José Vicente Ruiz Paños sobre 'Lo inolvidable': "Trata de la lucha, perdida de antemano, del protagonista por retener el recuerdo de su vida junto a su mujer".

Ediciones Atlantis publica 'Lo inolvidable', una novela de José Vicente Ruiz Paños que habla de la enfermedad de Alzheimer en primera persona y sobre lo duro que es asistir desde fuera al inexorable avance de “la goma de borrar recuerdos”.

Lo inolvidable es una novela que habla sobre el Alzheimer. ¿Qué te ha impulsado a escribir esta novela?
Sí, habla sobre el Alzheimer pero sobre todo es una historia de amor. Trata de la lucha, perdida de antemano, del protagonista por retener el recuerdo de su vida junto a su mujer. Su amor es algo inolvidable, algo que merece la pena arrebatarle a la enfermedad. Y la única posibilidad que tiene es dejarlo todo por escrito antes de que “la goma de borrar recuerdos” acabe con todo.
Pero todo eso es lo que impulsa al protagonista a escribir y me preguntan a mí, como escritor. No sé exactamente qué me animó a escribir la novela. Empecé poco después de la muerte de mi madre, que sufrió esa enfermedad durante muchos años, y eso debe tener bastante culpa, pero no me he hecho ningún estudio psicoanalítico profundo ni nada de eso. Simplemente me puse a escribir y salio Lo inolvidable.

Supongo que esta novela no sólo es ficción y podemos encontrar en ella muchos hechos reales.
En realidad, sí es ficción. Y eso es algo que ya he tenido que aclarar a alguno de los pocos amigos que han leído la novela. Todo lo que nos cuenta el protagonista, narrador en primera persona, es inventado. Todo salvo alguna pequeña anécdota que he incluido. Reconozco que coincido con él en algunas cosas (a los dos nos gusta Bach, el flamenco, etc) pero en otras muchas somos muy diferentes. Son sus sentimientos, sus ideas, sus recuerdos y NO los míos. Hay quien viene y me suelta… “No estoy de acuerdo con lo que dices sobre tal tema” y yo siempre contesto: “Y a mí qué me cuentas, díselo al personaje, que es quien defiende eso”. Espero que no me pase lo mismo si algún día escribo la historia de un asesino en serie.

¿Qué se va a encontrar el lector?
Sobre todo una historia de amor, para mi gusto demasiado ñoña y convencional al principio (al fin y al cabo, se trata de un amor de juventud, de un primer amor). Y según va avanzando el libro vamos viendo que también lo hace la enfermedad, lo que afecta tanto a la forma como al fondo de la narración. La palabra Alzheimer no aparece en el texto porque mi idea original es que el lector fuese descubriendo por sí mismo que algo raro le está pasando al protagonista pero sí que está en la sinopsis de la contraportada, con lo que, por desgracia, se pierde el factor sorpresa.
Ocurre algo que he comprobado en la vida real, que con el Alzheimer van desapareciendo las autocensuras que todos nos ponemos en el día a día. Se pierde la vergüenza, el pudor por decir lo que de verdad sentimos y pensamos porque cada vez afecta menos lo que piensen los demás. Es una extraña libertad que tienen porque ya nadie se lo tiene en cuenta, “pobrecillos”.
Y hay otros componentes que deberá ir descubriendo el lector: Música, poesía, política, algo de suspense…
 
¿Crees que de alguna forma, tu novela puede ayudar a aquellas personas que están sufriendo de cerca esta enfermedad?
No es esa mi intención al escribir esta novela. No se trata de un libro de autoayuda ni nada parecido. Eso sí, es una manera de dar visibilidad a los enfermos de Alzheimer, de intentar ponerse en su lugar. Me parece importante porque incluso para las personas que les queremos y tratamos de cuidarles lo mejor posible, la enfermedad acaba por levantar una frontera entre los dos mundos; nos hace pensar que el enfermo ya no es el mismo ser querido de antes, que ya es otra persona, y eso me parece un grave error. Ellos siguen ahí aunque les sea cada vez más difícil comunicarse con nosotros, aunque su realidad sea totalmente distinta a la nuestra.
He intentado huir del tono lastimoso y compasivo pero no sé si lo he conseguido. Es posible que arranque alguna lágrima de los lectores que sufran de cerca algún caso de Alzheimer (ya se ha dado algún caso) y no sé si eso servirá de ayuda o todo lo contrario. Si alguien pasa un mal rato leyendo mi novela, de verdad que lo lamento. No voy a hacer chistes sobre esto, que ya hay demasiados. Y tampoco voy a falsear la realidad, que como canta Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.
 


