1.- ¿Quién es Enrique Forniés Gancedo?
La verdad, estoy seguro de que otros serían capaces de contestar a esta pregunta mejor que yo. Es muy complicado decir quién eres sin confundirlo con quién te gustaría ser.
En general, creo que soy alguien que espera que escribiendo, enseñando filosofía y cuidando de quienes le rodean, pueda hacer del mundo un lugar mejor. Eso es lo que más me preocupa: que lo que haga aporte lucidez y humanismo a la realidad que vivimos.
Por otro lado, soy alguien a quien, una vez, un resentido le sugirió que no siguiera estudiando. Hoy en día tengo un doctorado, publico libros, enseño filosofía, doy conferencias y sé la importancia de mis juicios hacia los demás.
2.- La infancia de los peces. ¿Qué encontrarán los lectores tras este enigmático título?
Pues la respuesta a esto está muy en línea con la pregunta anterior. Creo que esta novela trata, precisamente, de la importancia de afrontar aquello que somos.
En general, nos pasamos la vida tratando de olvidar o evitar determinadas situaciones, personas o conversaciones cuando, en realidad, tienen una importancia radical en nuestras vidas. Las rodeamos o las tapamos todo el rato para que no nos afecten, pero creo que es precisamente en esos sitios donde deberíamos buscar para conocer nuestra verdadera identidad y la manera en la que nos relacionamos con el mundo.
A veces, lo que escondemos en la memoria es lo que determina nuestra visión de la realidad. Y sobre la importancia de la memoria y su duración saben mucho los peces.
3.- Tienes ya una relevante y variada trayectoria literaria. ¿Qué lugar ocupa a día de hoy la literatura en tu vida?
Sinceramente, me resulta imposible imaginar cómo se podría vivir sin leer y escribir. Solo planteármelo ya me genera ansiedad. Si lo pienso, los momentos más deprimentes de mi vida o en los que he estado de peor humor han sido aquellos en los que, por algún motivo, no he podido hacer alguna de las dos cosas durante mucho tiempo.
Por otro lado, no sé si la literatura dota de sentido a la vida, pero desde luego la hace más interesante. Esto es así porque te llena la cabeza de situaciones y conceptos, de palabras que después saltan en tus pensamientos cuando menos te lo esperas y dan un significado a lo que está ocurriendo. Leer y escribir convierten tus experiencias en biografía.
4.- ¿Te encuentras trabajando en algún nuevo proyecto? ¿Novela, poesía, relato…?
Por suerte, tengo más ideas que tiempo. Es verdad que esto me agobia un poco, pero por otro lado es muy de agradecer, pues soy incapaz de imaginar cómo debe ser aburrirse.
Ahora mismo, estoy tratando de pulir y barnizar un poemario. Lo estoy dejando macerar en el fondo del cajón. Creo que tiene un contenido aceptable, pero aún le falta peso y sensación de conjunto.
También estoy empezando a clavar los primeros listones de una novela, pero a esto le queda aún muchísima carpintería. Tengo todavía que conocer mejor a los personajes y su manera de pensar. El tema principal de la historia es el desequilibrio y la manera en la que nos afecta.
Y, desde luego, me haría mucha ilusión demostrarme a mí mismo que soy capaz de escribir un ensayo que, como profesor de filosofía, me veo cada vez más obligado a realizar. Tengo muchas ideas y notas al respecto, pero esto es verdaderamente un reto.
5.- ¿En qué género te encuentras más cómodo?
Pues esto es curioso, porque he ganado varios premios de poesía y solo uno de relato. Sin embargo, he publicado más prosa que poesía, lo cual me deja bastante confundido. Por eso decía al principio que quizá haya otros que me puedan definir mejor que yo.
De todos modos, lo que me haría estar orgulloso de mí mismo sería precisamente ser capaz de no ver la literatura como una colección de géneros independientes, sino como un gran compendio de recursos que poder utilizar según el mensaje que pretenda transmitir o lo que busque provocar en quien lo lea.
Sí, creo que eso es a lo que aspiro realmente: a ser un buen comunicador, porque en la capacidad para entendernos reside en gran parte nuestra humanidad.
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