Ediciones Atlantis presenta 'La ciudad que te habita' una desasosegante colección de relatos que giran en torno a la ciudad como ente amenazante y perturbador, por el escritor Javier Vayá Albert.
1.- Háblanos un poco acerca de esa idea de la ‘ciudad como ente amenazante y fagocitador del ser humano’.
Construimos las ciudades en afán del progreso, como un ecosistema en el que el ser humano se relacionaba de forma directa y cómoda con sus semejantes. Sin embargo la especulación, la corrupción, el urbanismo salvaje y la megalomanía de los políticos responsables de estas ciudades, han creado monstruos de cemento, dioses terribles que son tentáculos del capitalismo despiadado. Nadie mira ya a la persona con la que se cruza, los transeúntes somos zombies vigilados por millones de ojos y por gigantes de ladrillo. De manera obscena al mismo tiempo más gente duerme bajo la intemperie de estas ciudades.
2.- ¿Qué tienen en común estos dieciséis relatos que componen ‘La ciudad que te habita’?
Mucho. La mayoría de sus personajes están alienados y sumidos en una profunda tristeza, y los que no, luchan por no ceder a la presión de una sociedad que solo los tolera así, alienados y grises. En varios relatos se repiten situaciones o se cruzan historias, algo que ocurre en la vida real y cotidiana de cada ciudad sin que la mayoría de veces nos demos cuenta. La idea es que cada relato, cada personaje que lo habita, es un transeúnte que se cruza con otro, una historia pasando al lado de otra.
3.- En tu obra existe un componente de denuncia y de realismo social bastante evidente. ¿Qué te lleva a escribir sobre esto? ¿Lo consideras una obligación del autor?
Decía Celaya en aquel poema tan famoso: "Maldigo la poesía que no toma partido hasta mancharse", pues esto explica perfectamente lo que pienso. Yo no maldigo, ni obligo a nadie, no soy quien, pero si tu literatura, tu poesía o cualquiera que sea tu arte no toma partido hasta mancharse, no me interesa. El arte es, en mayor o menor medida, un altavoz, y si no vas a utilizarlo para dar voz a quienes no la tienen y denunciar al opresor, pues eso, no tienes ningún interés para mí.
4.- ¿Vaso medio lleno o vaso medio vacío?
Leí hace poco un chiste en internet (siento no recordar su autoría) que me hizo mucha gracia: "Los pesimistas también vemos el vaso medio lleno, pero de cianuro"
5.- ¿Cómo te definirías como escritor?
Esta pregunta creo que no soy yo quien debe contestarla, si no quien me lea.
6.- Al leer estos cuentos, encontramos cierta influencia cinematográfica, ¿estás de acuerdo? ¿Qué películas han dejado una huella más profunda en ti?
Totalmente de acuerdo. Soy, al menos he sido porque ahora menos, muy cinéfilo. De hecho creo que la necesidad de contar historias me viene antes por el cine que por la literatura. Hay mucho de cine en todo lo que escribo, ya sea prosa o poesía. En este libro la referencia más clara quizá esté en el relato "Yo es otro" en el que utilizo la premisa de un argumento muy manido en el Hollywood de los 80 y 90; el intercambio de cuerpos para vivir la vida envidiada de otra persona. La mayoría de estas películas eran comedias muy malas, yo quise usar ese arquetipo para intentar darle una vuelta de tuerca sombría y con tintes de terror.
7.- ¿Cuál es el último libro que has leído?
De prosa: "Solenoide" de Mircea Cartarescu y "Hedor" de Gabriela Pavinsky y Libertad Ballester. De poesía: "Travesía" de Vicente Muñoz Álvarez y "Lo que se puede contar" de David González. Es que siempre estoy leyendo e incluso, aunque sé que no se debe, muchas veces estoy con varios libros a la vez.
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