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Entrevista a Carlos Gómez sobre 'El legado de Ferum': "La historia tiene algo que engancha. Es un libro de aventura fantástica muy fácil de leer"

Ediciones Atlantis publica 'El legado de Ferum', una novela de género fantástico escrita por el joven autor ciudadrealeño, Carlos Gómez Guerrero.  En sus páginas nos encontraremos con un mundo en el que la magia es una fuente de recursos para mejorar la vida, y a la vez, causa de persecuciones y de muerte para quienes poseen ese don de una forma incontrolada.

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
De siempre me ha gustado fantasear en mi cabeza y el detonante fue empezar a jugar juegos de rol (D&D, Anima, Pathfinder, vampiro, etc). Ahí aprendí a dar mucha más libertad a mi imaginación, a ver todo lo que jugábamos como si YO estuviese dentro del mundo, a interpretar y ponerme en LA situación de cualquier personaje. Aunque lo más importante fue que el master (el narrador) que teníamos, nos obligaba a escribir un pasado del personaje que íbamos a usar. Con eso, me di cuenta de que me gustaba escribir y, con el paso del tiempo y como fruto del aburrimiento, al final acabé pensando cada día sobre este libro. (Los malos, la historia, las reglas del uso de la magia, la personalidad de los personajes, la trama y, SOBRE todo, que todo tuviese sentido dentro de mi mundo).

¿Qué parte de ‘El legado de Ferum’ te ha costado más escribir en cuanto a personajes, trama, ambientes…?
En general, todo me costó bastante pensarlo. Inventar todo desde cero es complicado, pero lo que realmente me costó, fue el villano. Antes de ser lo que es hoy en día, Ferum ha sido demasiadas cosas. Se podría decir que lo último que logré sacar en claro fue la importancia del “malo”, su pasado y los motivos que le llevaron a hacer lo que hizo.

¿Qué se va a encontrar el lector?
De primera impresión, se va a encontrar frente a un libro bastante grueso. Puede intimidar el volumen, pero conforme se va leyendo, la historia tiene algo que engancha. Es un libro de aventura fantástica muy fácil de leer, con escenas imprevisibles, y muy dinámico. Las descripciones son precisas y no muy largas, lo suficiente para que lo imagines bien pero, a la vez, también puedas dar rienda suelta a tu imaginación. Es un libro lleno de acción, partes graciosas y partes románticas. Cogerás cariño a cualquier personaje, pues yo considero que es más importante describir los pensamientos que el entorno y, al hacer eso, acabas conociendo más y mejor a cada uno de los protagonistas.

¿Tienes ya en mente algún nuevo trabajo?
Si les soy sincero tengo más de un trabajo. Este libro (si las cosas salen bien) tendrá segunda parte (que ya estoy trabajando en ella) y tercera parte (que ya la tengo pensada). Aparte de eso, en mi mente se ha generado otro mundo con otra historia, otros personajes y otra trama del cual ya conozco el principio, el final y casi todo lo que irá entremedias. También tengo pensada otra historia en otro tercer mundo con otros personajes, pero lo que decía, si las cosas van bien, para esto último aun quedan muchos años, si es que llega.

¿Cuál es el último libro que has regalado?
“El libro de los porqués” a mi padre.
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Rafael M. Medina: El Silencio de Kramer es un homenaje "a los escritores anglófonos victorianos de finales del siglo XIX"


Ediciones Atlantis presenta este viernes en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz 'El Silencio de Kramer', una novela de ficción contemporánea escrita por el autor murciano Rafael M. Medina.

¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?
La novela obedece a una necesidad que sentí de homenajear a los escritores anglófonos victorianos de finales del siglo diecinueve. Para mí, aquellos personajes creados por Stoker o Conan Doyle componían un contexto que me atrajo mucho, especialmente aquellas imágenes que evocaban los textos sobre ciudades cargadas de humedad e invierno, como si ellos lo hubiesen inventado. Para un murciano el invierno y la lluvia son elementos lejanos, son cosas que les pasan a otros, quizás por eso siempre me ha atraído ese ambiente y por eso pienso que esta es una novela para leer en invierno.

Entonces los personajes son reales, es decir, que no son como los de su anterior novela.
No son reales. En mi anterior novela, a pesar de la carga fantástica que contiene, eran seres que vivieron y lucharon como se narra en Bestia Kum, pero en El Silencio de Kramer no hay personajes corrientes, no hay contexto histórico tampoco. Todos cargan con manías o físicos descompuestos, como el mayordomo de Kramer, de físico tan difícil que al moverse su cuerpo emite crujidos de maderas de barco; o el inspector de policía que envejece conforme avanza el día.

Y de entre todos esos personajes ¿con cuál se quedaría?
Con el Silencio, que es un personaje más. Soy consciente de que el título proyecta ambigüedad sobre su significado, y eso me gusta, pero habría que aclarar que el Silencio que Kramer mantiene no es un secreto, no es algo que calle, sino que es un personaje más creado por él, por eso se escribe en cursiva durante todo el relato. Habrá que acudir a la lectura del texto para saber más sobre el asunto.

Pero en la novela también hay otras palabras que las escribe en cursiva ¿por qué?
Bueno, esta novela pertenece a un proyecto que comencé hace muchos años y que hace muchos años abandoné. De aquello solo quedó El Silencio de Kramer. El proyecto consistía en escribir la Trilogía del Silencio, compuesta por esta novela, que sería la primera, otra que no tiene título, tan solo un boceto, pero cuyo protagonista sería el Invierno, y, por último, otra novela cuyo protagonista es el Tiempo y que llevaba el título provisional de La Teoría del Tiempo Instante, de modo que creí necesario buscar ayuda en la tipografía para no confundir al lector. Pero repito, aquel proyecto quedó abandonado. Quizás algún día sienta la necesidad de rescatarlo porque soy muy impulsivo.

¿Qué hay de Rafael M. Medina en el protagonista de la novela?
Nada, quizás la necesidad de estar solo, de acudir en busca de ese momento reparador en que no hay que hablar ni escuchar a nadie, pero no hay nada más, especialmente por la naturaleza del texto.

¿Hay algo en común con tu anterior novela publicada, 'Bestia Kum'?
Ambas novelas tienen cierta carga de elementos fantásticos,  pero no se da de igual modo en la primera que en esta última, quiero decir que si despojásemos al protagonista de esa propiedad sobrenatural de la que está dotado, no cambiaría el resultado de la novela. Sin embargo, el surrealismo sí es un elemento importante para comprender la sociedad inventada, el funcionamiento de los personajes y su interactuación.

¿Está trabajando en algún proyecto actualmente?
Estoy sopesando la posibilidad de reescribir una novela que creí tener terminada, pero no es más que un boceto. Habría que rescatarla y trabajar mucho sobre ella. Es una historia sobre el difícil negocio de la venta de libros y sobre el acoso sexual a una mujer. Está basada en la Calle Mayor de Caravaca. Sin embargo, sin yo pretenderlo, este verano surgió un personaje que está hipotecando todo mi pensamiento y que no tienen nada que ver con aquella novela, y presiento que terminaré dedicándole más tiempo a este nuevo proyecto. En cualquier caso, todo es pura conjetura.



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El empresario Arturo Fuentes sobre su novela 'También los demonios tiemblan': "La atmósfera sobrecogedora que rodea los paisajes escoceses es única"



Ediciones Atlantis publica 'También los demonios tiemblan', una novela de misterio sobrenatural ambientada en Escocia, escrita por el autor onubense residente en Madrid, Arturo Fuentes.

