Ediciones Atlantis presenta este viernes en Madrid, ‘Crónica de Atlantis’ una novela del autor Luis Carlos Canorea, que nos traslada a Atlantis y a su época sublime de leyenda y esplendor. Destruída por la corrupción y la decadencia de todo lo elevado fueron. Esta es la Crónica de aquella civilización olvidada que alumbró nuestro planeta con las más inalcanzables luces y de su terrible caída en el reino de las sombras.
¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
El empujón definitivo para tomar lápiz y papel —sí, me gusta escribir el primer borrador a mano, a ser posible, sobre papeles con una cara ya usada, e ir llenándolo todo de tachones, redacciones alternativas, flechas, círculos y toda clase de productos y subproductos de mi imaginación—, ese momento, decía, vino de la mano del anuncio de un premio convocado por la Universidad Politécnica de Cataluña para narraciones inéditas de ciencia ficción. Premio al que, finalmente, no presenté la novela, por la sencilla razón de que me pasé en la extensión máxima que marcaban las bases y no me dio la gana recortarla. De hecho, lo que terminé haciendo fue todo lo contrario: ampliar episodios y diálogos hasta su actual extensión.
Pero, como decía al principio, esto solamente fue el impulso final para dar forma a una idea que venía rondándome desde muchos años atrás.
¿Cómo fue, entonces, el proceso creativo de “Crónica de Atlantis”?
Lo cierto es que a lo largo de toda mi vida —me recuerdo siendo todavía un niño archivando en carpetas de cartón cualquier publicación que caía en mis manos acerca de la Atlántida, el imperio oceánico de Mu, los antiguos dioses extraterrestres y cualquier otra leyenda misteriosa de los tiempos antediluvianos— y hasta el momento mismo de empezar a escribir esta novela, estuve recopilando documentación que, llegada la hora de la verdad, una vez clasificada, me sorprendió con una serie de claves —curiosas coincidencias— que son las que conducen el desarrollo de las dos tramas que se alternan en la historia, hasta su confluencia final.
El otro punto importante era aportar a un relato cuyo final es ya archiconocido, ese matiz nuevo que todavía nadie hubiera contado —empezando por Platón y terminando por la Disney— y creo haberlo encontrado al dejar que fuera uno de los escasos supervivientes de la catástrofe quien relatara, de primera mano, todas las intrigas y todo el drama humano que habrían de rodear a tan fatal desenlace.
Y me vais a permitir que no profundice más, pues prefiero que sea el lector el que vaya descubriendo el quién, el cuándo y el porqué del fin de toda una civilización.
¿Quién crees que disfrutará más con su lectura?
Descartando quizá al público más juvenil (que quizá prefieran esperarse a la película —imaginad aquí el emoticono de un guiño—), creo que cualquier aficionado a la lectura —sea asiduo a la ciencia ficción o no— puede sumergirse con agrado, y hasta con fascinación, en las páginas de “Crónica de Atlantis”. Por lo demás, mi intención al escoger un determinado estilo de lenguaje, así como ciertos personajes y apuntes de información ha sido la de prender en la mente del lector la sensación de que lo que se le está contando tal vez no sea en absoluto una ficción. Si tal idea logra despertar en ti un destello de curiosidad, entonces seguro que vas a disfrutar con esta novela.
¿Cuáles son tus autores de referencia?
Aunque hace ya muchos años que no paso por sus libros, debería nombrar en primer lugar a Julio Verne, más que nada porque, antes de cumplir los 10 años, me leí dos veces seguidas la versión completa de “20 mil leguas de viaje submarino” (y luego hice lo mismo con “Miguel Strogoff”).
Un libro que me marcó profundamente fue “Dune”, de Frank Herbert, por su capacidad para poblar sus páginas con la vida interior de los personajes y convertir una novela en todo un tratado de filosofía.
Y, en los últimos tiempos, me confieso admirador de Patrick Rothfuss y George R. Martin, por cómo logran mantener la humanidad de sus personajes, dentro de entornos que, aun siendo fantásticos, no dejan de tener un profundo aire de verosimilitud.
¿Tienes ya en mente algún nuevo trabajo?
Tengo dos novelas terminadas a las que les falta un buen trabajo de revisión. Una es un thriller fantástico y la otra es la primera parte de una tetralogía de ciencia ficción, cuyo segundo volumen ya tengo empezado, mientras que la tercera y cuarta parte están prácticamente configuradas y pueblan un montón de cuadernillos de notas.
Aparte de eso, estoy transformando en novela dos guiones cinematográficos que escribí años atrás.
Y a eso podría añadir media docena de proyectos que están por ahí, a medio camino entre las neuronas y el papel.
Lo único que me falta es TIEMPO.
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