Ediciones Atlantis publica ‘Reikiavik tampoco puede desaparecer’ una novela contemporánea escrita por el autor sevillano J.M. Vyala una obra en la que su protagonista tendrá que volver a encontrar el sentido de una vida ahora vacía tras haberlo perdido todo. Una historia en la que te adentrarás en lo más intrínseco del protagonista en su camino hacia la autodestrucción, aportando en el camino una visión diferente de conceptos como la felicidad y el amor.
¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
Siempre me pareció interesante la figura de alguien que lo ha perdido todo, y a partir de ahí, intenta reconstruir o dar sentido a lo que le queda. La forma en la que consigue establecer ese sentido vital, por llamarlo de alguna manera, es en la que he intentado profundizar más. Existen convencionalismos acerca del amor, la felicidad, el sexo, etc., que en ocasiones, pueden ser perjudiciales porque todo es relativo, y alguien puede ser feliz con algo totalmente opuesto a la definición de prototípica de “felicidad”. Lo mismo ocurre con la concepción del “amor”. Desde pequeños nos explican sólo una parte, lo dulce, lo inofensivo, los “finales felices”, y luego, cuando vas creciendo y vas experimentándolo en tu propia carne, piensas “esto no es lo que me habían contado”. Falta la parte “atroz”, “destructiva”, “dura”, y que en realidad, casi nunca hay “finales felices”.
¿Qué se va a encontrar el lector?
Una historia en la que la “velocidad” está presente la mayor parte del tiempo; tanto en la forma de narración, con frases cortas, directas y explícitas, como en el ritmo intrínseco del contexto y los personajes, donde se producen constantemente viajes, cambio de escenarios y personajes, así como diferentes historias, pero siempre con un “denominador común”. Reflexiones sobre distintos aspectos vitales y de la sociedad que se abordan desde una perspectiva distinta.
¿Qué hay de J.M. Vyala en “Reikiavik tampoco puede desaparecer”?
Es una novela en la que historia que cuento es totalmente ficticia. Tanto los personajes, las vivencias, etc. Pero siempre me ha atraído lo “no convencional”, aquello que se sale, en cierta forma, “de la norma”. Me resulta más interesante una felicidad que “duela” a algo monótono e inofensivo.
¿Quién crees que disfrutará más de su lectura?
No sabría definir con exactitud el perfil del lector de ‘Reikiavik tampoco puede desaparecer’, pero creo que podría resultarle interesante a aquellos que quieran tener una visión distinta de la felicidad, el amor, etc.
¿Qué obra has leído, releído y volverías a leer una y otra vez?
‘Plataforma’, de M. Houellebecq.
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