1.- ¿Quién es Francisco J. Capitán?
Francisco J. Capitán es un apasionado de la literatura desde los dieciséis años, cuando tuvo la suerte de ser alumno de profesores de literatura muy vocacionales. A los veinticuatro años se vino a vivir a Madrid con una sola idea en su cabeza: vivir de la literatura, sin que supera con exactitud en qué consistía ser escritor profesional. El resultado de ese viaje iniciático emprendido hace treinta años aparece en la biografía publicada en la contracubierta de Delirio.
A lo largo de su modesta Obra, ha tratado de ser lo más personal, honesto, innovador y creativo posible.
2.- Eres licenciado en dramaturgia y doctorado en Historia y teoría del teatro, ¿Cómo se plasma tu formación teatral en tu obra?
Es cierto que soy licenciado en dramaturgia. En cuanto al doctorado, como aparece anotado en la biografía que está editada en la contracubierta de Delirio, realicé los cursos de doctorado en Historia y teoría del teatro, pero no escribí la tesis doctoral, porque cuando iba a iniciarla, mi vida giró en otra dirección y ya no volví a retomar el asunto.
Al escribir Delirio no pensé en trasladar mis conocimientos teatrales a la novela. Sin embargo, visto con cierta distancia, diría que en mi última obra literaria el teatro está presente de dos modos:
1) Las citas explícitas a dramaturgos como Miguel Mihura o Jardiel Poncela o las referencias implícitas a Antonio Buero Vallejo.
2) Algunos capítulos son muy dialógicos.
3.- ¿Qué puedes adelantarnos de tu última novela Delirio?
El asunto principal de la novela podría resumirse en la búsqueda de la auténtica identidad sexual por parte de Federico Halagado, el protagonista. Sin embargo, en las primeras versiones de Delirio la idea era más bien el inicio de un camino hacia la libertad, concretada en la libertad sexual.
4.- ¿Se puede enloquecer de amor y deseo?
Desde luego, en épocas muy pretéritas se enloquecía por amor. Dudo mucho que en 2023 suceda un hecho similar. En todo caso, pienso que Federico Halagado tiene una salud mental endeble que le lleva a creerse enamorado. Quizás lo está del amor, como suele ocurrirles a los primerizos en las relaciones afectivas.
5.- ¿Esta historia podría tener lugar en otra ciudad que no fuera Madrid?
Madrid es mi ciudad elegida, quizás mucho antes de haberla elegido. Desde hace más de veinte años me he ocupado en escribir obras situadas en la capital de la gloria, sin que hayan fructificado,
Delirio está ubicada en dos zonas de Madrid: Chamberí y Chueca. Aparecen lugares reales, como el Café Comercial y espacios inventados: AquaBoys.
A pesar de la presencia de Madrid en la novela, al inicio de su escritura esta ciudad carecía de tanto protagonismo.
Delirio podría desarrollarse en una ciudad diferente, pero se narrarían otros… delirios.
6.- Existen matices en el género novelístico a los que el teatro no llega?
La novela cuenta con recursos narrativos de los que carece la escritura dramática, tales como la descripción ––que los dramaturgos salvan con las didascalias–– y las reflexiones de los personajes, que en el arte dramático son sustituidos por los diálogos.
7.- Delirio, ¿una tragicomedia surrealista?
Cuando me planteo la escritura de una novela no pienso en el género que la escribiré. Suelo tender hacía los géneros fingidos o el híbrido entre varios géneros narrativos.
En cuanto a Delirio, creo que me ha salido una novela de humor en los que he incluido capítulos oníricos y algunos fragmentos del género erótico. Esos pasajes están escritos con mucha sensualidad.
He de decir que me siento muy cómodo escribiendo narraciones oníricas y eróticas, hasta el punto de que me pregunto si mi yo escritor del futuro debería centrase en el onirismo y la literatura erótica. Bien es verdad que, el hecho de sentirme bien escribiendo en un género concreto, sería un motivo para probar y probarme en otros estilos literarios.
8.- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Me retrae hablar de proyectos futuros, porque la mayoría de las obras que he iniciado se han quedado en las primeras páginas, por no mencionar las que no han salido de mi círculo más privado.
Respondiendo a la pregunta, diré que tengo cuatro proyectos iniciados, pero ni siquiera he terminado la primera versión de ninguno de ellos. Alguno me tienta más que otro, pero aún no he decidido cuál será mi próxima novela. Porque, además, no me parece sano desde el punto de vista creativo iniciar la escritura de un libro cuando el anterior todavía no está cerrado. Tengo la sensación de que estoy copiándome a mí mismo. Creo que es bueno dejar transcurrir cierto tiempo entre una obra y la siguiente.
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