Jaime A. Valenciano: "Siempre he tenido la convicción de que las palabras y, esencialmente, la comunicación (que es el fin último de las palabras), son los únicos medios válidos para deshacernos de la sobreabundancia de sentimientos, pensamientos, emociones, etc. "

Ediciones Atlantis presenta 'El humano que nos mira', una fascinante novela de Jaime A. Valenciano, una singular odisea en un intento por descifrar las limitaciones del individuo.

1.-Ya desde el mismo título ‘El humano que nos mira’ es una novela difícilmente clasificable. ¿Qué van a encontrarse los lectores?

Hablando de géneros, creo que es una novela híbrida que pretende trascender los límites de lo que está siendo la novela juvenil, ya que a veces me da la sensación de que los autores de este género se acomodan demasiado en una fórmula que aparentemente funciona. 

Así que, yo diría que los lectores se van a encontrar con una innovación en la fórmula que implica una atención real y consciente por parte del receptor, pues es necesaria la constante interpretación para llegar a formar parte de la novela. Y esa ha sido siempre mi máxima aspiración: que el lector desempeñe un papel tan importante como el del autor. Una novela solo cobra su sentido de ser cuando es leída, por eso quiero dar al lector el 50% del proceso que le corresponde. 

2.-Defines la adolescencia como ‘aquellos años en los que las emociones no caben en el pecho y las palabras son insuficientes para dar salida a dichas emociones’. ¿Esta novela trata de ajustar cuentas con emociones pasadas?

Claro. Siempre he tenido la convicción de que las palabras y, esencialmente, la comunicación (que es el fin último de las palabras), son los únicos medios válidos para deshacernos de la sobreabundancia de sentimientos, pensamientos, emociones, etc. Cuando algo queda por escrito ya puedes olvidarte de ello, pues ya ha sobrepasado y vencido la individualidad. En el momento en que las cosas quedan escritas es cuando realmente tienes la oportunidad de ser entendido por los demás. Y eso lo es todo. 

Por ello, esta novela ha sido un parte de un largo proceso en el que los sentimientos han pasado a ser ideas (es decir, palabras) en un intento de, sencillamente, comprender lo más primitivo y sustancial.

3.-¿Qué es lo que más te cautiva del ‘arte de contar historias’?

Este es uno de los temas principales que se tratan en `El humano que nos mira´, así que no quiero adelantar demasiado. 

Sin embargo, por ahora puedo decir que siempre me ha apasionado cómo la forma hace el fondo. Es decir, prácticamente cualquier persona con un poco de capacidad de observación puede contar historias valiosas, ya que el mundo está plagado de estas. Por ejemplo, no es difícil hacer emotiva una historia si le plantas a tu protagonista una enfermedad terminal. Lo difícil es encontrar una forma que coincida con el fondo (o, si se quiere, continente con contenido, significante con significado…) y que logre maximizar las características de una novela, ya sea en su parte artística o en su parte intelectual. También es, precisamente, en este choque de partes, donde creo que se encuentra la magia de la literatura. El arte (en su sentido más plástico) logra crear un sentimiento a través del cual crean experiencias, lo que desemboca en el aprendizaje mediante estas mismas experiencias. Pero no siempre es suficiente. La filosofía, o la teoría, enseñan a través del entendimiento y el raciocinio, pero tampoco siempre es del todo efectivo. Por eso la literatura, como método de combinación de estos dos aspectos, me parece tan interesante e importante.

4.-¿Piensas en algún perfil o público específico que pueda disfrutar especialmente tu novela?

Los protagonistas y el autor somos gente joven, así que puede que sean los jóvenes los que más se identifiquen con la historia en general. Pero no me atrevería a encasillar la novela. Los problemas que se tratan son totalmente universales, como casi todos, así que cualquier persona que se quiera inmiscuir en la historia puede pasar un rato curioso. La trama como tal también es para cualquier persona, pero, como ya he dicho, requiere de las ganas de participar por parte del lector. 

Por lo tanto, diría que el único perfil en el que pienso es el de aquellas personas que van con una buena predisposición. Como ya he dicho, el 50% de la novela depende de los lectores y lectoras.

5.-¿Algún nuevo proyecto en mente?

Me interesan muchas cosas, pero es verdad que últimamente me llama mucho la atención el género coming-of-age. Me gustaría hacer algo más serio, con más carga realista en la forma. También quiero seguir profundizando en el mensaje que he intentado transmitir —no sé hasta qué punto con acierto— en `El humano que nos mira´. Todo lo que implique añadir perspectiva me parece bien. 

 


Share:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular

Archivo del blog

Recent Posts

Facebook

Twitter

Buscar este blog