¿Quién es Arturo Fuentes?
Tengo 49 años, soy abogado y siempre he trabajado en el mundo empresarial, pero un día decidí dar un giro a mi vida y escribí una novela: También los Demonios Tiemblan. El resultado me encantó y empeñé mi esfuerzo en verla publicada.

¿Siempre quisiste ser escritor?
No. Quizá el tópico es decir que sí, pero no es mi caso. Siempre he sido un lector de thrillers empedernido, y de ahí mi afición por escribir. Cuando se dieron las condiciones, me lancé a ello.

Intriga, acción y terror son algunos de los componentes de ‘También los demonios tiemblan’, ¿Cómo crees que puedes sorprender al lector?

La novela tiene algunos elementos diferentes. Por ejemplo, la localización en las Highlands. Creo que la atmósfera sobrecogedora que rodea los paisajes escoceses es única. También está el misterio del Demonio del Agua, un mito celta que sobrevuela permanentemente sobre las cabezas de los protagonistas, y que convierte en extraordinarios los acontecimientos que ocurren. Por último, los personajes. Creo que son hombres y mujeres dotados de una personalidad muy definida y con los que los lectores seguro que van a empatizar.

¿Te sientes identificado con algún personaje de la novela?

Inevitablemente, cuando escribes tratas de incorporar cosas tuyas a tus personajes, pero estos te acaban superando y cobrando su propia vida, desarrollando su propia personalidad. Por eso, he decidido mantenerlos con «vida» en la segunda novela que estoy preparando.

¿Por qué Escocia como marco ambiental de tu novela?

Realmente, no hay sitio mejor en el mundo para ambientar una novela de misterio sobrenatural. Es un sitio maravilloso que recomiendo a todo el mundo.

¿Te ha ocurrido alguna anécdota divertida durante el proceso creativo de la novela?

Lo más divertido para mí, ha sido la grata sorpresa que he despertado en mi entorno. He pasado de ser un ejecutivo de una compañía, con traje y corbata, a un escritor con pantalón de pana y mochila.

Un libro de tu infancia sería…
La colección de los Cinco.

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María Teresa Abedul sobre 'Bodoko': "La vida me ofreció el regalo de vivir con una familia japonesa “auténtica”"

     Buenas tardes Beatriz, muchas gracias por charlar un ratito conmigo, estoy dispuesta a responder a tus preguntas, éstas siempre son agradables, amables y un poco curiosillas.

Esta nueva entrega, es la continuación de las aventuras que disfruté en el viaje que realicé en el 2014 al país del Sol Naciente. En esta segunda entrega también hay ocurrencias surrealistas, situaciones hilarantes, choques culturales, pero contadas desde la serenidad, la comprensión y el análisis crítico que te da el tiempo.

   En aquel viaje, la vida me ofreció el regalo de vivir con una familia japonesa “auténtica”, entrecomillo esta palabra ya que la familia Yamada, en la vida frenética del siglo XXI, ella sigue siendo fiel a sus costumbres ancestrales y guardando un respeto entrañable a la vez que envidiable hacia sus mayores. En la casa de mi familia anfitriona, la matriarca es la abuela materna, situación muy rara en Japón. Verás Beatriz, al llegar el momento de buscar un marido para la abuela Mami, la familia del novio debía cumplir un requisito indispensable y un tanto deshonroso para ellos; el novio debería adoptar el apellido de la novia, perdiendo para siempre el de su familia. Al aceptar ser el Señor Yamada, éste no solo conseguía una bella y educada esposa, también pasaba a ser dueño y señor de la fortuna de la familia de la novia. Esta rara situación se dio gracias a que Mami no tenía hermanos varones y ser ella la mayor de siete hijas.
En esta segunda parte, relato con un agradecimiento infinito el interés que puso toda la familia por enseñarme sus costumbres, la apasionante historia de su lejano país, me explicaron el por qué inventaron un tipo de teatro para culturizar al pueblo y cómo hay que interpretar el mensaje de sus versos. Y que los occidentales desconocemos el origen de su cocina, sin olvidar que está considerada la primera cocina del mundo. Sí, yo también al principio dudé de aquella afirmación tan rotunda. Con mi familia Yamada, aprendí que tanto los adultos como los niños japoneses, han sido las personas que más y mejor han sabido entretenerse y divertirse con objetos muy sencillos.
 
