Ediciones Atlantis presenta 'Las aguas del olvido', una novela escrita por el zaragozano residente en Salou, Luis Sauras Pérez. No te pierdas esta interesante entrevista a su autor.
¿Cómeo surgió la idea para escribir la novela?
El origen de la novela nace de mi necesidad como ser humano de adentrarme en lo más profundo de mi
mismo; es un pacto de agresión a quien yo soy y a quien he sido. En las páginas de esta novela
desnudo mi alma y uso mi imaginación para dibujar a través de mis experiencias personales unos
trazos en los que la realidad y la ficción se mezclen hasta confundirse. Tengo la certeza de que
cada uno de nosotros somos el resultado de nuestras experiencias y nuestro pasado y deberíamos en
algún punto de nuestra vida mirar hacia atrás para entender mejor donde estamos ahora. En esta
novela he querido darme y dar a los posibles lectores un halo de esperanza y de redención. Nunca es
tarde para matar a quien somos y reencarnarnos en alguien mejor. Todos deberíamos beber en nuestra
vida de las aguas del olvido.
¿Qué hay de Luis Sauras en los protagonistas de 'Las aguas del olvido'?
La novela no es autobiográfica, una biografía debe ser veraz y en esta novela se mezclan realidad
con sueños, deseos y ficción. El personaje principal tiene muchos rasgos de mi personalidad y
muchas de las experiencias narradas en la novela son reales. Supongo que Manuel Artigas Bazús, el
protagonista de la novela, acaba siendo una creación del autor a través de un análisis psicológico
de él mismo. En ese análisis se mezclan como en una coctelera realidad y ficción, y después de
agitar bien esos ingredientes se da forma a este personaje. Manuel representa lo mejor y lo peor de
mi, es un retrato abstracto de mi donde confluyen todo lo que soy y lo que quiero ser, cosido con
un hilo de esperanza. Al final creo que Manuel es una versión algo adulterada y mucho mejor de
lo que yo soy.
¿Cómo es la evolución de los personajes?
La novela tiene un personaje principal, todos los demás personajes son accesorios y explican un
momento en la vida de Manuel, quien sí sufre una evolución y transformación a través de una muerte
alegórica. Esa transformación representa una resurrección de su alma y conciencia y el deseo de
cambiar su vida y destino. A través de las páginas del libro, y comparando el presente de Manuel
con su mirada al pasado, se puede apreciar cómo las experiencias y el tiempo cambian al personaje,
cómo transforman su ingenuidad, inocencia e idealismo en decepción, hastío y dureza. Los años le
han hecho incrédulo, le han robado la ilusión y emoción. Vivir tanto y tan deprisa le ha convertido
en un mero espectador de la obra de teatro que es la vida. Por eso necesita de esa muerte, porque
quiere morir para volver a nacer y volver a sentir.
Quizás también el personaje de Eva sufra una transformación después de veintiséis años, esa joven
fuerte e idealista se convierte en alguien que solo desea finalmente paz en su vida. Como en un
pacto con su realidad y con el tiempo cambia el recuerdo de su gran amor por la paz de su corazón
ya muerto.
¿Por qué crees que tu novela puede atraer la atención de los lectores?
En mi opinión la lectura de la novela es fácil, hay giros del guión que pueden sorprender y sobre
todo se tratan temas intrínsecos en el género humano. Yo calificaría la novela dentro del género
“erótico-filosófico”. Las diferentes aventuras de Manuel a través de su vida no solo se acercan con
detalle a esas experiencias sentimentales sino también al sexo; el sexo como descubrimiento, como
transgresión, como experimentación y como huida de la realidad le dan a esta novela una
aproximación a ciertas prácticas sexuales poco convencionales. En ese sexo está la búsqueda de lo
que un día Manuel perdió y esa ansia descontrolada por volver a encontrarlo. Esa visión tan próxima
le otorgan a la novela una mayor veracidad y ayudan a acercarse más a los personajes ya que
cualquiera podría sentirse identificado con alguno de ellos. En el plano más filosófico se tratan
temas como el sentido de la vida, el enfrentamiento con la muerte, la existencia de Dios en nuestra
conciencia, una mirada al tiempo en toda su dimensión. En su mirada al pasado se enfrentan
sentimientos de nostalgia y arrepentimiento por todo lo perdido y por cómo él vivió adentrándose de
una manera cruda en el largo idilio que tuvo con las drogas.
Creo que en definitiva es una novela que no deja indiferente al lector y le hace pensar.
Y tú que prefieres, ¿olvidarlo todo o recordarlo todo?
Yo no renuncio a lo que soy ni me arrepiento de nada, soy quien soy por los caminos que he tomado.
No creo en las segundas oportunidades, la vida es más emocionante y atractiva sin vuelta atrás. La
fuerza de cada uno consiste en adaptarnos e intentar mejorar la versión de lo que somos. La vida al
final es una continua repetición, es como un bucle infinito. Si aun así tuviera que decantarme por
una de las dos opciones y se me diera la oportunidad de volver a nacer olvidando o recordando mi
vida anterior preferiría olvidarlo todo. Al menos por unos años tendría la posibilidad de volver a
sentir la emoción de descubrir y experimentar nuevas sensaciones, de refrescarme y resetearme. Pero
ese olvido no es porque cualquiera de mis experiencias me haya marcado en exceso sino porque, como
Manuel, pienso que la comodidad que nos otorgan nuestras experiencias no nos permite vivir
plenamente. Deseo como él afrontar mi vida sin miedos ni prejuicios, con más inocencia y un corazón
más limpio, volver a nacer sin ningún tipo de experiencia, que al final en vez de ayudarnos solo
enturbia nuestro juicio. Cuando nuestras experiencias nos sirven únicamente como protección
acabamos siendo esclavos de nuestro
pasado.
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