Publicó su primera novela, “El hongo de la sabiduría” (1995) en una pequeña y cuidada edición de bibliofilia. Desde entonces Pablo Torres ha editado novelas como “El cuplé de la geisa” (1999), 0 “El doncel” (terminada en junio del 2001, publicada en el 2006), en tiradas cortas. Le gusta moverse como un autor de minorías, con pocos lectores: el anonimato le permite moverse con entera libertad por su ciudad, Madrid, o por cualquier parte. También tiene escritas algunas biografías de republicanos que lucharon en la Guerra de España por la libertad y la democracia... y otros ensayos y narraciones.
Su paso a la novela negra le supone un salto casi al vacío. Detesta la literatura industrial, para masas. Sabe que la Literatura auténtica y los buenos libros están en las pequeñas editoriales, que apuestan por autores dispuestos a dejarse la piel en sus narraciones. “Pasos en la niebla” es su actual tarjeta de presentación. Quiere que abramos los ojos: asegura que vivimos tiempos muy complejos.
–¿Qué hay de Pablo Torres en Tadeus Kunzt?
–En toda novela, el personaje central y el autor tienen alguna relación. La relación Tadeus Kunzt-Pablo Torres está en la fotografía. La Fotografía es un Arte, pero también es un oficio. Protagonista y autor comparten la idea de la fotografía como documento gráfico. A los dos les gusta ir por la calle y documentar la vida, incluso en sus facetas más duras, como la mendicidad. La mendicidad indica que vivimos en una situación de gran injusticia y desigualdad. Sin embargo, apartamos la mirada, como si fueran invisibles. La es la gran conexión entre el personaje y su autor.
–¿Cómo evolucionan los personajes?
–Evolucionan, en función de los cambios en la sociedad, aunque mantienen sus propias convicciones. Ivana, la compañera de Tadeus, policía, llega un momento en el que advierte que la Policía no actúa de la misma contundencia con toda la delincuencia: la de guante blanco, o la política, tienen un trato suavizado, diferente. Eduardo, el segundo en la Agencia de Investigación, se hace más humano, aunque mantiene sus excesos verbales y algunos tics que le hacen parecer incluso un cavernario machista. Laura, la documentalista de la Agencia, comprobará que no todos somos iguales ante la Justicia... los casos que investigan les abrirán los ojos. El mundo no se ve igual si eres el hijo de un notario, caso de Eduardo, o si eres hijo de un albañil. No se tienen las mismas oportunidades.
–¿Qué diferencias hay entre "Pasos en la niebla. The sky road" del resto de tus novelas publicadas anteriormente?
–Siempre he tenido claro que la función social de la Literatura es contar la vida. Siempre he tratado de contar la vida en mis novelas, a partir de ficciones. Cuando escribí "El hongo de la sabiduría", hace ya bastantes años, narraba la vida de un hombre de media edad, obsesionado en encontrar un hongo que proporcionaba sabiduría. Finalmente el protagonista advierte que la sabiduría se adquiere con los años, aunque hay tarugos que jamás se aproximarán a la sabiduría. En "El cuplé de la geisa" un señor bien situado económicamente, se aburre profundamente y decide robar un caballo de carreras. Como no es un hampón, tienen que "contratar" a delincuentes que le ayuden en su propósito. Es una novela gamberra, incluso grotesca, que cuenta facetas de la vida curiosas, reales y chocantes, con la excusa del robo del caballo.
–¿Has escrito también novela histórica, no?
–Quise adentrarme en lo que llaman novela histórica con "El doncel", una recreación biográfica de Martín Vázquez de Arce, el doncel de Sigüenza. Presenté la novela al concurso de novela histórica Ciudad de Toledo. Quedé finalista, en cuarto lugar. Nadie sabía que me presentaba al concurso. Fue la única novela finalista no publicada por Martínez Roca. Alguien debió advertir, después de llegar a finalista entre más de 150 escritores, que la novela no era políticamente correcta. La novela la editó Noticias Bibliográfica, en una pequeña edición, de 200 ejemplares, creo. Se agotó.
–Algo más reciente…
–No hace mucho finalicé "El ladrón de sueños", segunda novela del género gamberro. Narra las peripecias de un grupo de perturbados en un psiquiátrico celebrando el Carnaval: todos están fuera de control y dicen barbaridades o verdades como puños. No me he atrevido a enviarla a ninguna editorial. Es una novela más que gamberra, crítica con nuestro tiempo. Algunos personajes, totalmente zumbados, adquieren la personalidad de algunos políticos: dicen cosas que pueden asustar. De momento no me atrevo a buscarle editor.
–¿En “Pasos en la niebla” los planteamientos son los mismos?
–No. Con “Pasos en la niebla”, novela negra, los planteamientos son otros. Cuento la vida, a partir de hechos reales, pero con personajes ficticios. La novela negra permite narrar nuestro tiempo, un tiempo muy cabrón en España, donde la injusticia y la desigualdad están a la orden del día. "Pasos en la niebla" es el primer caso importante de Tadeus Kunzt, que ya se ha metido en un segundo caso, con resultados desalentadores: "El laberinto de los niños robados". No hay que olvidar que en España las leyes son tan represivas, que incluso tenemos una “ley mordaza”, que debería avergonzar al gobierno que la aprobó, en contra de todas las fuerzas parlamentarias. Pero que hace años que perdieron la vergüenza. Tadeus no busca el hongo de la sabiduría, ni robar un caballo, ni entender la mentalidad de un loco: busca sobrevivir, sin dejar de ser persona. Y eso le lleva en ocasiones a callejones sin salida. De ahí su voluntad para salir adelante, sin vivir arrodillado. Tadeus es una persona normal, si se puede llamar normal a una persona que no fuma y que no bebe, que no se droga, que no tiene un pasado tormentoso, que tiene una fuerte conciencia política y que está preocupado por temas sociales.
–¿Qué quieres transmitir a los lectores?
–Pregunta compleja. Actualmente predomina la Literatura industrial, para entretener a las masas, cosa que ya hace la televisión. La novela negra puede ayudar a abrir los ojos a los ciudadanos y esa es mi intención: que abran los ojos, que vean en qué tipo de sociedad vivimos, una sociedad de ricos y mega-ricos con todos los privilegios… y los desheredados, condenados a la pobreza, cuando hay riqueza suficiente para todos. Vivimos en una sociedad con graves desequilibrios emocionales, de asuntos de entrepierna compartidos en espacios televisivos, de fanatismo futbolero, de rescate de bancos y banqueros, de criminalidad creciente, de brutalidad asesina contra las mujeres. ¿Se puede cambiar esta sociedad? Si somos capaces de soñarlo, seremos capaces de hacerlo. Tadeus Kunzt, junto con Ivana, Eduardo y Laura luchan por conseguirlo.
–¿Por qué "The sky road"?
–El titulo original es “The sky road”, en inglés. Para España decidimos cambiarlo por “Pasos en la niebla”. “The sky road”, o “El camino del cielo”, es un espacio natural que hay en una micro-península de Clifden, en la costa oeste de Irlanda. Es un lugar mágico, lleno de nieblas y brumas marinas al amanecer. Es uno de los escenarios que aparecen en la novela. Recomendaría a cualquier lector llegarse en primavera hasta Clifden y recorrer a pie, a primeras horas del día, “El camino del cielo” o “The sky road”. Es una experiencia tremenda: caminas dentro de la niebla, entre tinieblas y sombras. Y si se acompaña de la lectura previa de “Pasos en la niebla” le resultará todavía mejor.
Beatriz Pedraza
Fotos: Roberto Valverde
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