La abuela Mami, cuando yo la conocí tenía 93 años y desde niña le gustó coleccionar muñecas. Fue entonces cuando me contó que, en la soledad del Valle de los melocotones,(nombre de su inmensa propiedad) se preocupó por conseguir libros europeos que traducidos al japonés, contasen la historia de las muñecas occidentales, juguete que ella solo podría ver en los libros. Al escuchar aquella afición y aquel interés por aprender, de verdad que me emocioné. No olvidemos que hace un siglo, los libros occidentales apenas se traducían al japonés, ignoro si por la dificultad de los ideogramas o por la lejanía geográfica. Después de escuchar aquellas palabras me dije a mí misma:
   >>Con lo que a ti te gusta aprender, no dejes escapar esta oportunidad única que se presenta ante ti. Tienes a una familia cuyos orígenes son tan antiguos como el país que te está dando cobijo, y aunque el idioma parece un obstáculo, no lo va a ser. La familia Yamada desea que aprendas, se merecen que seas una pupila aventajada y sobre todo agradecida.
Yo puse por mi parte interés por comprender su cultura, pero el lector verá que a esta segunda parte tampoco le faltan situaciones divertidas, pinceladas cómicas y en ocasiones un tanto difíciles de sortear. Ahora es cuando he comprendido por qué el pueblo japonés actúa en ocasiones cómo solo él lo hace, cuando lo leáis entenderéis estas palabras.


  Querida Beatriz, si te contesto a esta segunda pregunta de: ¿por qué Bodoko? ¿qué se esconde bajo este título? El futuro lector se va a enterar antes de tiempo de una costumbre tan antigua y tan bonita como es Japón. No me lo tomes como una descortesía, pero solo te diré que bodoko es un tipo de tela, la verdadera historia se esconde en las palabras “el hilo de la vida”. Beatriz, que te parece si lo dejamos ahí y pasamos a la siguiente pregunta.

   Las obras que he tenido la suerte que me habéis publicado, están basadas en viajes que he realizado. Pero no esas visitas de: ¡¡en cinco días he recorrido diez países!! Con todos mis respetos para estos turistas inagotables, lo de inagotables, lo digo por la cantidad de kilómetros que realizan en un tiempo récord. Los viajes que he realizado han sido siempre para aprender, para comprender la cultura que me acogía, conocer sus costumbres y ver que el ser humano, aunque viva en el Polo Norte, en Australia, En Irán o en cualquier aldea del mundo, a todos nos une el amor y el calorcito humano.
No recuerdo muy bien el año, debió ser como en el 2004, el grupo de historia de la sociedad española de neurología (GHNSEN), me invitó a participar como ponente internacional en una ilusión que pretendía poner a caminar uno de sus miembros. La idea me pareció brillante, dedicar anualmente unas dos semanas para buscar los orígenes de la medicina e ir a estudiarlos in situ. Ambiciosa ilusión que necesitaba financiación, para no hacerlo muy largo y no desviarme de tu pregunta, este proyecto salió, fue creciendo en número de asistentes y fue todo un éxito que duró unos ocho o nueve años. El primer destino fue Mesopotamia, le siguieron Egipto, Italia, Perú…
 Nuestros maestros eran licenciados en historia del arte, egiptólogos, doctores helenistas, directores de museos de antigüedades… como puedes ver aprender con esas personas resultaba muy gratificante. Relacionábamos la historia con el arte y con la medicina antigua. En definitiva, nuestros orígenes.
Mi primer relato trata sobre los mitos y las leyendas de la cultura Mesoamericana. La documentación la tenía, en su estudio había tardado un año, toda esa información para la ponencia que debía tener una duración máxima de cuarenta y cinco minutos la tenía, solo debía dejarla fluir y que acrecentara aquella lectura que personalmente me resultaba muy interesante.
Beatriz, seguro que te has preguntado:
   >> ¿El mar por qué es salado? o ¿Las estrellas porqué nos miran? Según las leyendas mayas y aztecas las respuestas son muy bonitas y mágicas. Con este primer aprendiz de libro en el año 2014, me sorprendisteis otorgándome el “Premio Atlantis la Isla de Las Letras” en el género de novela fantástica. Me puse tan contenta, no podía dar crédito. Después de tener el precioso galardón en mis manos y recibir las felicitaciones del jurado y de mis compañeros, escuché estas palabras:

