Javier Estepa: "1984 fue la primera distopía que leí y me enamoró por completo".

 1.- ¿Qué te motivó a escribir Acándita? ¿Hubo algún evento o idea específica que te llevó a desarrollar esta historia?

La obra nace del sentimiento de desamparo que me invadió ante la separación de mis padres. En ese momento, todo lo que había sido algo seguro para mí se desmoronó, obligándome a salir de ese cálido refugio que otorga la estabilidad del hogar. Pasados unos años, todo se estabilizó, pero dentro de mí quedó la sensación de que algo muy preciado me había sido arrancado. Partiendo de esta premisa, me lancé a escribir una novela que pudiera plasmar con tinta aquellos eventos que habían marcado mi vida con lágrimas.

2.- La novela puede recordar a Metrópolis y a grandes distopías como 1984 o Un mundo feliz. ¿Qué influencia han tenido estas obras en Acándita?

De hecho, 1984 fue la primera distopía que leí y me enamoró por completo. Hasta ese momento leía novelas juveniles y de fantasía, pero todo me parecía muy lejano. Me adentraba en senderos hacia lo desconocido, vivía todo tipo de amores y desamores, luchaba contra dragones y me convertía en mago, pero era consciente en todo momento de que aquello era algo irreal, un mundo que difícilmente yo podría llegar a experimentar. Sin embargo, cuando comencé a leer distopías, me di cuenta de que hablaban de algo que yo también notaba, que podía ver con mis ojos y tocar con mis manos, como era la destrucción sistemática del individuo dentro de la maquinaria del Estado. En las noticias podía escuchar como las libertades se iban degradando paulatinamente, y entonces sonreí, pues había encontrado un tipo de novela que sentía viva en mi día a día, que no hablaba de viajes imposibles, sino de algo totalmente concebible dentro de unos años.

3.- ¿Qué aspectos de la sociedad actual crees que se reflejan en Acándita?

Desde el primer momento quise plantear la novela como una crítica a la destrucción de la familia tradicional. El reduccionismo de la paternidad, convirtiendo a los padres en simples progenitores que anteponen sus intereses a los del hijo que acaban de concebir es algo más presente que nunca. Trato de expresarlo a través de una preselección de los progenitores en función de su afinidad genética, donde el afecto y sentimiento quedan relegados a un segundo plano. Si bien es cierto que mis ejemplos son llevados al extremo, la prueba la tenemos con la elevación del perro de la categoría animal a la de hijo putativo, llegando a comer en la misma mesa que los humanos.

Por otro lado, el neocapitalismo llevado al extremo deriva en la destrucción del individuo ante un nuevo ser, cuyo valor es el de la plusvalía. Esta deshumanización, hace que sean simples engranajes de una gran maquinaria que se sustituye sin ningún tipo de miramientos una vez se estropean. El trabajo artesanal cargado de alma ha sido sustituido por una producción en cadena sin personalidad. De igual modo que el arte ha dejado de buscar emocionar, para unirse a corrientes de moda y sacar un beneficio de él. Las ciudades han abandonado los estilos adornados, como el barroco o el renacentista, para buscar la practicidad y abaratar costes. La suma de todos estos factores generan la ciudad de Acándita.

4.- El protagonista pasa de ser un ciudadano obediente a un rebelde en busca de la verdad. ¿Cómo fue el proceso de construir su evolución y qué desafíos enfrentaste al desarrollarlo?

Principalmente me basé en mi propio paso desde la adolescencia hasta la persona que soy a día de hoy. Analicé aquellas cuestiones que me parecían inmutables en ese momento, como eran la concepción estrecha del mundo y la búsqueda de un saber más elevado. Partiendo de esta premisa, quise que el protagonista experimentase la sensación de asombro ante un mundo que sobrepasa cualquier concepción que hubiera podido tener. De igual modo, el abandono de la seguridad de sus paredes le obliga a tener que enfrentarse a la realidad de un mundo en el cual debe de trabajar, amar, reír, llorar y sufrir. Teniendo todo esto en mente, desde el primer momento tracé el marco de desarrollo del personaje con aquellos eventos que le permitirían evolucionar, hasta convertirse en un hombre completo.

