Julio Aguirre Rodríguez: "El trabajo de los paleontólogos es, en esencia, una labor detectivesca: nos encontramos ante cadáveres muertos hace millones de años y debemos encontrar las pruebas de cómo se produjeron esas muertes".

1.- ¿Quién es Julio Aguirre Rodríguez?

Nací en Puerto Real, una localidad situada al norte del saco interno de la Bahía de Cádiz y lugar donde transcurre la trama de la novela Marcas en la piel. Desde que inicié el bachillerato me interesé por la geología y, especialmente, por la paleontología, de ahí que acabara licenciándome en Geología por la Universidad de Granada en 1989. Al finalizar mis estudios universitarios hice la tesis doctoral y, después de dos años de estancia posdoctoral en la Universidad de Cardiff (Gales) regresé a Granada, donde continué mi carrera profesional, primero con un contrato posdoctoral y, posteriormente, como profesor titular. En la actualidad soy catedrático de paleontología en la Universidad de Granada. A lo largo de todo este tiempo he desempeñado mi trabajo como profesor en el departamento de estratigrafía y paleontología y como investigador, publicando más de 120 artículos científicos y de divulgación científica. 

Además de mi pasión por mi trabajo como docente e investigador, a partir de 2011 me embarqué en desarrollar una segunda pasión que tenía hacía años, la de escribir literatura. Todo nace como un simple juego, un divertimento: quería hacer un regalo navideño a mi familia que fuera algo diferente y a la vez de creación propia. Ahí nació mi primer relato. Con el tiempo, esta afición literaria navideña se convirtió en tradición. Hace solo unos años, y gracias a mis amistades más directas que me animaron a ello, me decidí a participar en concursos literarios. Es así como, en el año 2020 me decidí a enviar uno de mis libros a la séptima edición del Concurso literario Omniverso, organizado por Multiverso Editorial. Mi obra quedó finalista entre las tres primeras y surge así mi primera publicación, El preso 109, con la mencionada editorial. A lo largo de este año 2023, mis aventuras literarias han cristalizado en otros dos libros tras enviar los textos a sendos concursos literarios. Se trata de los libros Pintando el arcoíris. Un ensayo sobre el nombre de los colores, finalista en el V Certamen “Martín Fierro” de Denuncia Social (editorial Distrito93) y la novela Marcas en la piel, también finalista en el Premio de Novela Negra Sed de Mal (ediciones Atlantis). Además de estos libros, también he ganado la segunda y tercera edición del Concurso “Pangea” de Microrrelatos Geológicos, organizado en las Jornadas de Divulgación y Defensa del Patrimonio Geológico Turolense por el Ayuntamiento de Alcorisa (Teruel), con los relatos Ironía macroevolutiva (2022) y Epitafio de Globotruncana arca (2023). 

2.- ¿Qué puedes adelantarnos sobre tu novela Marcas en la piel

Marcas en la piel es un thriller de novela negra. En esta novela, Puerto Real, localidad de la Bahía de Cádiz, será el escenario en el que la inspectora Inés tendrá que resolver una serie de asesinatos de jóvenes. Todos estos crímenes guardan un inquietante denominador común: todas las víctimas son chicas adolescentes que han sufrido algún tipo de abuso sexual en su infancia. Las primeras investigaciones llevan a Inés a detener a Daniel, tío de la primera víctima, Laura Ortiz, y principal sospechoso del asesinato. Sin embargo, el hallazgo de un nuevo cuerpo hace que el detenido salga de prisión. Aunque apartada del caso por la fallida detención, Inés continuará sus pesquisas con la ayuda de Ernesto, un joven policía que acaba de empezar su carrera policial. La investigación se complica e irá tomando tintes cada vez más siniestros. Finalmente, la clave para resolver los asesinatos la encontrará Inés, de forma inesperada, oculta en los propios cuerpos de las jóvenes asesinadas. 

3.- Eres catedrático de paleontología. ¿Ha influido esto de alguna forma en tu obra literaria hasta el momento?

