Ediciones Atlantis presenta 'Una historia sucia' del escritor Alberto Espinazo, una novela que indaga en las mediocridades humanas desde la perspectiva marital.
1.- ¿Nos hablas un poco de tu última novela ‘Una historia sucia’?
‘Una historia sucia’ aborda las mediocridades que envuelven a la sociedad actual desde la perspectiva marital; cómo esta disfunción afecta al núcleo familiar y cómo el ego se antepone a cualquier otra circunstancia, enfocado en la vida laboral, en el sexo y en la mezquindad, en la falta de empatía o en la venganza. Leire, caprichosa, vulgar y desalmada; Lucio, estratega inmisericorde: ambos protagonizan el discurso; ambos enfrentados tras la traición de ella. En torno a dicho antagonismo, el amante abusador (y abusado), el hijo mercenario, el jefe oportunista, la amiga renegada… Y un sinfín de circunstancias tan reales como la grandilocuencia a la que aspiran tantos y tantos Leires y Lucios que pululan en un mundo plagado de tentaciones vacuas y ambiciones anodinas.
2.- ¿Por qué ese título?
Se trata de una historia habitual, aunque no debiera. Sin embargo, no por ello menos sórdida. Acostumbramos a recurrir a garitos lúgubres y a sus depravados moradores e ignoramos la enfermedad latente de la sociedad a plena luz del día. El título se propone desviar la atención del lector de la suciedad que hay en las esquinas para fijarla en el ámbito corriente, el cual pasa (no se sabe por qué) desapercibido.
3.- ¿Cómo y cuándo surge la idea?
La idea surgió en 2016, al término de una novela todavía inédita. Aquel trabajo destaca por la mezcla de elementos en apariencia mágicos para lograr un fin: desenmascarar muchas de las certezas de nuestra existencia. El próximo reto presentaría propósitos similares, si bien eliminando las veladuras que se interponen entre el lector y la realidad. El resultado, una obra más próxima y menos sutil que la anterior.
4.- ¿Nos hablas un poco acerca de tu trayectoria como escritor?
Escribo desde la infancia. Mi vocación literaria se vio refrendada a partir de los premios literarios que obtuve en diversos certámenes juveniles de principios de la década de 1990. El cambio de milenio operó una transformación en mi concepción de la narrativa: inicié un nuevo punto de partida purificando mi estilo, al punto de dejarlo en un esqueleto satinado, para luego ir recubriéndolo con elementos que lo embelleciesen sin recargarlo. Ya como adulto, he publicado diversos trabajos de narrativa a partir de la década de 2000, amén de continuar con mi cosecha de galardones.
5.- ¿Algunos títulos que consideres verdaderamente imprescindibles?
Autores rusos decimonónicos, grandes conocedores de los entresijos del alma humana. Como divertimento de calidad, recomiendo mi publicación anterior con Ediciones Atlantis, ‘Historias que caen del firmamento’.
6.- ¿El último libro que has leído?
Curiosamente, no se trata de una obra literaria, sino de una reflexión musicológica de carácter amable y ameno: ‘Eso no estaba en mi libro de Historia de la Música’, de Pedro González Mira.
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