Ediciones Atlantis presenta 'La cama de ciprés', una novela policiaca escrita por el joven político castellonense Vicente Blay Casino Serra en la que se narran dos historias forjadas a base de muerte y dolor que se entrelazan y van acompañando al lector por un entramado levantado sobre la tragedia, el amor, la esperanza y la congoja.
¿Quién es Vicente Blay Casino Serra?
Licenciado en Periodismo y cursando el Máster de Profesor de Historia, ante todo Vicente Blay es un lector asiduo que vive necesitando historias, tanto propias como ajenas, y al que le apasiona la actualidad, la política y la literatura. Y es que todas ellas son realidades con mucho en común ya que ambicionan construir relatos o contarlos, descubrir historias pero, sobre todo, ser guía y apoyo vital.
¿Qué te impulsa a escribir?
La ilusión por levantar de la nada nuevas realidades que merezcan ser leídas, disfrutadas e incluso sufridas por alguien. Como lector empedernido, y como alguien que necesita palpar la tinta y tener las historias en la estantería y no en la pantalla, creo que la literatura nos permite ir siempre más allá, ver detrás del horizonte de lo anodino y descubrir un sinfín de mundos que están al acecho esperando a ser descubiertos.
¿Tu experiencia en la vida política se ve reflejada de algún modo en la novela?
Para nada ya que es una novela bastante negra y sórdida y, en mi experiencia, la política solo me ha brindado amigos y cruzado en el camino con trabajadores incansables y comprometidos con su entorno. Sin embargo, creo sin dudarlo que la política, en su vertiente orgánica que no institucional, y la literatura tienen en común más de lo que puede parecer ya que ambas tienen entre sus objetivos el ganarse a su público objetivo, atraerle con su relato, envolverle con promesas de futuros por descubrir e, incluso, intentar formar parte de su ‘familia’.
¿Cómo crees que puedes sorprender a los lectores en ‘La cama de ciprés’?
Creo y espero que les sorprenda casi desde la primera página. Se trata de dos historias que se entrelazan, de dos realidades forjadas a base de muerte y dolor que van acompañando al lector por un entramado levantado sobre la tragedia, el amor, la esperanza y la congoja.
Aquel que se adentré en ‘La cama de Ciprés’ lo hará en una novela policiaca diferente pero también en una historia de amor intermitente, de sueños truncados y nuevas oportunidades. En ella, incluso cuando el dolor parece inundarlo todo, justo en ese momento, la certeza y la ilusión se cuelan entre las rendijas de la historia para darle un nuevo cariz.
Pero lo que de verdad espero es que ‘La cama de Ciprés’ más que sorprender se convierta, como todas las novelas que yo leo, en una nueva historia de ficción vivida, disfrutada y almacenada en el recuerdo de los lectores.
¿Qué parte de tu novela te ha costado más escribir en cuanto a personajes, trama, ambientes…?
Casi preferiría decir que las escenas marcadas por la tragedia y la violencia pero no ya que las páginas marcadas por el sexo explícito no fluyeron con tanta facilidad en buena parte porque aunque forman parte coherente de la historia no están en su esqueleto.
Sí que es cierto que hay algunos capítulos que por su crudeza (y no voy a enumerarlos para evitar spoilers) me pesaron algo más a la hora de teclearlos.
Un libro de tu infancia sería…
Más que un libro y más allá de mi infancia son diversos autores, y algunos sin nada que ver en cuanto a estilo o temática, los que me han acompañado en mi recorrido literario sin perderme ni una creación suya. Novelistas como Carlos Ruiz Zafón, John Verdon, Lorenzo Silva y algunos de ‘kilómetro cero’ como Pablo Sebastiá y Julio César Cano.
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