Patricia Prats Henares: "La historia de Excenion, nunca ha sido una novela de fantasía al uso."

1.- ¿Quién es Patricia Prats Henares?

Vaya, la primera pregunta y es la más difícil de responder, pues Patricia Prats Henares es hoy una persona que no era ayer ni será mañana, pero me imagino que no va por ahí la cuestión. 

Nací en Granada, estudié hasta segundo de bachillerato en un «colegio de monjas», el Santo Domingo, y luego hice mi carrera de Psicología en la Universidad de Granada y un máster de Neurociencia Cognitiva y del Comportamiento, con la intención de que me abriese las puertas a un doctorado (aunque finalmente no pudo ser). 

Ante esta imposibilidad, decidí estudiar quiromasaje y estuve tres años formándome en este sector. Después de varias experiencias laborales que no terminaron de permitirme la estabilidad que anhelaba, decidí estudiar un máster de Dirección y Gestión de los Recursos Humanos, que tampoco me llevó a conseguir la oportunidad que buscaba. 

No obstante, ésta se presentó al cabo, casi, de dos años y me la dio mi profesor de quiromasaje, que quiso que trabajara como profesora en su centro. Y ahí estuve tres cursos completos, hasta que me di cuenta de que mi auténtica vocación estaba en los RRHH y ahora lo estoy volviendo a intentar en ese ámbito. 

Una característica que sí es estable en mí es el optimismo y la resiliencia, y de esta experiencia como profesora me quedo con la inmejorable relación con mis jefes (que han acabado siendo mis amigos) Juande y Sofía, con haber sido testigo y parte en el crecimiento personal y profesional de mi alumnado en estos tres años y con la estabilidad laboral que necesitaba para poder completar mi sueño de toda una vida: terminar y editar La historia de Excenion.

2.- Háblanos de esta novela tan especial: La historia de Excenion

Para mí, La historia de Excenion, nunca ha sido una novela de fantasía al uso. Nace de toda una vida de influencias literarias, pero también cinematográficas, que me sirvieron de inspiración para introducir ideas, si bien no novedosas, sí originales.

En cierto modo, es un homenaje a mi escritor favorito J. R. R. Tolkien, de hecho, utilizo en mi novela algunos nombres del quenya, el idioma inventado por él, pero también es un regalo para mí misma: el libro que hubiese querido leer a lo largo de mi infancia y adolescencia.

Resulta curioso, pero ha habido ya cierta cantidad de gente que, sin ser aficionada a la literatura fantástica, me ha dicho que La historia de Excenion les atrapó desde la primera página y les gustó mucho más de lo que pudieran imaginar. Personalmente, creo que esto se debe a que en ella introduzco, no sólo elementos de fantasía, sino situaciones y experiencias muy cotidianas, que hacen que cualquier persona pueda verse identificada, aunque sea mínimamente.

3.- El proceso creativo de esta novela es un tanto peculiar, ya que empezaste a escribirla hace ¡20 años! Cuéntanos.

Así es. Comencé a escribirla con unos catorce años aproximadamente (esto lo sé porque la libreta en la que empecé el primer borrador tenía garabatos de tablas periódicas y otras actividades de clase en las páginas finales). 

Imagino, porque la verdad es que la memoria no es mi punto fuerte, que fui recogiendo ideas de lo que leía y veía en ese momento: Tolkien, Ende, una serie de novelas juveniles que se llamaba Animorphs (de K. A. Aplegate), la serie televisiva Embrujadas, Star Wars… Creo que desde el principio tenía muy claro el planteamiento, el nudo y el desenlace y, poco a poco, fui «rellenando» la historia.

Entre las obligaciones y preocupaciones propias de cada edad, fui retomando las primeras páginas cada vez que sentía la necesidad de escribir, pero, como podían pasar años entre intento e intento, nunca avanzaba, pues yo no era la misma (ni tampoco Arwelis, la protagonista), y me dedicaba únicamente a reescribir lo que ya tenía hecho.