El principal problema que encontré fue luchar por no caer en lo obvio o típico. Quería que su desarrollo fuese humano y creíble. Debido a esto, tuve que modificar gran parte de la novela en reiteradas ocasiones para que pudiera encajar con la esencia que quería que transmitiera el personaje en sus distintas etapas.

5.- El protagonista encuentra la puerta con el cartel Desidia, que parece simbolizar un punto de inflexión en la historia. ¿Por qué elegiste ese nombre y qué representa dentro de la novela?

Desidia es la palabra que se usa muchas veces en el ejército para referirse a abandonarse uno mismo o una persona que no quiere esforzarse ni sacrificarse, que busca siempre la manera de estar lo más cómodo posible haciendo lo menos que pueda.

Dentro de la novela quise que esta palabra fuese lo primero que leyese el protagonista antes de su momento de inflexión. Esto se debe al propio contenido de la palabra. Leerlo y ser consciente de lo que significa, hace a uno abrir los ojos hacia lo que ha sido su vida, llevar a cabo un examen de conciencia, y asumir que se ha acomodado en lugar de vivir con toda la intensidad que podría haberlo hecho. Una vez baja las escaleras, está abandonando ese mundo y esa vida, es un paso hacia las profundidades de un nuevo ser que está a breves instantes de nacer.

6.- La novela plantea el conflicto entre la libertad individual y el destino impuesto por la sociedad. ¿Cuál es tu postura personal sobre este dilema? ¿Crees que la literatura puede influir en cómo lo percibimos en el mundo real?

En mi opinión, el individuo vive en la sociedad pero no es la sociedad, me explico. La sociedad se construye sobre un conjunto de normas que permiten la convivencia y determinan la libertad individual, el bien y el mal. Coincido con esta visión que busca crear un marco común donde todos lleven a cabo una castración simbólica de sus libertades, es la única manera de poder dormir sin temer lo que sucederá mañana. Ahora bien, cada individuo tiene sus propias habilidades, costumbres, rasgos e ideas que deben de ser respetadas. La identidad del individuo nunca puede ser determinada por la sociedad, de lo contrario seríamos una mente colmena y no una sociedad humana. Esta es precisamente la lucha que trato de transmitir en la obra, la pelea contra un mundo que trata de imponer no solo su verdad sobre el mundo, sino también de determinar la manera en la que uno debe de vivir y de pensar, destruyéndonos hasta llegar al punto de que nos consideremos a nosotros mismos como poco más que una pieza más de nuestra empresa por la que debemos de dar la vida.

La literatura es el espacio donde los cuerpos descansan y los corazones vuelan. Es un rincón íntimo de cada persona, donde puede abandonar todos los problemas del día y soñar despierto. Viajar al espacio o adentrarse en las profundidades de la tierra están al alcance de unas pocas páginas. Pero también es la oportunidad para poder tener una mirada crítica del mundo, cuestionar todo aquello que se nos ha vendido como la única verdad, y de este modo evitar caer en la filosofía del absurdo. La literatura es la más poderosa de las armas, pues bajo la apariencia de un simple libro, puede esconderse la tecla capaz de cambiar la vida de una persona por completo.

7.- Acándita mezcla acción e intriga con profundas reflexiones filosóficas. ¿Cómo lograste equilibrar ambos elementos para que la historia no resultara ni demasiado densa ni demasiado superficial?

