Jesús R. Torrellas: Bajo el título "Cunam. La fábrica de Dios se esconde "un acercamiento a las respuestas que busca el ser humano sobre la divinidad"

Ediciones Atlantis publica 'Cunam. La fábrica de Dios' un libro de fantasía escrito por el autor palentino Jesús R. Torrellas Antón que nos introduce en Cunam, un pequeño apartado dentro de la gran Atlántida en el que eran depositados los niños más “sensitivos”, los más espirituales, los elegidos, que mediante técnicas que nos superan en el entendimiento, fabricaban con su pensamiento mundos nuevos para la expansión del universo, la obra de lo que llamamos Dios. ​

¿ Cómo surgió la idea para escribir esta novela?

Como siempre en mi caso particular, estando cara a cara con la soledad, el misterio y, hasta si me apuras, el miedo. A solas con el presente y, muy en especial aquí, con el pasado. El más ancestral, el primario.

¿Cómo es la evolución de la trama y los personajes?

El libro se divide en dos bloques con el fin último de intentar demostrar la existencia de un lugar llamado Cunam, ligado en territorio y seres a lo que siempre se ha dado en llamar Atlántida, a lo largo de los siglos. En el primero, el protagonista es el autor, su recuerdo, su retorno a Cunam donde ya estuvo. El segundo bloque es un encaje de piezas que nos llevan a pensar que ese lugar estuvo en las tierras del sur de Palencia. 

¿Qué se esconde bajo el título "Cunam. La fábrica de Dios"?

Quizás un acercamiento a las respuestas que busca el ser humano sobre la divinidad. Tratar de aportar luz sobre lo que no podemos entender, y tratar de hacer ver que esa divinidad está en nuestros recuerdos, y en los signos y huellas que, a diario, nos cruzamos en el terreno que pisamos. Cunam fue, literalmente, una fábrica de Dios. Donde unos niños le hacían el trabajo a eso que llamamos Dios.

¿Te has sometido alguna vez a una sesión de hipnosis?

La técnica mental a la que me refiero en Cunam, como vehículo de regreso a otro plano de la existencia, no es una hipnosis como la define la psiquiatría, ni es un viaje astral, sino una liberación del alma de la mano de estímulos externos, casi siempre la música. Sería algo así como una hipnosis regresiva, pero donde la mente no juega el papel fundamental, ya que es el alma quien retorna a sus estados primarios.

¿Tienes algún nuevo reto en mente?

Por supuesto, y es que quien tiene el veneno de la escritura en sus adentros, cuanto dice eso de "que ahora no estoy trabajando en nada", está mintiendo sin quererlo. Siempre hay algo tomando forma en el cerebro.

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