José Manuel López Moncó: "Busqué en el corazón de cada historia y descubrí que, entre las varias voces narrativas del libro, distintos vientos los movían hacia una o otra dirección."

1.- ¿Quién es José Manuel López Moncó?

Decía Ortega y Gasset: “Dime a qué prestas atención y te diré quién eres”. Pues mi atención, desde que recuerdo, ha estado puesta en eso que llamamos: Vida. Me apasiona observarla, analizarla y, por supuesto, vivirla todo cuanto pueda. Yo creo que gracias a este entusiasmo se deriva mi interés por contar historias. En un aspecto diferente, y de seguro mucho más irrelevante, soy una persona de 65 años que, aún sintiéndome dichoso y realizado por la actividad laboral que llevé a cabo durante cuatro décadas, en este momento, cerrado el anterior capítulo, disfruta escribiendo y viendo salir el sol cada mañana. 

2. Desde muy joven tu vida ha estado asociada a la literatura. Incluso llegaste a abrir una librería con tan solo 20 años. ¿Cómo fue aquella experiencia?

 Antes incluso de esa aventura, mi vida, de alguna manera, tuvo conexiones significativas con el mundo de la literatura puesto que mi padre trabajó en varías editoriales a lo largo de casi cincuenta años. Estar rodeado de libros desde niño era, y lo es ahora muchos años después, mi hábitat natural y lo que, sin duda, desató en mí la pasión por la lectura. Paso obligado, me atrevo a afirmar, para cualquiera que quiera escribir. Centrándome en la experiencia de la librería, te diré que fue muy gratificante. La fuerza de la juventud, y no solo la mía o la de las otras dos personas que me acompañaron en esa aventura, también la de este país que revivía tras una larga  época dictatorial y oscura, convirtieron en irrepetibles y en ilusionantes el tiempo en el que tuve la librería. Espacio, por otro lado y ante la ausencia todavía de alternativas públicas culturales, en el que además de vender libros, se realizaban exposiciones, presentaciones y todo tipo de actividad asociada al mundo de la cultura. Sin duda, añoro aquellos años por lo que supusieron de dinamización creativa y de nuevos aires para todos nosotros.

 3.- ¿Qué van a encontrarse los lectores en Vientos?

Vientos es un libro de relatos. Relatos que, en una aproximación ortodoxa a los distintos subgéneros narrativos, tienen rasgos comunes con el relato histórico, con el de intriga, con el de humor o ironía, con el romántico incluyendo en este el erótico, el del drama y, por último, el de la ciencia ficción. Pero, como explico en la introducción de Vientos, esa clasificación me pareció muy fría, muy alejada de la pasión que yo había sentido mientras escribía. Busqué en el corazón de cada historia y descubrí que, entre las varias voces narrativas del libro, distintos vientos los movían hacia una o  otra dirección. Ya solo me quedó dejar que cada uno de esos vientos me diera en la cara y así, sabiendo lo que sentía, descubrir qué tipo de viento era. De esta manera surgen los capítulos: Nordeste, Surada, Ábrego, Morrino, Galerna y Siberiano. O, en otras palabras, relatos que persiguen dar luz a la Historia, que traen tragedias, que hacen enloquecer, que, como al enamorarte, te llenan de humedad sin que te des cuenta, que arrasan con todo a su paso y, por último, que soplan de tan lejos que parecen haber surgido fuera de la Tierra. El tema común a todos sería: La vida. Vida en mayúsculas y en cualquiera de sus formas.

4.- ¿Cómo surgen las ideas de las que nacen los relatos? ¿Inspiración? ¿Esfuerzo?

Hay inspiración, una chispa que hace prender tu imaginación tras haber leído una noticia, tras haber visto una fotografía, contemplando un paisaje o recordando algo que te sucedió. Pero esto no es suficiente. El fuego que se desata dentro de ti puede convertirse pronto en cenizas si no eres capaz de aportar otros elementos que lo aviven o si no usas de manera conveniente el soplillo que lo atice. Por lo tanto: esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo. Desde la primera versión de alguno de los relatos de Vientos hasta la que se ha publicado han transcurrido años y, por medio, unas cuantas versiones. Tiempo dedicado, en muchos casos, a mejorar la construcción de la estructura narrativa o a pulir la sintaxis y los personajes. La conocida frase de que se publica para así dejar de corregir se cumple al 200% en mi caso.

5.- ¿En qué momento decides englobar todos estos cuentos bajo el concepto central de “vientos”?

En una pregunta anterior tuya he manifestado cómo se gestó el origen. Si acaso quedaría añadir el por qué de esa denominación. En la actualidad, mi día a día transcurre entre Madrid y Santander, donde tengo al Cantábrico cómo paisaje de fondo. Allí suelo soportar, y en ocasiones también disfrutar, los distintos vientos del lugar. Bien esos vientos, bien el entorno natural, ha sido usado como decorado  en alguno de los relatos que aparecen en Vientos. Sin desdeñar mi origen madrileño, también presente en el libro con espacios de raíces urbanas y  bulliciosas, escogí las características meteorológicas de los vientos cantábricos porque encajaban bien con las distintas temáticas de los relatos. No obstante, he de significar que sea el hemisferio que sea, sea en unas coordenadas geográficas o en otras a miles de kilómetros de distancia, el viento, cuando nos da en la cara, produce en cada uno de nosotros sensaciones similares. 

6.- Tienes una amplia trayectoria literaria, tanto en poesía, como novela o relato breve. ¿Dónde te encuentras más cómodo? 

Sin duda es en el terreno narrativo donde me siento más realizado. De tener que elegir uno, me quedo con el de los relatos, ya que se puede abarcar infinidad de temas y de estilos sin tener que estar centrado un tiempo considerable con una misma idea, como ocurre si trabajas  el género de la novela. También influye en mi gusto cierta economía del esfuerzo. Soy en exceso meticuloso y me cuesta mucho llegar a tener un texto definitivo que considere mínimamente adecuado a la hora de ser publicado. También está la planificación necesaria para construir una  estructura correcta en uno y otro género, claramente menos exigente en el lado del relato. Pero sin que esto le reste méritos literarios ni arte. Incluso, me atrevo a decir, que en el relato las posibilidades artísticas son mucho más grandes. Algo manifiestamente más evidente si lo comparamos con la poesía.

7.- ¿Te encuentras trabajando ya en algún nuevo proyecto?

En efecto, en dos novelas cortas. Una de ellas se encuentra bastante avanzada, aunque todavía estoy redactando algunos capítulos del primer borrador. En este momento, mi idea sería que las dos novelas formaran parte de un mismo libro, quizá junto a otro relato largo. Pero es aún muy pronto para aventurar detalles más concretos. Si Vientos, como proyecto, ha tardado un año en ver la luz a pesar de que la mayoría de los relatos fueron escritos y dados por cerrados con anterioridad al verano pasado, no quiero ni pensar cuándo estas novelas podrían verse impresas.


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