Finalmente, mi primo, un entusiasta (como yo) de la pulcritud lingüístico-gramatical), se ofreció a revisarme lo que fuese escribiendo, empezando así nuestra asociación para este cometido, hará unos tres años. 

Y es por esto que la protagonista, que en su momento se enfrentaba a problemas típicos de instituto, pasó a ser una mujer ya adulta e independiente.

4.- ¿Por qué fantasía? ¿Qué le encuentras a este género? ¿Vas a continuar trabajándolo?

Mi pasión por este género viene desde pequeña, cuando disfrutaba creando verdaderas aventuras simplemente con el poder de mi imaginación. Era una niña muy sensible y sufría mucho con el cambio de amistades en la infancia. Era (o me sentía) diferente a los demás. Todos tenían ganas de crecer y ser adultos y a mí me fascinaba seguir viendo el mundo desde mis fantasías.

Ahora, echando la vista atrás, creo que sufrí bullying en diferentes ámbitos (colegio, actividades extraescolares…), pero, en mi caso, eso me hizo mucho más fuerte, gracias al apoyo (y fe en mí) incondicional de mis padres y, sobre todo, a ese exuberante mundo interior, y sólo mío, que me proporcionaban las novelas de fantasía. 

Acabo de acordarme de una ocasión, en sexto de primaria (durante la hora libre que teníamos después de comer y antes de las clases de la tarde), en la que alguien se metió conmigo porque estaba «leyendo un libro sin dibujos». Ese libro era El señor de los Anillos. 

Aunque para mí La historia de Excenion era una novela de una única entrega, hace unos meses me vino a la mente el planteamiento, nudo y desenlace de una segunda parte. Lo que ocurre es que, en este caso, se entrelazará la fantasía con la ciencia ficción y creo que puede ser una combinación muy interesante.

5.- En tu novela, a pesar de ser fantástica, introduces algunos temas no demasiado frecuentes en el género, tales como la soledad, el miedo, la confusión y algunos elementos dramáticos. ¿Esto fue una decisión que tomaste desde el principio?

Bueno, desde el principio iba a incluir situaciones problemáticas, basadas un poco en mis propias experiencias vividas en el colegio, y creo que el principal leitmotiv iba a ser el de la empatía (por aquello que he comentado, sobre mi exceso de sensibilidad). 

No obstante, las reflexiones que aparecen en esta última versión, que comencé ya de muy adulta, han ido surgiendo como resultado de todo lo que he vivido en los últimos años, que han sido muy intensos en cuanto a crecimiento personal se refiere. Así que la respuesta es que ha habido un poco de todo, elementos planeados y otros que han ido apareciendo.

6.- Por último: ¿El señor de los Anillos o La historia interminable?

Esta pregunta es un poco como «¿A quién quieres más, a papá o a mamá?». Pues para mí no son comparables, ambas son obras maestras por cuestiones distintas.

He de reconocer que la novela que más me gusta de Michael Ende es Momo, seguida de El ponche de los deseos y de La historia Interminable me quedo con esa idea de fusión entre realidad y fantasía y con la relación de Bastian y el librero (es innegable que hay una fuerte influencia de estos elementos en mi propia novela).

Pese a esa influencia, tengo que decir que El señor de los Anillos ha sido para mí un salvavidas, me ha acompañado a lo largo de mi infancia y adolescencia y lloré mucho, y sentí un vacío enorme cuando terminé la última página. Fue como despedirse de alguien querido que tiene que marcharse al extranjero. Además, Tolkien me parece «el maestro de las descripciones» y su uso de la retórica y los recursos literarios me parece exquisito. Apenas requería esfuerzo por mi parte introducirme en su mundo, simplemente leer su obra.


Share:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular

Archivo del blog

Recent Posts

Facebook

Twitter

Buscar este blog