1.- La novela explora profundamente la culpa y sus manifestaciones simbólicas a través de las sombras. ¿Qué lo llevó a utilizar estas figuras como representación de los conflictos internos de los personajes?
La cita de Juan José Millás que aparece reproducida al principio me tocó excesivamente y me dije a mí mismo: «con esto hay que hacer algo». Claro que con cualquier cita de Millás se podría hacer cualquier cosa; es uno de mis autores favoritos.
Total que al cabo de unos días de haber hecho nada con la cita me sentí intensamente culpable y de ahí empecé a enlazar intuitivamente las culpas (o la culpabilidad) con las sombras; y todo lo demás ya vino así, de corrido, como se suele decir.
2.- La relación entre Juan y Raquel es uno de los elementos más impactantes de la trama. ¿Qué lo motivó a abordar un tema tan delicado como el incesto y qué mensaje busca transmitir con este conflicto?
Empiezo por el final porque así lo que voy a decir ya está dicho y vale para todo el resto de la entrevista: «No busco transmitir ningún mensaje así, tal cual». No soy quien para hacerlo y que cada cual piense o sienta lo que quiera respecto a lo que quiera.
En cuanto al tema del incesto en concreto, yo no creo que sea tan delicado.
Desde un punto de vista biológico y evolutivo, todos los seres vivos lo hemos practicado con independencia de la especie a que pertenezcamos (y muchos lo siguen haciendo). Si no fuera así no hubiéramos recorrido el camino recorrido y, seguramente, tampoco andaríamos el que nos quede por delante.
Tampoco parece que haya ningún problema moral para muchísimos de los pobladores humanos de este planeta: el libro más vendido (y leído, claro) de la Historia (La Biblia) admite sin ningún problema el incesto (y otras delicadezas). A ver si no con quien follaron los descendientes de los dos primeros y únicos humanos sin ombligo. O sea que...
3.- SOMBRAS está narrada desde distintas perspectivas, incluidas las voces de los personajes principales. ¿Por qué eligió esta estructura polifónica y qué aporta al desarrollo de la historia?
Pues la verdad es que no lo sé, aunque me da la impresión de que suelo hacerlo así porque tengo muy clarito que no soy nadie para hablar en nombre de otras/os como señalaba en el año 73 del siglo pasado (entre otras y otros) el antropólogo Clifford Geertz. Supongo que la polifonía aporta diversos puntos de vista y la posibilidad de dejar el texto abierto a más diálogos. También espero que esta forma de narrar los procesos sea del agrado del lector o lectora. Al fin y al cabo, me parece a mí que, a pesar de algunas y algunos, el mundo social en que estamos insertos (también los personajes de la novela) es más bien polifónico o poliglótico que monofónico o monológico, ¿no?
4.- ¿Cómo fue el proceso de construcción psicológica de Juan, un personaje marcado por la culpa, el deseo y la búsqueda de redención? ¿Se inspiró en alguna experiencia personal o en lecturas específicas?
En mis novelas no hay, por fortuna, ninguna construcción clara, delimitada, marcada, sugerida, obligada por nadie,... de ningún personaje. Ellos y ellas son así (si es que alguien es capaz de descubrir cómo son) y ya está. No le doy ninguna importancia a la inspiración. Escribo bajo la influencia parcial de los Duendes de la Literatura (ver mi página web, https://www.josepseguidolz.info), en la que hay varias referencias a los mismos). Y sí, sí, seguro que sí que hay influencias de múltiples de experiencias personales (propias y ajenas) y lecturas varias (específicas o no tanto...).
5.- La novela alterna entre lo realista y lo fantástico con la aparición de las sombras. ¿Cómo equilibró estos dos registros para crear una atmósfera tan inquietante y simbólica?
Voy a ser muy breve: no hay nada que equilibrar; realidad y fantasía son lo mismo. Lo inquietante y lo simbólico mezclados con lo racional (que nadie sabe lo que es) y cuadriculado son el día a día; lo cotidiano. Esa extraña mezcla, digo. Vivimos en un mundo absolutamente caótico y transreal (ver, de nuevo, mi web).
6.- Su estilo literario combina un lenguaje directo con una profunda carga simbólica. ¿Es una elección intencionada para conectar con el lector o surge de forma natural durante la escritura?
Surge más bien de forma... vale, digamos que «natural».
¡Por supuesto que me gustaría conectar con quien lea mi novela! Pero no depende, ni deseo que dependa, de mí.
7.- SOMBRAS trata temas tabú y complejos. ¿Cómo espera que los lectores reaccionen ante estos elementos controvertidos y qué reflexión le gustaría provocar en ellos?
Pues en primer lugar espero que reaccionen de forma muy extrema y, eso, controvertida. Esto no es un ensayo filosófico o un artículo científico. No trato de demostrar nada ni de convencer a nadie de nada (sic). Tampoco escribo desde un púlpito o una mesa de profesor que da lecciones a nadie (creo que ya me he repetido más de una vez al respecto). Lo que sí que espero es que quien lea la novela se lo pase tan bien como yo escribiéndola aun también pasando un poco de miedo. Como yo lo he pasado...
Aunque lo he dicho alguna vez movido por mi actividad como profesor (no me gusta nada esta palabra; pero bueno...) de Psicología, retiro lo de «provocar reflexiones». No, prefiero no hablar de eso. A mí me encanta que dé la vuelta la luna de las personas. Creo que en ese proceso encajamos con el caos del universo, sea eso lo que sea.
En mi disculpa (que no justificación) diré que yo solo soy un humilde contador de historias que puedan tener credibilidad en base a la transrealidad en que nos movemos... hasta que las sombras desaparezcan de nuestros corazones y nuestras almas y entonces ya no estaremos. Ya no sabremos nada de nada. Ya no nos sentiremos culpables...