1.- ¿Quién es Francisco Javier Sánchez Jiménez?
Francisco Javier Sánchez Jiménez es un farmacéutico, madrileño, militar en activo, aunque a punto de jubilarse, amante de la lectura y del deporte. Es una persona inquieta que a lo largo de su vida ha realizado muchas actividades diferentes y que una inoportuna lesión mantuvo en reposo durante casi cinco meses, dando tiempo a iniciar esta aventura.
2.- Has escrito relatos, cuentos, teatro e incluso crónicas deportivas. ¿Cómo has tardado tanto en dar el salto a la novela?
Siempre había tenido la ilusión de escribir un libro. Mi primer proyecto fue hacer un libro de viajes de un grupo de chicos, pasando por muchas ciudades, pero que quedó en nada porque no debía tener más de 13 ó 14 años. He escrito guiones de teatro aficionado, incluso en verso y crónicas del deporte que me apasiona, el rugby. He tardado tanto porque necesitaba quitarme una losa que era pensar que no iba a ser capaz de conseguir empezar, desarrollar y terminar una historia. Un día la mente te dice ¿Y por qué no? Y empiezas a escribir en un folio en blanco. La siguiente imagen que recuerdo, fue ver 783 páginas escritas con prólogo, nudo y desenlace y en ese momento sí me vi capaz.
3.- Háblanos de tu primera novela publicada: El cordel de las marionetas.
El cordel de las marionetas es la historia de nuestros padres, de nuestros abuelos, de aquellos que anónimamente han pasado a la historia como víctimas o supervivientes, pero en el silencio de su recuerdo, sin hacer partícipe de él a nadie. La mayoría de las veces por no querer recordar, por no tener que dar luz a las cosas que pasaron o por no estar satisfechos de ellas. Sus vivencias se recuerdan cuando ya se han muerto y el mérito de haberlas vivido merece todo nuestro respeto. Yo tuve la fortuna de tener una madre de naturaleza "relatadora", con una memoria prodigiosa y con una enorme capacidad de envolverte en el relato de cualquier historia que te contara. De ella escuché peripecias inverosímiles que forman parte de esta novela.
El Cordel de las Marionetas va juntando durante el tiempo entre 1928 y 1959 a personajes de diferente condición social y relata sus vivencias personales y de conjunto.
4.- ¿Cómo y cuándo decides escribir una obra tan amena pero tan ambiciosa como es El cordel de las marionetas?
La decisión de escribir esta novela, nace de la necesidad personal de dar luz a todas aquellas historias de los años 30, 40, 50 en España. Unir en un relato lógico varias vidas, de varias familias, suponía mucha labor de documentación que diera autenticidad a lo que se relataba, su entorno, su ambiente, la forma de vida del momento. Eso me mantuvo recopilando datos muchos años. Testimonios, noticias, artículos, todo tipo de fuentes de información, especialmente de las personas que eran los protagonistas de la época. Cuando ya tenía una base sobre la que empezar, decidí poner el año 1928 como punto de partida y crear los personajes acorde a la edad que podían tener entonces. Eso me ha dado la oportunidad de crecer con ellos en el tiempo y llegar hasta el final de la novela.
5.- En tu novela los protagonistas son personas comunes y corrientes que les tocó vivir una era convulsa políticamente. ¿Crees que a menudo la historia se ha olvidado de ellos?
Por supuesto. La historia de la gente que sobrevive o muere en una época como en la que se desarrolla la novela, en invisible si no son héroes, mártires o villanos. Cuando se habla de memoria histórica nadie se acuerda de los invisibles. Pero ellos son los que han permitido que nosotros estemos vivos, tengamos una educación y vivamos en paz.
Durante muchos años hemos convivido con esas personas, cruzándonos con ellos en el supermercado, en el cine o en la gasolinera. No podíamos saber si las arrugas de su piel eran producto del sol de Marbella o de una infancia pasada entre terrones y media juventud saltando entre barricadas y sorteando al hambre. A todas esas personas, habría que haberles hecho un homenaje en vida. No sólo a los que desgraciadamente la perdieron, que fueron demasiados, sino también a los que se mantuvieron cogidos al hilo de la vida con alfileres y en silencio.
6.- Tu novela está muy documentada. ¿Cómo ha sido la labor de investigación? ¿Ha habido descubrimientos que te hayan sorprendido?
Como decía antes ha sido una labor de años, poco a poco. La hemeroteca es una maravilla. Y durante esta investigación he podido encontrarme con cosas curiosas como la página web de un Ayuntamiento, que tiene una sección que se llama “Conoce la República por sus facturas” y al entrar puedes ver facturas de ventas y servicios de innumerables empresas. Me pareció curioso y me dio información sobre el tipo de negocios de esa ciudad en 1932. Otra cosa que me llamó la atención es el descubrimiento para mí de algunas líneas de defensa hechas por militares españoles que nada tienen que envidiar a las conocidísimas líneas de la II Guerra Mundial. Y finalmente otra cosa que me sorprendió fue saber que la noticia estrella que recogieron todos los medios el día 18 de Julio en España fue el intento de atentado al Rey de Inglaterra
7.- ¿Quién crees que puede disfrutar más de tu novela?
Yo creo que todos los que han tenido familiares que vivieron la guerra como invisibles, que se vieron inmersos en un teatrillo, movidos por hilos a los que llamaban ideales y que fuera cual fuera su procedencia y estrato social, acabaron igualados por el miedo, el hambre, la miseria y el dolor.
Pero creo que la historia sí puede gustar a cualquiera porque refleja vidas reales. Con lo bueno y con lo malo.
8.- ¿Te encuentras ya trabajando en algún nuevo proyecto literario?
Estoy en periodo de shock dado que para mí todo esto es nuevo. La edición, la presentación, la distribución, etc. Es como si hubiera sido padre a los 63 y eso se lleva de otra manera que con 25.
Sí tengo varias ideas sobre las que estoy dando vueltas y sobre las que vuelve a sobrevolar la idea ¿pero serás capaz de terminarla?
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