  >>” Prepárate, el año que viene formarás parte de este jurado”.

En aquel momento estaba tan emocionada que decidí disfrutar aquel efímero momento que Atlantis me regalaba y no preocuparme por aquellas palabras. Cuál fue mi sorpresa cuando a los nueve meses aquel vaticinio se hizo realidad. Y volviendo a la pregunta, mis relatos son todos viajes y situaciones que he pasado, sufrido, vivido y ahora contado. Beatriz, te aseguro que mi imaginación no es capaz de inventar situaciones en ocasiones tan rococós como las que en ocasiones he superado con nota.

   Te vas a decepcionar, pero en la mesilla de noche no tengo ningún libro, cuando llego a mi cama, el duende que reparte los sueños o en ocasiones la pesadilla ya me ha dejado asignada en la almohada el mío y así que me arropo, apago la luz y a soñar.
Leer leo siempre durante el día y a ser posible con luz natural o con una excelente iluminación artificial; ya que lo de ver no es igual a lo de mirar y yo en lo de ver no ando sobrada.
Desde pequeña al tener una enseñanza bilingüe en español y francés, me enseñaron a simultanear siempre dos o tres lecturas diferentes y a la vez. Dependiendo del momento del día, o del estado de ánimo, me decanto por un libro o por otro. Lo que nunca falta entre mis lecturas es un libro de segunda o quinta mano, comprado en eso que llaman “libro de viejo” en mi opinión un libro editado en 1800 no es viejo, es una pequeña obra de arte con más de doscientos años, que a lo largo de su historia ha enamorado, entretenido, ha sido regalado e incluso olvidado en un cajón o anaquel en alguna biblioteca familiar. Para mí poder leer la dedicatoria de sus primeras páginas, o encontrar olvidado entre sus hojas un billete de tren tan antiguo como ese libro, o una flor seca, a mí me hace pensar, ilusionarme e imaginar.  
 Beatriz, aparte de esos maravillosos libros que han pasado por tantos lugares y manos, casi tan ancianos como los anteriores nunca me falta un libro de Molière en francés, me encantan sus sátiras en tono de comedia, cuando necesito reírme elijo algún título cómo puede ser: “la escuela de maridos”, “el médico a palos”, “el enfermo imaginario” o “las preciosas ridículas”.
Mi tercer libro es de mi querida editorial Atlantis. Yo la verdad no la conocía y al decirme (hace ya muchos años) mi hija Ainara que Atlantis le iba a publicar un manuscrito no dudé en bucear en su extenso y magnífico fondo bibliográfico y hacerme adicta a sus obras.
Y ahora sí que ya contesto tu pregunta:  de los libros añosos que nunca viejos, estoy leyendo “Pronósticos de Hipócrates”, ahora el elegido de Molière es el de “Las mujeres sabias”. El libro de nuestra editorial lleva conmigo muchos meses, su autor es mi buen amigo Don Antonio Castillo-Oliveras Reixa y el título “Cercle II por los montes Ibéricos”. Éste magnífico libro de historia del siglo XII, es para leerlo despacio, dejando que tu imaginación recree cada escena, es de esos buenos libros de los que yo digo que hay que leerlo acomodado en tu sillón orejero y con mucha tranquilidad interior. Los sobresaltos ya te los proporciona el autor.
Al estar preparando un nuevo manuscrito —¡¡Quiera Jota!! Que vea también la luz Atlantis. — Como refuerzo a mi memoria y a mis cuadernillos viajeros me estoy documentando con algunos libros, pero éstos a modo de consulta, no como lectura diaria.

