1. Háblanos de Apagarse.
Apagarse creo que es la historia que muchos de nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido. Por ello, no se trata únicamente de las vivencias de una mujer cuyo destino parece estar dominado por el dolor; sino que va mucho más allá: es el reflejo de lo que muchos quieren ocultar, de todos esos momentos de angustia y desasosiego que estamos obligados a sufrir.
De modo que podría afirmar que esta novela es la síntesis del dolor humano, una metáfora de los miedos que cargamos sobre nuestras espaldas, una reflexión sobre la vida misma. La historia de una mujer que jamás se rindió.
En esta obra la protagonista, cuyo nombre nadie conoce, describe con todo detalle las complicaciones que encuentra en su camino y los sentimientos ligados a ello. Haciendo un recorrido por situaciones que suponen un continuo reto a su persona: maltrato, alcohol, drogas, soledad, rechazo, debilidad…
Liderando, por tanto, un proceso de introspección que la lleva a reencontrarse con sus traumas, miedos, aspiraciones, deseos y esperanzas.
Apagarse es la historia que todos nosotros deberíamos leer, al menos, una vez en nuestra vida.
2. ¿Una historia desesperada o de esperanza?
Puede que ambas. Al fin y al cabo, la esperanza nace cuando la desesperación invade nuestros días. Y es precisamente ese empeño por salir adelante lo que le permite vivir una vida de lo más caótica, pero con el orgullo de no haberse rendido jamás.
3. ¿Por qué una historia como esta?
Siempre he sentido especial interés por todas esas historias que rehúyen de los finales felices, idílicos, perfectos… prácticamente inalcanzables.
Escribir esta novela ha sido mi forma de rendirle homenaje a quienes saben salir de situaciones difíciles, y en definitiva, a todas aquellas personas que se han visto obligadas a convivir con el dolor.
A veces, es necesario dar voz a todas esas historias en las que no existe un príncipe azul, en las que uno mismo ha de enfrentarse a sus propias debilidades, en las que luchar no es una opción.
4. ¿Crees haber encontrado un estilo definitivo? Háblanos de tu estilo.
A veces pienso que sí, otras, sin embargo, creo que simplemente he encontrado una forma de escribir con la que me siento a gusto. Pero no afirmaría haber hallado un estilo definitivo, pues para mí-y seguramente para muchos otros-la escritura, el modo en que escribimos, es una evolución continua. Tal vez, si hoy comenzase a escribir esta historia de nuevo, el estilo sería diferente. Todo ello depende del momento, de la capacidad para interiorizar lo que se narra en una novela.
En cuanto a mi estilo, creo que podría resumirlo en pocas palabras: retórico, metafórico, poético, descriptivo, sutil y emotivo. Me gusta dar con las palabras que materializan una idea de forma delicada y profunda.
En definitiva, mi estilo combina la belleza del léxico con la dureza de nuestros pensamientos.
5. ¿A quién dirías que va dirigida esta novela especialmente? ¿Quién puede disfrutarla más?
A quienes nunca se rinden. Ellos no solo son los destinatarios de esta novela, sino también mi inspiración.
Por otra parte, considero que cualquier persona de este mundo-abocado a protagonizar situaciones límite, caóticas y al mismo tiempo maravillosas-podría disfrutar de la lectura de esta novela. Si bien es cierto que para algunos podría suponer una reflexión sobre las vivencias de otros, pues nunca se han visto inmersos en situaciones similares; también hay para quienes esta lectura supondría una exteriorización de sus propias experiencias.
Cualquiera podría disfrutar con esta novela.
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