1.- La novela combina romance, thriller y exploración psicológica. ¿Cuál fue el mayor desafío al equilibrar todas estas vertientes de la historia?
El mayor desafío fue ajustar el perfil psicológico de la protagonista con el de los otros personajes, en especial, con el de Alex. Tampoco fue fácil armonizar este ajuste con el ritmo del thriller y con la descripción de Viena. Quería evitar que el lector se aburriera o se cansara, de ahí que los diálogos sean esenciales en la evolución de la historia.
2.- Alex es un personaje fascinante pero perturbador. ¿Cómo construiste su personalidad y qué influencias tuviste al crearla?
El punto de partida fue un modelo de mujer que me hubiera gustado conocer en la realidad. Sin embargo, el devenir de Alex es fruto de la necesidad de romper el hechizo de esta idealización. Me seducía el hecho de que el lector tuviera que asumir una contradicción extrema en la personalidad de una mujer tan aparentemente fascinante. Esta oposición es el núcleo del thriller.
3.- Ágatha representa la lucha entre la atracción y la razón. ¿Qué querías transmitir con su evolución como personaje y su dilema moral?
La lucha entre el corazón y la razón de la que hablaba Unamuno, solo podía desembocar en un sentimiento trágico de la vida, como tituló Don Miguel uno de sus libros más célebres y el único filosófico de su ingente obra. A través de Ágatha, lo que quería transmitir es que esa lucha, cuanto más intensa, tanto más auténtico es el amor que surgirá de ella.
4.- Oswald es un personaje complejo, atrapado entre la lealtad y la culpa. ¿Cómo desarrollaste su papel en la historia y su relación con Alex?
Cuando empecé a escribir el libro, odiaba a Oswald. No obstante, a medida que avanzaba en la narración, desarrollé un cariño y una debilidad casi maternal hacia las turbulencias de un temperamento y un carácter destinados al fracaso afectivo y profesional. Tanto es así que en el penúltimo capítulo reivindico su papel en la novela.
5.- La ambientación en Viena es clave en la novela. ¿Por qué elegiste esta ciudad y qué simbolismo aporta a la trama?
Elegí Viena porque soy una enamorada de la cultura germánica y porque es una ciudad que combina a la perfección la belleza con la exuberancia de su estética barroca. Viena y Alex constituyen un todo. Ágatha es solo una pieza que anhela formar parte de ese todo.
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