   ¡Beatriz! ¡Amor de mis amores! ¿No te parece qué mi vida ha sido, es y será (o al menos eso espero) como una novela en ella misma?
Yo me siento muy feliz siendo la protagonista de mi propia vida, esa que te da sustos, proporciona alegrías, penas, sorpresas muy agradables o no tan buenas como las esperabas, teniendo a mi lado a mi familia literaria Atlantis, a la familia hípica, a la musical, a la altruista, a la filantrópica y a tantas personas con las que vamos caminando por este sendero que es la vida, sendero que es una incógnita al no conocer ni sus vicisitudes ni la trayecto que nos tiene asignado.
Siendo menos transcendental, quien me conoce sabe que Tú-Tú” la protagonista de “Un retrete japonés…y de Bodoko el hilo de la vida” soy yo.

  Pensando, pensando, tampoco quiero eludir tu pregunta y… ser Alicia en el país de las maravillas no estaría nada mal. Te imaginas tú y yo, con el gato azul siempre sonriente, el conejo blanco, la ratita vestida de rosa, Alicia y el sombrerero loco diciendo —¡No hay tiempo! Tomando todos juntos el té con nuestros pies a tres metros del suelo. ¡Menudo vértigo!

Beatriz, muchas gracias por tu tiempo, tus preguntas han sido para explayarse de una manera muy cómoda. Gracias a Jota a Atlantis y a todo el equipo por seguir trabajando por y para todos nosotros, sin vuestro empeño por defender la cultura, nuestro sueño de ver nuestros libros en los escaparates de las librerías se quedaría en una quimera.

Beatriz gracias por una tarde tan agradable, ¿qué te parece si la próxima vez tomamos el té al modo de Alicia en el país de las maravillas?


De verdad muchas gracias Jota, Bea, Ana y equipo.

m.t. 
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Manuel Oliva, autor de “Nadie lo sabrá nunca”: Cada personaje enseña unas experiencias vitales, una amalgama de sentimientos, emociones, miedos y anhelos

Ediciones Atlantis presenta esta tarde en Madrid 'Nadie lo sabrá nunca', una novela del autor local Manuel Oliva Real que intenta acercar al lector a las miserias y esperanzas del ser humano, una reflexión sobre la muerte y la vida, no solo físicas, sino fundamentalmente psicológicas.


¿Qué hay de Manuel Oliva en “Nadie lo sabrá nunca”? 

Creo que no es fácil identificar qué aspectos hay de mí en el libro, como tampoco lo es hablar de uno mismo.

Nací y crecí en un barrio obrero de Madrid, Aluche, en el seno de una familia humilde. Los chavales de mi época no teníamos teléfonos móviles, no existían las redes sociales ni había ordenadores en los escritorios de estudio de nuestras casas; quizás ni siquiera teníamos un escritorio para estudiar. Desde niños, los chavales hacíamos mucha vida en la calle con el grupo de amigos, grupo en el que había chicos pequeños y mayores. Los pequeños aprendíamos de los mayores y éstos, aunque fuese sin saberlo, enseñaban muchas cosas a los primeros. Todo esto lo digo sin vanidad ni resentimiento, simplemente creo que era así. 

Supongo que lo expuesto, ese estilo de vida de los chavales de mi generación, que no es ni peor ni mejor que el actual, queda plasmado en alguno de los escenarios y pasajes que se relatan en el libro, y en alguna de las vivencias que los personajes principales llevan a sus espaldas. En cualquier caso, puede ser que las cosas no hayan cambiado mucho con el paso de las generaciones; al menos en el fondo, porque puede que sí en la forma.