La clave fue contar con personas dispuestas a leer los distintos borradores que iba escribiendo. Cuando uno escribe pone en ello su corazón, pero siempre tiene la duda sobre si aquello es bueno, malo, divertido o aburrido. Si bien es cierto que uno nunca está satisfecho con su novela, pues siempre piensa que podría haberlo hecho mejor, el contar con personas que ofrezcan una visión externa permite añadir, quitar o corregir aquellas partes que para el escritor pueden resultar obvias al tener toda la novela en la mente, pero que realmente son confusas par el lector que todavía no sabe qué sucederá. Ahora bien, hay que tener en cuenta que la esencia de la novela se debe de mantener fiel a nosotros. Es muy tentador modificar aspectos clave de la novela porque a una persona no le convence, pero hay que tener en todo momento que esa novela es nuestra manera de abrirnos en canal hacia el mundo, no de escribir algo que le guste al mundo.

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Andrea Sanz: "Uno de los temas centrales de El Debut es precisamente ese choque entre el deseo de alcanzar un sueño y el riesgo de perderse a uno mismo en el camino."

1.- La novela ofrece un retrato muy realista de la industria musical. ¿Te basaste en experiencias reales o realizaste alguna investigación específica para construir este mundo con tanta autenticidad?

Esta novela está hecha de pedacitos de mí. Mi mayor inspiración ha sido Todos quieren a Daisy Jones, de Taylor Jenkins Reid, una historia que captura el ascenso y la caída de una banda de folk rock en los años 70. Me fascinó cómo la autora retrata la industria musical con tanta verdad y emoción, y quise llevar ese mismo realismo a mi propia historia.

Pero, además de la influencia literaria, mi propia experiencia como vocalista ha jugado un papel fundamental en la construcción de este mundo. Durante los últimos cuatro años, he formado parte de una banda universitaria en la que interpretamos canciones de rock y pop, principalmente de los años 80 hasta los 2000. Esa vivencia me ha permitido plasmar con autenticidad no solo el proceso creativo detrás de la música, sino también la dinámica entre los miembros de una banda, la emoción de tocar en directo y los desafíos de compaginar la música con la vida personal.

Es a partir de esos dos mundos —la ficción inspiradora y la experiencia propia— que nació esta historia, en la que un grupo de universitarios con una vida común se enfrenta a una de las decisiones más difíciles de su vida: abandonar un sueño o luchar por él.

2.- Sienna es un personaje con una evolución profunda y llena de matices. ¿Cómo fue el proceso de creación de este personaje y qué aspectos de su personalidad querías resaltar?

Sienna es lo que yo llamo un comfort character. Es un personaje cálido, que acoge al lector y lo invita a formar parte de la historia. Desde el principio, al crearla, pensé en esas cualidades de las personas que hacen que quieras estar cerca de ellas: la amabilidad genuina, la fortaleza silenciosa y la capacidad de iluminar una habitación sin necesidad de ser el centro de atención.

En muchos sentidos, Sienna es una mezcla de mis mejores amigas en un solo personaje, lo que la hace especialmente querida para mí. Pero también tiene partes de mí misma, como la necesidad de enfrentarse a los miedos, la búsqueda de un lugar en el mundo y la importancia de rodearse de personas que sumen, aunque eso implique saltar al vacío sin garantías.

Otra parte esencial en la construcción de Sienna —y del resto de personajes— ha sido la música. Quería que cada uno tuviera su propia banda sonora, canciones que reflejaran su esencia. En el caso de Sienna, me inspiré en temas como Silver Springs de Fleetwood Mac y Uptown Girl de Billy Joel, que encapsulan tanto su sensibilidad como su espíritu resiliente.

3.- La relación entre Ry y Sienna está marcada por la presión de la industria y las expectativas externas. ¿Cómo decidiste el equilibrio entre la atracción real y la imagen impuesta por la productora?

Desde el principio, quise que el cliché del fake dating fuera el pilar central de la relación entre Ry y Sienna. Sin embargo, tener una idea clara no hace que la escritura sea más sencilla, sobre todo cuando el realismo de la historia depende del equilibrio entre la imagen impuesta y la atracción genuina.

