Ediciones Atlantis presenta 'El loco de los ovnis', una novela de Enrique Ordaz Rubio en la que se nos ofrece una versión de Don Quijote de la Mancha en los tiempos actuales.
1.- ¿Nos puedes resumir ‘El loco de los ovnis’?
Desde luego, El loco de los ovnis es una versión del Quijote de Cervantes trasladada al siglo XXI. Su protagonista, Don Alfonsín, es un profesor retirado, viudo y bebedor que, a base de leer novelas pseudocientíficas, conspiranoicas, etc, termina por creerse un enviado elegido para luchar contra Iluminattis, masones o extraterrestres que, en verdad, tan sólo existen en su desgarbada cabeza y para ello contará con su Sancho Panza particular, un personaje divertidísimo y entrañable llamado Federico Ovejo.
2.- ¿Cómo y cuándo surge la idea de la novela?
La idea surgió en mi barrio, Ruzafa, en Valencia, que es donde trascurre gran parte de la novela. En el 2011. Yo acababa de leer El Quijote por primera vez en mi vida y fue una experiencia absolutamente iniciática.
3.- El personaje central, don Alfonsín, está claramente basado en la figura de don Quijote de la Mancha… ¿y en alguien más?
En verdad Don Alfonsín es simplemente un clon del personaje cervantino, como el resto de la novela, por lo tanto, no está inspirado en nadie más, aunque sí es cierto que yo lo utilicé no sólo para articular a través de él la novela sino también para reivindicar a los demás y auténticos Don Alfonsines del mundo, es decir, Don Alfonsín también es un grito para poner el foco sobre los más desprotegidos de nuestra sociedad como los mayores, las personas solitarias, enfermas…
4.- ¿Qué nos puedes decir acerca de las teorías paranormales, conspiranoicas y lo que se ha dado en llamar ‘el misterio’?
Esa es otra de las misiones de El loco de los ovnis, denunciar lo que se ha venido a llamar New age. Como dijo Chesterton: Cuando se deja de creer en Dios, se empieza a creer en cualquier cosa. Yo personalmente soy ateo, me formé en Ciencias Sociales y mi mentalidad es 100% empírica y positiva; siempre me ha llamado mucho la atención, que personas que se burlan de cristianos, judíos o musulmanes por sus creencias religiosas (tachándolas de absurdas), luego en cambio cometan el cinismo de creer a pie juntillas que la Tierra es plana o que las pirámides de Egipto las construyeron los alienígenas. Independientemente de esto, a mi me apasiona el misterio, de hecho, mis tres novelas navegan sobre este medio, pero encuentro infantil a la par que peligroso, no tener bien claro que una cosa es un objeto de recreo intelectual y otra muy distinta, tomarse en serio lo que, en la cabeza de los creadores, no es más que ficción.
5.- ¿Cómo definirías tu estilo?
El loco de los ovnis es un renglón torcido dentro de mi creación pues el estilo pretende imitar el castellano antiguo y en él abundan las frases larguísimas, con muchas oraciones subordinadas, composiciones gramaticales complejas… pero mis otras dos novelas -La calle de los túneles aéreos (ediciones Seimas, 2017) y La jaula del gato- son más representativas de mi estilo natural, que es parecido al de James Ellroy (otra de mis debilidades) y que se caracteriza por las frases cortas y densas, como disparos, sin grandes florituras gramaticales ni léxicas, muy directas, como pequeños paquetes de información que entran sin vaselina en el cerebro del lector.
6.- ¿Último libro que has leído?
La Regenta, de Leopoldo Alas, Clarín. Soy un apasionado de la novela española del siglo XIX, especialmente de Vicente Blasco Ibáñez del que lo he leído absolutamente todo y por el que siento auténtica pasión literaria.
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