Ediciones Atlantis publica ‘El amigo invisible’, una novela de intriga escrita por el autor mallorquín David Navarro en la que su protagonista se verá envuelto en una cadena de acontecimientos por saber quién le envía unas misteriosas cartas firmadas por su mujer, quien había desaparecido sin dejar rastro.
¿Quién es David Navarro?
David Navarro es una persona con un ansia por aprender constante. Desde que se subió por primera vez a un escenario a los catorce años, supo que lo que le daría sentido a su vida era contar historias. Por ello ha experimentado con muchos lenguajes diferentes; ha aprendido y trabajado como fotógrafo, actor, cámara, montador, locutor, guionista, autor de teatro, etc.; y ahora parece ser que escritor. Aunque creo que la mejor manera de definirlo es como un "creador insensato".
¿Cómo fue el proceso creativo de la novela?
Normalmente voy apuntando las ideas que me surgen en una libreta. Luego las cruzo y voy creando situaciones que me van inspirando hasta que consigo una historia. Pero “El amigo invisible” tuvo otro inicio. En el año 2011 tuve la ocasión de ver la función teatral de "El cartero de Neruda". Aquel señor mayor recibía cartas de su mujer, creo recordar, y aquello me pareció un buen punto de partida para crear una historia. Así que me puse a escribir una raquítica y ñoña historia para una obra de teatro que acabé descartando, meses después me volvía inspirar. Cogí aquella historia y, en cuestión de mes y medio, lo convertí en un guión para cine de 120 páginas. Lo intenté mover para conseguir que alguna productora se interesara y al final no llegó a nada. Hasta que a finales de 2014 me dije: ¿Por qué no cometes la insensatez de escribir la novela? Y así fue como empecé a aprender otra manera de contar historias, a indagar en la escritura literaria. Debo decir que me ha enganchado de tal forma, que todo ese proceso de creación -de personajes, tramas, atmósferas-, diferente a la manera de afrontar un guion, me atrae incluso más.
Si el lector pudiera sacar una conclusión o moraleja de “El amigo invisible”, ¿cuál sería?
Una vez me dijeron que tenía varios ángeles de la guarda que siempre me salvaban de caer en el abismo justo en el último momento. Quizá la moraleja de “El amigo invisible” es que cada uno de nosotros tiene personas que le quieren y que podrían salvarte la vida en el momento preciso. Quizá no hagan falta los ángeles de la guarda -que yo creo que sí-, pero si cuidas a las personas que amas, vas a recoger amor. Serán capaces de ver que estás a punto de caer, aunque tú no veas que estás al borde del precipicio, y te tenderán la mano sin que tú se la pidas. Aunque cada uno hará su propia lectura de la historia, y yo tengo la mía, creo que es lo que el lector acabará entendiendo.
¿En qué momento supiste que querías ser escritor?
En el momento en que la editorial me comunicó que querían publicar “El amigo invisible”. Hasta el momento solo pensaba en seguir buscando nuevos lenguajes para contar mis historias. Ese día tuve una revelación: quizá no escribo tan mal. Ahora las historias se me agolpan en la cabeza y solo pienso en cómo darles forma en una novela.
“La Historia Interminable”, de Michael Ende. Fue el primer libro que leí por gusto, debía tener unos doce años. Me cautivó la manera que tenía el autor de meterme en su historia, ya que estaba harto de leer por obligación en el colegio. Destacaría “El Club De la Lucha”, de Chuck Palaniuk; o “Gone Girl (Perdida)” de Gillian Flynn. Aunque mi referente actual es Manel Loureiro; no tiene una narrativa compleja y sus historias son absorbentes, lo que hace que la lectura de sus novelas sea ágil y entretenida, que es, a fin de cuentas, cómo quiero mis historias.
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