Para lograrlo, decidí que su relación comenzara desde la amistad. Quería que, más allá del contrato y de la fachada creada por la productora, existiera un vínculo auténtico entre ellos. De esta manera, su conexión no se basaría solo en la obligación o en la atracción momentánea, sino en un amor que naciera de la complicidad y la confianza propias de una amistad.

A medida que avanzaba en la historia, me di cuenta de que los personajes tenían una fuerza propia, como si ellos mismos decidieran el rumbo de su relación. Sus emociones y conflictos fueron desarrollándose de una manera orgánica, lo que permitió que ese equilibrio entre lo impuesto y lo real se sintiera más natural y creíble.

4.- El final de la novela deja abierta la posibilidad de un reencuentro entre los personajes. ¿Has considerado escribir una secuela o desarrollar más historias en este universo?

¡Definitivamente! De hecho, si soy sincera, ya he empezado a escribir la segunda parte de esta historia. Cuando comencé El Debut, mi idea inicial era darle un final más cerrado. Sin embargo, a medida que avanzaba en la escritura, me di cuenta de que había muchas más cosas que quería explorar: los conflictos sin resolver, el crecimiento de los personajes y los desafíos que aún les quedaban por enfrentar.

Por eso, decidí dejar un final abierto, no solo para dar espacio a la imaginación del lector, sino también para permitirme continuar con la historia en una segunda parte. En esta nueva entrega, los personajes se reencontrarán en un contexto diferente, con nuevas oportunidades y dificultades, lo que me permitirá profundizar aún más en sus relaciones y en la evolución de la banda.

5.- Benji Cole representa la cara estratégica y manipuladora del mundo del espectáculo. ¿Cómo construiste este personaje y qué mensaje querías transmitir con su papel en la historia?

Benji fue otro de esos personajes que decidió su propio camino mientras lo escribía. Desde el principio, quería que se presentara como alguien carismático y aparentemente confiable, el tipo de persona que sabe cómo ganarse a los demás con su astucia y seguridad. Sin embargo, a medida que las dinámicas entre los personajes se desarrollaban, su papel evolucionó hasta convertirse en el productor tirano que termina siendo.

No se puede hablar de Benji sin mencionar a Charlie. Ambos representan dos caras opuestas dentro de la industria: Benji encarna la ambición desmedida, el enfoque en los resultados y el control a toda costa, mientras que Charlie simboliza la pasión por la música, el disfrute del proceso creativo y la confianza en que el talento y el esfuerzo encontrarán su propio camino. A través de ellos, quería explorar ese dilema entre la imposición y la vocación, entre la necesidad de éxito inmediato y el amor genuino por el arte.

6.- El Debut explora el dilema entre perseguir los sueños y sacrificar la identidad personal. ¿Qué mensaje esperas que los lectores extraigan sobre el éxito y la realización personal?

Uno de los temas centrales de El Debut es precisamente ese choque entre el deseo de alcanzar un sueño y el riesgo de perderse a uno mismo en el camino. A través de los personajes, quería mostrar cómo el éxito no siempre es sinónimo de felicidad, y cómo, en muchas ocasiones, el precio a pagar puede ser demasiado alto.

Espero que los lectores se lleven el mensaje de que el éxito no debería medirse solo en términos de reconocimiento o logros externos, sino en la capacidad de mantenerse fiel a lo que realmente importa. A veces, la realización personal no está en llegar a la meta más alta, sino en encontrar un equilibrio que permita disfrutar del proceso sin dejar atrás quiénes somos.

Al final, El Debut es una historia sobre la búsqueda de la identidad en medio del caos, sobre aprender a trazar el propio camino en un mundo que siempre exige más, y sobre descubrir que, a veces, la verdadera victoria está en no perderse a uno mismo

7.- El estilo narrativo es ágil y envolvente, con diálogos naturales y descripciones vívidas. ¿Cómo trabajaste la estructura y el ritmo para lograr esta fluidez en la lectura?

