1.- ¿Quién es Juan Manuel Agudo?
Definirme a mí mismo siempre lo he considerado una tarea ardua, pues uno siempre se mira con buenos ojos. Puedo decir no obstante, y sin temor a equivocarme, que en lo particular valoro la amistad como lo más valioso que, emocionalmente hablando, existe para conjurar la soledad y enriquecer las relaciones humanas, y en lo general me preocupa el sectarismo social y los problemas identitarios y de género, pues generan odio, división y resentimiento.
2.- Tienes ya una sólida y remarcable trayectoria literaria. Háblanos de ella.
Puede decirse que escribir escribo mucho, diariamente, en mi blog, en mi página de facebook, en mis cosas…, y sobre todo en la revista Puerta de la Villa, una publicación trimestral que edita la Asociación Cultural Amigos de Gor, del que soy su fundador. Literariamente hablando me ha sido de gran ayuda el Tintero Virtual y Netwriters, un portal de escritores concebido para competir semanalmente con un relato. Precisamente a través de Netwrites y con la mediación de Emilio Porta, publiqué mi primer libro de relatos, «Palabras de invierno», en Atlantis, y he intervenido en otras publicaciones colectivas de la editorial. Tengo publicada una novela en Amazón, «La tertulia que quiso cambiar el mundo», la historia de una venganza, que ha pasado desapercibida porque no ha sido presentada en ningún sitio. Y tengo dos novelas más escritas pendientes de revisión.
3.- ¿Qué puedes adelantarnos acerca de tu novela Oscura seducción y en qué se diferencia respecto a otros libros del pasado?
Bien, Oscura seducción es la novela más ambiciosa que he escrito hasta ahora, por el tiempo que me ha llevado escribirla, cinco años, y por las temáticas que aborda. Es una novela que se inscribe en el género negro y profundiza en muchos de los problemas sociales que aquejan al mundo, que acaban por afectarnos a todos, tanto a nivel individual como social. Se diferencia con otras publicaciones mías del pasado en que es mucho más seria y aborda problemas muy preocupantes.
4.- Oscura seducción arranca cumpliendo varios cánones de la novela negra tradicional pero paulatinamente se va convirtiendo en algo más y más grande. ¿Premeditado?
Sí, es lo normal en una novela negra, algo personal se convierte en general. Soy de los escritores que empieza a escribir a partir de una idea y me voy abriendo camino conforme avanza la historia, pero en este caso he tenido que documentarme concienzudamente y trazar un camino previo para, conforme a él, ir avanzando sin perderme, otro de los peligros que siempre acecha al escritor.
5.- ¿Cuándo y cómo surge la idea central de la historia?
Surge en 2014, cuando supe del caso de un empresario musical que había sido estafado por una pareja de pakistaníes que se hicieron pasar por agentes de la CIA, y estuvieron durante catorce años sacándole dinero hasta conseguir que les entregara catorce millones de dólares. A partir de la pregunta ¿qué hizo este hombre o se propuso hacer a partir del momento en que fue consciente de la magnitud de la estafa de que había sido objeto?, nació la idea central de la historia.
6.- Señalas haber recibido la temprana influencia, en tu niñez, de libros policíacos, del oeste, tebeos… literatura popular. ¿Qué queda de ellos en tus escritos?
En efecto, los comics, las novelas policiacas y del oeste formaron parte de mis lecturas de niño hasta la adolescencia. Pero de aquello queda poco en mis escritos. Influyeron mucho más en mí lecturas posteriores como Rojo y Negro de Sthendal, o Los miserables, de Víctor Hugo, que fueron los que me engancharon a la lectura y crearon en mí la inquietud de la escritura. A partir de ahí, las novelas que más han influido en mí han sido Los cuentos de la Alhambra, de Washington Irving y Cien años de soledad, de García Márquez, el primero por el misterio que rezuman sus historias, y el segundo con su realismo mágico. Y más cercano en el tiempo El nombre de la rosa, de Humberto Eco. Pero quien influyó en mi de manera decisiva para inclinarme por el género negro fue Raymond Chandler con su Largo adiós. Son todas ellas novelas que dejan una huella indeleble.
7.- Tu carrera literaria es de lo más diversa. ¿Te encuentras ya trabajando en algún proyecto?
Sí, el problema de empezar a escribir es que ya no puedes dejarlo, escribes y escribes porque si no lo haces notas un vacío desasosegante. Tengo como he dicho antes dos novelas escritas que están en periodo de hibernación, y que volveré a ellas en cuanto dé por finalizada la presentación de Oscura seducción. Si compruebo que su publicación vale la pena contemplaré la posibilidad de publicarlas, caso contrario no verán la luz. Publicar no es mi objetivo a cualquier precio, tengo que estar convencido de que lo que quiero publicar aporta algo, o por lo menos, no va a defraudar. Publicar por publicar es una estupidez.
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