Ediciones Atlantis publica “El Don de Sofía” el libro del autor JLJ. Una novela cargada de acción y misterios por resolver, que gracias al increíble don de su protagonista mantendrán en vilo al lector.
¿Quién es JLJ?
La pregunta más evidente y, al mismo tiempo, la más complicada de responder. Detrás de esas siglas se esconde Juan Luis Jiménez, padre monoparental de una preciosa niña de seis años. Como persona, prefiero que sean los demás quienes me definan ya que no somos sino el reflejo de lo que proyectamos. JLJ, el escritor, no es sino un contador de cuentos que disfruta del proceso creativo y que tiene el sueño “loco” de, algún día, poder vivir de ello.
¿Te inspiró alguna persona o alguna situación en particular para escribir esta novela?
Nadie ni nada en concreto. Quería contar las andanzas de una chica en pleno descubrimiento de su vida. Alguien en apariencia normal, envuelta en circunstancias extraordinarias, y que tuviera un don que la hiciera única. Y quería que, de alguna manera, fuera una celebración de la naturaleza.
¿A quién va dirigida esta obra?
Si bien “El don de Sofía” es disfrutable por cualquier persona, hombre o mujer, a partir de cierta edad, hay una clara vocación de novela juvenil que se plasma desde la narración en primera persona hasta los personajes y situaciones que rodean a la protagonista.
Yo creo que cualquiera que pretenda evadirse de la gravedad del día a día, leyendo el “El don de Sofía”, encontrará lo que busca porque está pensada para entretener con una historia que trata de enganchar al lector desde la primera página y no soltarle hasta el final. En el camino, podrá conocer más acerca de la naturaleza, el lenguaje y las relaciones humanas.
Si el lector pudiera sacar una conclusión o moraleja de “El Don de Sofía”, ¿cuál sería?
El don al que se refiere el título del libro no es sino el de comunicarse con cualquier ser vivo. La comunicación es la clave de todo. La comunicación entendida como empatía, como la capacidad para ponerse en el lugar del otro. Si somos capaces de comprender a un tigre, un águila o incluso una tortuga, y sentir lo que ellos sienten, debería resultar más fácil entender a los de nuestra misma especie y quizá, después de todo, haya esperanza para la raza humana.
¿Tienes algún nuevo reto en mente?
Siempre tengo diversas historias en mente y en diferentes fases de desarrollo. Quizá la que más presente tengo en este momento sea un comedia dramática o un drama en clave de comedia en torno a una pandilla de amigos y sus desventuras durante una noche de verano del año 1985. Una historia sobre la nostalgia y la España de los años ochenta.
¿Cuál es tu autor de referencia?
Mientras trabajaba en este libro mis autores de cabecera han sido varios, en su clara vocación de best seller, entendido como un libro que pretende entretener y satisfacer al mayor número de lectores posibles: desde la imaginativa J. K. Rowling hasta las aventuras selváticas de Edgar Rice Burroughs (Tarzán de los monos) o Kipling (El libro de la selva). Todo ello pasado por el tapiz del misterio de Agatha Christie y la labor de documentación que se encuentra en las novelas de Michael Chricton.
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