Desde el primer momento, supe que uno de los retos clave sería crear una historia que fuera dinámica, pero que también tuviera profundidad emocional, de modo que no se fuera superficial o apresurada. La clave estaba en encontrar un balance entre la rapidez del ritmo y la necesidad de desarrollar adecuadamente a los personajes.

En noviembre, tuve la suerte de participar en un taller de escritura dirigido por la autora Myriam M. Lejardi, autora de novelas como No confíes en Asher Hall o Hellfriend, que marcó un antes y un después en mi enfoque narrativo. En este taller, aprendí a organizar mejor mi escritura y la importancia de crear escaletas detalladas. Estas escaletas me permitieron no solo organizar las escenas, sino también gestionar el flujo de la historia, asegurando que cada momento tuviera un propósito en el desarrollo de los personajes y la trama. Fue una manera de tener un mapa claro, pero al mismo tiempo dejar espacio para la creatividad durante la escritura.

Por otro lado, soy una lectora empedernida de romance joven adulto, por lo que el proceso de escritura también fue influenciado por mis propias expectativas como lectora. Sabía qué detalles valoro en una historia: diálogos frescos y naturales que aportan a la relación entre los personajes, momentos de tensión que se sienten reales y, sobre todo, una conexión emocional que hace que el lector se sienta parte de la historia. Quería que, al igual que yo cuando leo, los lectores pudieran sumergirse rápidamente en la historia, sintiendo que cada escena tiene peso y que los personajes no son solo figuras, sino personas con las que puedes conectar a través de sus conversaciones, sus silencios y sus emociones.

La parte de los diálogos fue especialmente importante. Dado que los personajes pasan mucho tiempo interactuando entre sí, era esencial que las conversaciones fueran espontáneas pero cargadas de subtexto. Esto requería una cuidadosa atención a las voces de los personajes, asegurándome de que cada uno tuviera una manera única de expresarse que se alineara con su personalidad y circunstancias. 

 En cuanto a las descripciones, quería que fueran lo suficientemente vívidas como para que el lector pudiera visualizar los escenarios y sentir el ambiente, pero sin sobrecargar la narración. Busqué un equilibrio en el que el detalle aportara al mundo sin que la historia se sintiera detenida por exceso de información.


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Juan José Moya Lara: "El equilibrio entre los elementos de ficción histórica y el romance, sin que uno eclipsara al otro, fue lo que más me exigió como escritor."

1.-La novela tiene una cierta influencia de la literatura de aventuras. ¿Cuáles fueron tus principales referentes al momento de escribirla?

Mis principales referentes al escribir este primer libro fueron, en gran parte, los escritores Bernard Cornwell y Simon Scarrow. Cornwell, con sus sagas como "Las aventuras del fusilero Sharpe" y "Sajones, vikingos y normandos", me cautivó con su enfoque en la historia épica y sus personajes inolvidables. También, la serie "Águila" de Simon Scarrow, así como su saga "Revolución", fueron esenciales en mi decisión de crear una saga de libros que explora el vigor de las batallas y la complejidad de las relaciones humanas en tiempos históricos.

2.- La historia combina elementos de ficción histórica, romance y aventura. ¿Cuál de estos géneros le resultó más complicado de desarrollar?

Sin duda, el romance fue el aspecto más complicado de desarrollar. Aunque mi inclinación natural se orienta hacia las novelas históricas, donde el enfoque principal suele ser la trama de aventuras o el contexto histórico, integrar un romance de manera creíble y emotiva resultó ser un reto. El equilibrio entre los elementos de ficción histórica y el romance, sin que uno eclipsara al otro, fue lo que más me exigió como escritor.

3.- Trafalgar y Cádiz son escenarios fundamentales en la novela. ¿Cómo fue el proceso de documentación para recrearlos con fidelidad?