El trabajo de los paleontólogos es, en esencia, una labor detectivesca: nos encontramos ante cadáveres muertos hace millones de años y debemos encontrar las pruebas de cómo se produjeron esas muertes, de por qué se encuentran los restos fósiles donde se encuentran, y finalmente, desentrañar cuál o cuáles fueron las causas de esas muertes. Dentro de la paleontología hay una disciplina que se encarga de analizar justamente esto, todas las vicisitudes por las que pasa un organismo durante el proceso de fosilización: desde su muerte hasta que lo encontramos en un yacimiento paleontológico como un fósil. Esta disciplina se llama tafonomía y fue el tema central de mi tesis doctoral. Supongo que esa pasión por descubrir los entresijos de qué les ha ocurrido a los fósiles que encontramos en los yacimientos paleontológicos durante todo el proceso de fosilización esté detrás de mi especial interés por la novela negra y la novela de intriga… En definitiva, y como decía anteriormente, detectives y paleontólogos seguimos unos pasos metodológicos similares. 

4.- Tu novela cumple con los cánones habituales de la novela negra y describe diversos protocolos durante la investigación. ¿Cómo ha sido esta labor de documentación para escribir este libro?

Las principales fuentes de documentación han sido los propios libros de novela negra que leo. Sí es cierto que algunos detalles, especialmente del funcionamiento interno y de la jerarquía en la que se organizan los diferentes grupos policiales los he consultado en la propia página web de la policía nacional. 

5.- ¿Has investigado acerca de la existencia de sectas y ritualidad a la hora de crear esta historia? ¿Crees que su existencia ha de ser motivo de alerta?

El tema de las sectas surge en la novela como parte de la investigación que lleva a cabo la inspectora Inés. He leído algo sobre el tema y he visto varios documentales de investigación sobre sectas. Es curioso comprobar que el tema de las sectas es muy amplio y muy variopinto. Sin embargo, sí suele existir un denominador común a todas ellas: jugar con la debilidad de los fieles que captan y, en la inmensa mayoría de los casos, aprovecharse económicamente o sexualmente de esas personas. No creo que, como fenómeno social, las sectas sean motivo de alarma social (o de alarmar a la sociedad). No obstante, sí pienso que jugar con la debilidad de las personas y aprovecharse de ellas para someterlas a los niveles de sumisión que existe entre los fieles que captan las sectas es un problema serio. Ahí es donde creo que debería incidirse para alertar a la sociedad de esos peligros. Como sociedad, y en la gran mayoría de los casos como entes individuales, tenemos arraigados muy interiormente la necesidad de creer en algo. De igual modo, esa necesidad de creer nos obliga a tener un referente que, de algún modo, condiciona nuestros actos y, en muchos casos, hasta nuestra propia vida. Una mezcla de necesidad de creer y de seguir un modelo (“líder”) son los elementos básicos y necesarios para fraguar la dependencia. La debilidad humana hace el resto. Hacernos más fuertes en nuestras convicciones y en nuestros propios actos quizá sea la clave para paliar el efecto nocivo de las sectas. 

6.- De nuevo nos encontramos con el misterio y de nuevo con la bahía de Cádiz. Ambos elementos se encontraban ya presentes en tu anterior novela.

Efectivamente. El Preso 109 transcurre en la localidad de El Puerto de Santa María y Marcas en la piel se ambienta en Puerto Real. Debo reconocer que me tira mucho la tierra en la que nací y crecí, así que, supongo, es una querencia por las raíces. 

7.- Como lector, ¿tienes algún género predilecto?

La novela negra, el thriller y las novelas de terror están entre mis lecturas favoritas. Las aventuras de Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva, y de Mario Conde de Leonardo Padura son mis preferidas. Entre las novelas de terror, como no podía ser de otra manera, Stephen King, aunque también me gustan especialmente las novelas góticas clásicas de terror. 

8.- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Ahora mismo estoy acabando un libro sobre divulgación de geología y paleontología. La idea es aprender conceptos básicos de ambas disciplinas a través del cine. Las pantallas nos ofrecen infinidad de opciones para aprender de forma muy sencilla y lúdica numerosos conceptos geológicos y paleontológicos. Por otro lado, también tengo preparada una nueva aventura de la inspectora Inés. Se trata de la investigación sobre la muerte de un adolescente en circunstancias sospechosas en la iglesia del pueblo. Después de resolver aquel caso, las condiciones personales de la inspectora hacen que, finalmente, acabe recalando en Puerto Real. De momento, estos son los dos proyectos más inmediatos que tengo. Eso sí, en el tintero también hay otras ideas que espero cristalicen en nuevos relatos. Pero eso se irá viendo en el futuro…. 


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