Por otro lado, es evidente que mi labor como psicólogo clínico queda de manifiesto en buena parte del texto. Mi vocación de psicólogo y el desempeño profesional en el ámbito de la salud mental me han acercado más a los aspectos íntimos de la persona, a conocer de primera mano los numerosos entresijos de aquello que nos puede hacer sufrir y esperanzarnos, y de los que nadie estamos libre.

¿Te sientes identificado con algún personaje?

Cada personaje enseña unas experiencias vitales, una amalgama de sentimientos, emociones, miedos y anhelos. Esta amalgama no es propiedad de unos cuantos, sino que los supongo compartidos por la mayor parte de las personas. Por esta razón, podemos encontrar aspectos, con los que identificarnos, de cada uno de los personajes que aparecen en el libro. Puede que yo, como los lectores, podamos identificarnos con buena parte de la esencia que cada personaje aporta.

¿Cómo ha influido tu formación como psicólogo en la creación de los personajes?
Como decía en otro punto, mi profesión me acerca a la parte más íntima y menos accesible del ser humano, que no es otro que el puramente psicológico. Todos podemos conocer circunstancias del otro que nos llaman la atención, que nos sorprenden, que nos preocupan o generan desesperanza, que nos llenan de ilusiones o nos vacían de metas vitales. Mi formación y experiencia como psicólogo me permite poner nombre a todo ello, a darle forma y a integrarlo en cada uno de los personajes.

¿Te gusta más escribir o leer?
La pasión por la escritura es consecuencia, al menos eso creo yo, del interés por la lectura. Cuando lees y disfrutas de ello, es más probable que aparezca la inquietud por escribir, porque de alguna manera ya lo haces cuando reflexionas acerca de lo que otros han escrito.

¿Tienes algún nuevo reto en mente?
Mi reto es vivir, seguir aprendiendo en mi profesión y acumulando experiencia, y por supuesto continuar escribiendo. En mi cabeza hay reflexiones e historias vitales a las que me gustaría darles forma a través de nuevas obras.

¿Qué obra has leído, releído y volverías a leer?
Es difícil quedarme con una. Obras de José Saramago, como Ensayo sobre la ceguera y Las intermitencias de la muerte, se han convertido en un eco que me gusta escuchar. Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina, es otra de las obras que me aporta cosas nuevas cada vez que la releo. 

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Entrevista a Loli González Prada, autora de 'Ocho días de guerra para amarnos': mi afán por escribir nació conmigo


Ediciones Atlantis presenta este viernes en Ponferrada 'Ocho días de guerra para amarnos', una novela romántica con fragmentos de historia escrita por la autora residente en El Bierzo, Loli González Prada.

¿Qué se va a encontrar el lector en esta historia? ¿Por qué es especial?
El lector se va a encontrar con una narración romántica con fragmentos de historia, en el que descubrirá como vivieron varias generaciones aquella época de guerra y de escasez. 
Siento que es especial, porque en aquella época creo que en todas las casas acaecía una historia que merecería la pena ser contada. 

¿Te inspiró alguna persona o alguna situación en particular?
Sí, me contaron la historia 3 mujeres nonagenarias y un hombre, que recientemente ha cumplido 101 años y que son parte de mi novela. Al principio empezó siendo un recuerdo que compartieron conmigo y acabo convirtiéndose en "Ocho días de guerra para amarnos".

¿De dónde nació ese afán de escritura?
Realmente creo que mi afán por escribir nació conmigo, aunque hace sólo nueve años que me atreví a compartirlo y fue gracias a mis compañeros de un blog literario (Portal Blog Libro de Arena) donde conocí a gente increíble que mitigo mis miedos y me animo a que no me detuviera en mi deseo de que me leyesen. Cuando escribo soy libre para decir lo que pienso, lo que quiero, lo que me gustaría hacer, como quisiera que fueran muchas cosas y me sirve para olvidar un día agotador y huir de la tristeza.

¿Hay alguna frase de tu obra que destacarías?
"Ha concluido para demasiados, el tiempo de dar y de recibir”.

Si pudieses viajar a un libro…¿A cuál sería?
Cinco días en París de Danielle Stelle, ella es mi escritora preferida y París, mi ciudad.  

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