
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