El proceso de documentación fue largo y desafiante, ya que pasé dos años explorando una amplia variedad de fuentes: libros, enciclopedias y recursos en línea. Cada vez que creía haber alcanzado una conclusión sólida, me encontraba con información contradictoria, lo que me obligaba a empezar de nuevo. No ha sido un proceso fácil, pero he trabajado con dedicación para asegurarme de que la recreación de Trafalgar y Cádiz en la novela sea lo más fiel posible a la historia. Mi objetivo fue captar la esencia de esos lugares y momentos históricos, aunque siempre con la esperanza de haber plasmado lo que mejor se ajusta a la realidad.

4.- John es un personaje que atraviesa enormes dificultades desde su infancia. ¿Cómo fue el proceso de construcción de su arco narrativo?

El proceso de construcción del arco narrativo de John fue más desafiante de lo que podría parecer, ya que no soy una persona que se deje influenciar fácilmente por el drama. De hecho, la mayoría de mis personajes son alegres y tienen un toque de humor. Sin embargo, con John decidí enfrentarme a un reto personal: crear un personaje dramático, cuyo conflicto interior y dificultades fueran fundamentales para desarrollar la historia. Este enfoque permitió que el personaje se sumergiera más profundamente en los eventos que narra el libro, aportando una dimensión más intensa y realista a la trama.

5.- Hay una gran variedad de personajes secundarios con personalidades muy marcadas. ¿Alguno de ellos te sorprendió durante la escritura, cobrando más protagonismo del que inicialmente esperabas?

El hermano de John fue, sin duda, uno de los personajes que más me sorprendió durante la escritura. Inicialmente, no quería que tomara protagonismo, ya que temía que eso pudiera restar relevancia a John. Sin embargo, a medida que avanzaba en la historia, me di cuenta de que su rol podía ser mucho más significativo. Decidí adaptarlo y darle una personalidad propia, lo que permitió que su presencia enriqueciera la trama sin restar importancia al protagonismo de John.

6.- La novela mantiene un ritmo ágil y directo, sin caer en excesos descriptivos. ¿Fue una decisión consciente desde el inicio o algo que fue ajustando en el proceso?

Fue una decisión completamente premeditada, ya que me gusta ofrecer una lectura que no se detenga en excesivos detalles, sino que mantenga un ritmo ágil y directo. Sin embargo, reconozco que, en algunos casos, quizás fui demasiado directo y no logré transmitir plenamente el clima o el ambiente de cada escena. A pesar de esto, sentí que, para que la novela tomara el ritmo adecuado, era necesario mantener ese enfoque hasta el final. Espero que, al finalizar la lectura, el lector comprenda la intención y esté de acuerdo con la elección que tomé.

7.- La historia trata temas como la redención, el sacrificio y el destino. ¿Hay algún mensaje en particular que quisiera que los lectores se llevaran al terminar la novela?

La importancia de avanzar a pesar de las adversidades. Sin embargo, también hay elementos más profundos que quiero transmitir: la confianza en lo desconocido, el sacrificio por los demás y el honor que cada persona debe cultivar. Creo que estos valores, tan relevantes en los tiempos actuales, son fundamentales tanto en la historia como en la vida misma, y espero que el lector los encuentre reflejados en la trama y los personajes.

8.- En la novela, los personajes deben elegir entre el honor y la supervivencia. ¿Qué significado dirías que tiene en nuestros días el concepto de honor?

Lamentablemente, en la actualidad, el concepto de honor parece haber perdido algo de su significado, y eso me preocupa, ya que para mí es uno de los valores más importantes. Saber quiénes somos, tener claros nuestros principios y mantenernos firmes en ellos hasta el final es fundamental, especialmente cuando somos jóvenes. Esas creencias nos ayudan a formarnos como personas y a construir una base sólida para el futuro. Aunque el honor a veces pueda parecer desfasado en los tiempos modernos, creo que sigue siendo un valor fundamental para vivir con integridad y propósito.


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